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Fernando San Emeterio lo clavó a la hora de definir a Rafa Martínez en el homenaje que rindió la ACB a la leyenda taronja el pasado viernes: «Venía gente en mi boda, algún familiar o un amigo que no tiene nada que ver con el baloncesto y me decían oye que majo es el Rafa ese». Ese imán, una capacidad de atracción humana sin precedentes, es el secreto de aquel chaval que salió de Sampedor y que tras colgar las botas con 40 años y una trayectoria tremenda (cinco títulos con el Valencia Basket y cuarto triplista de la historia de la ACB)sigue siendo el mismo. Lo único que ha cambiado es que ahora es el padre de Paula y Adur. Uno de los que cayó en las redes de la empatía de Rafa fue un mito como Juan Carlos Navarro. La 'bomba' encajó todas las bromas de su compañero de posición al que, no era su intención, tapó una y otra vez un hueco en el equipo de España. Rafa Martínez fue convocado para la prelista de 15 jugadores del Mundial 2010, Eurobasket 2011 y Juegos de 2012 y siempre fue uno de los últimos descartes. Se llevó la admiración de todos sus compañeros y un deseo que nunca se cumplió, el de Navarro para ficharlo en el Barça.
Cuando el Pamesa ató a Rafa Martínez en 2008, por tres temporadas que acabaron siendo once, ya se adelantó al Barcelona. Manuel Llorente firmó el acuerdo de forma simbólica en una servilleta de una pizzería de Sabadell. En los siguientes ocho años, el escolta se convirtió en una pieza codiciada. En todas sus renovaciones llegaba la tentación de Navarro, que le quería de escudero en el Palau. Casi lo logró en varias ocasiones, la última en 2016 cuando Rafa incluso amenazó con marcharse al extranjero para que el Valencia Basket no pudiera retenerle en el tanteo. Al final firmó una renovación que acabó un año después con el título de Liga para los taronja. Historia.
Su amigo Navarro, con el que ha vivido confidencias y muchas partidas de pádel, no quiso perderse el homenaje en la sede de la ACB. Nunca compartieron camiseta en un partido oficial pero si algo ha demostrado el de Sampedor es que con él no maridan las leyes del deporte. El actual General Manager del Barça, en día de partido, sacó tiempo de su agenda para abrazar una vez más a su amigo. «No creo que haya nadie como él a este nivel. Me emocioné mucho en su último partido, lloré más que cuando me retiré. Es un ejemplo a seguir, de la vieja escuela. Hemos compartido muchas cosas y es un gran tipo que lo tienes para lo que sea», reconoció a este periódico. Sobre la insistencia del Barcelona en ficharle, tiró de diplomacia: «Tuvo la opción del Barça seguro, como tuvo de muchos sitios. Donde ha ido ha dado el callo, ha dejado huella y es un tío ejemplar para todos». Escuchar a un mito del baloncesto como es Navarro venerar a un compañero como el extaronja –que no ha tenido los focos de otros coleccionistas de títulos puesto que su carrera ha sido diferente– impacta. Para el compañero de fatigas de Pau Gasol, uno de los integrantes del 'ejército de la luz' (así se conoce al grupo de amigos de Rafa en el pueblo) es uno de los suyos:«El valor de Rafa es que es una persona transparente. Cercano a todo el mundo, querido. Es un tío normal. De su casa, de sus amigos de toda la vida». Eso vale más que mil medallas.
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