Borrar
Urgente Aena anuncia la ampliación de los aeropuertos de Valencia y Alicante
q Enrique Sánchez e Inés Olabarria, las dos caras de la protagonista de 'As One', antes y después del cambio de su sexo, en Bilbao en 2021. e. m
La ópera como género fluido

La ópera como género fluido

Tendencia. La temática LGTBI inspira mucho a la lírica, sobre todo en España donde 'Hadrian', 'Brokeback Mountain' y 'As One' ya han abordado la pasión gay y el cambio de sexo

ISABEL URRUTIA CABRERA

Sábado, 6 de agosto 2022, 23:56

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hace más de 20 años muchos pensaban que la ópera tenía los días contados. Es un espectáculo muy caro, con argumentos arcaicos y convencionales, razonaban los alérgicos a 'Otello' o 'Tristán e Isolda', convencidos de que el siglo XXI le daría la puntilla. Pero nunca hay que adelantar acontecimientos. El género sigue en la brecha y se renueva. Se estrenan más óperas en todos los formatos y tocan cuestiones de rabiosa actualidad: la temática LGTBI con un sesgo testimonial y reivindicativo ha encontrado un filón y las principales temporadas de España les dan cancha, como ocurrió hace ocho años con 'Brokeback Mountain', con su estreno mundial en Madrid.

Las óperas sobre relaciones no heterosexuales no son nuevas (los aficionados conocen bien 'Billy Budd' y 'Muerte en Venecia'); lo novedoso su enfoque combativo y aleccionador. Y parece que el auge de los argumentos con impronta LGTBI no ha hecho más que empezar. Así, el Teatro Real puso el broche a su temporada con una versión semiescenificada de 'Hadrian', ópera compuesta por el estadounidense-canadiense Rufus Wainwright. Con libreto de Daniel McIvor y trasfondo gay, la protagonizan el emperador romano Adriano y el joven Antínoo. Se han presentado también en el Festival de Perelada.

En el montaje, con una dirección escénica de Jörn Weisbrodt, marido de Rufus Wainwright, se juega con el efecto de las imponentes fotos en blanco y negro de Robert Mapplethorpe. No por conocidas menos sugerentes: torsos desnudos, capullos abiertos y cerrados, esculturas en pose lánguida... seducen y contribuyen a crear el clima idóneo. Por lo demás, la música es melódica y convencional, más elaborada que la primera ópera de Wainwright -'Prima donna'-, pero en las antípodas del genio de Verdi o Wagner.

LA CLAVEVIDA DE UN EMPERADOR ROMANO 'Hadrian' se inspira en la novela 'Memorias de Adriano', un 'bestseller' en España hace 40 años

Poder, amor y muerte

'Hadrian' se representó hace cuatro años en Toronto y se inspira en 'Memorias de Adriano', de Marguerite Yourcenar. Una novela que en la España de hace 40 años -en traducción de Julio Cortázar- fue 'bestseller', porque Felipe González reveló que lo tenía como libro de cabecera. Con formato epistolar, aborda el desencanto del poder, la nostalgia del amor y la cercanía de la muerte con mucha reflexión filosófica y digresiones existenciales.

La dimensión que más interesa a Wainwright es la erótica, centrada en la figura de Antínoo, un hombre de gran belleza que tenía cautivado al líder romano, casado con Vibia Sabina. Al morir el joven -ahogado en el Nilo-, el emperador no disimula ni su dolor ni su pasión. Tarda poco en deificarlo, fundar ciudades que llevan su nombre y construir monumentos en su honor. Esta relación tan intensa y trágica cautiva a Wainwright. También se siente intrigado por la faceta opresora de Adriano, que persiguió a los judíos sin tregua. Interesado por la cultura hebrea desde que su bebé fuera gestado en el vientre de la hija de Leonard Cohen, le repele y atrae el lado oscuro del emperador.

El impacto del cine

La implicación personal y emocional de los compositores es máxima en los proyectos con marcada inspiración LGTBI. Así sucedió con la adaptación operística de 'Brokeback Mountain', un encargo de Gerard Mortier, difunto director artístico del Teatro Real, al compositor estadounidense Charles Wuorinen. Ambos eran gais y empoderados. No tenían nada que ocultar. Vieron claro que la fama de la película de Ang Lee (ganadora de tres Oscars en 2006, mejor director, guión y música original), ofrecía una oportunidad única de visibilidad y denuncia. Querían mostrar la represión y la violencia homófoba en el estado de Wyoming en los años 60.

Les fascinaba que los vaqueros homosexuales de la trama rompieran moldes y tópicos. La capacidad de gestión de Mortier y el talento creativo de Wuorinen se aliaron para subir a escena la pasión y desencuentros de una pareja que no termina de ser feliz porque el entorno social les corta las alas. No les costó convencer a Annie Prouxl, autora del cuento 'Brokeback Mountain' en que se basó la película, para que escribiera el libreto. Su 'première' mundial tuvo lugar en Madrid en 2014, con dirección escénica de Ivo van Hove. Hubo ocho funciones -con grabación en DVD incluida- pero no arrebató al público. Se la tachó de «musicalmente fría». Desde entonces se ha representado en Salzburger Landestheater y en el Rose Theater del Lincoln Center.

El bilbaíno Teatro Arriaga alienta también la normalización de la temática LGTBI. El año pasado ofreció una función de 'As One', de la estadounidense Laura Kaminsky, con puesta en escena de Marta Eguilior. De pequeño y rompedor formato, se considerada la primera ópera trans. Se estrenó hace ocho años en la Brooklyn Academy of Music de Nueva York. El libreto de Mark Campbell y Kimberly Reed recoge las vivencias de esta, una directora y productora de cine muy reputada en Estados Unidos. La historia arranca con la infancia del personaje principal, nacido varón, y culmina con su transición, el tratamiento para transformarse en una mujer. Para recrear la evolución, un barítono y una mezzosoprano encarnan a la protagonista, Hanna, antes y después de su cambio de sexo.

La realidad LGTBI hace tiempo que no se considera un mundo clandestino. Se afronta sin tabúes ni prejuicios. También en los escenarios de los teatros de ópera, especialmente los españoles.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios