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Bombas Gens está dispuesta a ofrecer un buen viaje musical. Eso sí, un viaje inmersivo como es marca de la casa. El centro cultural aspira a recrear «la época de libertad» de la movida valenciana. A partir del 2 de octubre quiere dispensa manduca los cincuentañeros y sesentañeros que frecuentaron la ruta y para aquellas personas más jovenes que no la vivieron pero que se sienten atraídas por este fenómeno cultural.
Si hay series, hay libros, hay escritos... ¿por qué no una exposición audiovisual, con contenidos generados en 3D, VR y proyecciones 360º o láser mapping, además de los recursos museísticos clásicos como instalaciones, audiovisuales, fotografía, documentación y piezas originales sobre la ruta? A partir del 2 de octubre Bombas Gens servirá en bandeja una propuesta que no aspira a «narrar novedades sino a contar el relato con lenguaje tecnológico», según Marta Moreira, coordinadora de contenidos de 'La Ruta: modernitat, cultura i descontrol'. La muestra está comisionada por Artur Duart, director de Bombas Gens. No oculta el objetivo de la iniciativa: «Queremos hacer a la gente bailar», ha explicado Duart durante la presentación del proyecto al cual se ha referido como «disruptivo».
Ricardo Ruiz, director de estudio Altre, será el encargado del diseño de la escenografía de la exposición. «La sala será una discoteca», ha avanzado sobre la nave (la primera del complejo) que ha albergado la rueda de prensa este martes. 'La Ruta: modernitat, cultura i descontrol' tendrá 1.000 metros de paredes para proyecciones (fotografías, imágenes tratadas y otras con Inteligencia Artificial). En esta idea han ahondado Manuel Conde, codirector de Radiante, y Javier Mujica, creative director de Vitamin. El primero se encargará de «bajar al cuerpo, no tanto a la mente el ambiente de la época, de que todo estaba por construir» mientras el segundo aspira a «recrear el ambiente de libertad de la época» para que los visitantes «experimenten y capten la esencia». Radiante y Vitamin son los responsables de la creación audiovisual inmersiva de la iniciativa.
Javier Ruiz diseñará espacios clave de la muestra, como un laberinto de pasiones que invitará al público a perderse entre las influencias del movimiento en los campos de la moda y el diseño, entre las emociones y la creatividad del momento, o una galería de arte y 'play area' bajo el lema de 'No todo fue un juego'. Los prejuicios a este movimiento, «que situó a Valencia en la vanguardia cultural europea», según Duart, ronda la filosofía del proyecto. La ruta fue la expresión más mediática de la movida valenciana, con más singularidad e intensidad, a la altura de lo que estaba ocurriendo en otras grandes ciudades como Manchester, Madrid, Berlín o Amsterdam. El planteamiento, según el comisario, está alejado de enfoques reduccionistas y sensacionalistas con un objetivo: «revalorizar un movimiento cultural del Estado español». «La ruta es patrimonio valenciano», ha aseverado el curator, quien confía en exportar la muestra a Madrid, Barcelona y otras ciudades europeas.
La exposición viene a reivindicar una pasado ya desaparecido. ¿Por qué murió la ruta? «Nosotros preferimos hablar de colapso. Hubo varios factores, desde una criminalización del movimiento por parte de las administraciones y los medios de comunicación a la pérdida de valores de los orígenes hasta una masificación».
'La Ruta: modernitat, cultura i descontrol' busca atraer la atención de quienes la vivieron pero también captar «el interés de la gente joven», ha detallado el director de Bombas Gens. Si la serie de Atresmedia tuvo su éxito en los veinteañeros y treinteañeros, la muestra, ha sugerido el comisario, puede interesarlos.
Hace 45 años de la ruta. Hace más de cuatro décadas que la CV-500 se hizo un lugar en el mapa por los clubes y discotecas donde reinaba la música tecno y bakalao. «Cuando no hay control, surge la cultura», ha sugerido Ruiz. De este movimiento contracultural no fueron ajenos el diseño (La Nave, Paco Bascuñán) y la moda. La ruta tuvo su eclosión y su declive, su vinculación con la fiesta y con las drogas, su visión más hedonista... La muestra busca abordarla de una forma transversal.
'La Ruta: modernitat, cultura i descontrol' es la primera producción propio del espacio de Marxalenes en manos de los actuales gestores. El 27 de marzo de 2024, se renovó la filosofía Bombas Gens y pasó a ser un centro de artes digitales. Desde entonces más de 270.000 visitantes han pasado por el espacio cultural, según Jordi Sellas, director artístico de Bombas Gens Centre d'Arts Digitals.
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