Visenta, la iaia feminista que se ha hecho viral con sus consejos para jóvenes desde Valencia
El personaje, una creación de IA, advierte de que «un niño sin límites no es libre», denuncia los riesgos del turismo y recuerda que «el feminismo no os va a quitar nada, leñe. Lo único que os pide es educación básica» I En poco más de una semana ha conseguido miles de seguidores
«Un niño sin límites no es libre, un niño sin límites es un tirano con chupete, leñe». «Tenéis miedo a frustrarles y lo que estáis haciendo es joderles la vida. Educar no es solo dar gusto es también enseñar a aguantar el disgusto». «Ahora dices No y te montan un juicio con psicóloga, abuela, cuñada y grupo de whatsApp de madres opinando. Che, ves a fer la má». Lo dice la iaia.
Tal vez ya lo ha visto en las redes, pues son miles quienes están siguiendo a la 'iaia Visenta', un personaje, una influencer de avanzada edad que lo está petando. La iaia Visenta, como se descubre por su propio nombre, es valenciana, fruto de la IA. Detrás de ella está Manuel, un profesional del universo audiovisual, cuya creación se ha hecho viral. Una mujer de avanzada edad, con pelo cano recogido, bata de flores, las gafas de cerca colgando sobre el pecho y rebeca, encarna la voz de la experiencia para ofrecer el retrato mismo de la sociedad.
La iaia, «inspirada en mi abuela» -relata Manuel- ha llegado para agitar conciencias, para llamar la atención sobre esas cuestiones sociales que preocupan, pero sobre todo para poner el dedo en la llaga de »la crianza de los hijos». Y vaya que ha llamado la atención. En poco más de una semana «ya ha tenido unas 370.000 visualizaciones», apunta Manuel. Defiende a las mujeres, pero no condena a los hombres, alerta de los hipócritas que dejan a los «abuelos aparcados» y de los problemas del turismo en Valencia: «Mi barrio parece un decorado«.
Visenta aparece en las pantallas ocupando un puesto frente al público y lanzando sus mensajes con claridad. Una claridad que la lleva a llamar la atención de manera constante con términos tan valencianos como «collons» o «ves a fer la má». No faltan los «cojones». Dice Manuel que es una manera de captar la atención mediante un lenguaje muy próximo, el que todos entienden. Y es que conviene llegar a muchos, a cuantos más mejor.
En su lucha por enseñar a criar, la iaia no sólo se dirige a los padres, también a los jóvenes. Es feminista, defiende a las mujeres, pero no condena a los hombres. Dice «a ver criaturas que el feminismo no os va a quitar nada, leñe. Lo único que os pide es educación básica: hola, gracias y no es no. Con eso ya ligáis más». Y a los «machitos de teclado» les indica que si se les cae el mundo «porque ellas ganan más, eso no es ideología, es ego con hambre, ¡cojones!». Y llega entonces la advertencia para «mis nietas» a bajar «un punto la bayoneta. No todos son basura, ¡coño! Algunos son reciclaje; se les enseña y sirven. El resto al contenedor marrón y puerta». La lección termina con una afirmación clara: «Ni guerra de sexos ni cursilería, respeto y reglas claras, hostia».
Insiste en la defensa de las mujeres: «Escúchame reina, no estás casada con un hombre, estás casada con su botella y si no reconoce el problema no cambia y punto. No eres una puta ambulancia con patas, carinyet, eres persona». Y no falta la reflexión sobre el trato a los mayores que un día serán los mismos que la escuchan. «¿Quién coño cuida al que ya crio a cinco y ahora come solo un yogur caducado?.. La soledad es la epidemia real».
Un fenómeno viral. Un personaje que pisa con fuerza los escenarios que Manuel le ha creado con la IA queriendo «mostrar a una 'influencer' mayor», porque no sólo tiene que haberlas guapas. La sabiduría de los viejos ha conquistado las redes. El creador de la 'iaia Visenta' habría querido que hablara valenciano, pero no es posible: «La IA no sabe valenciano». Habla «con acento catalán».
Visenta ya ha salido en alguna tele. Su viaje es imparable. No se la pierdan. Seguro que les sorprende y algo aprenden. Y no lo olviden, es valenciana. Una valenciana que no encuentra obstáculos para lanzar sus reivindicaciones y denuncias sociales. El jueves se subió a la escultura del Rei Jaume I para contarnos la historia de una «Valencia conquistada por chanclas con calcetines». Lo dicho, no se la pierdan
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