Piscinas y resorts perrunos, el negocio al alza en la Comunitat

Con termómetros que superan los 38 grados en gran parte de la Comunitat Valenciana, no solo las personas sufren las consecuencias del calor extremo. Los perros, presentes en cada vez más hogares, también padecen las altas temperaturas, pero a menudo sin que seamos plenamente conscientes de la magnitud de ese sufrimiento. Por este motivo, espacios especializados que ofrecen una solución refrescante: piscinas para perros.

Estas instalaciones están repartidas por todo el territorio, desde Castellón hasta Alicante, y ofrecen a los animales un lugar donde no solo pueden refrescarse, sino también socializar y disfrutar en un entorno seguro. El uso de piscinas caninas va más allá del simple ocio: se han convertido en una herramienta clave para preservar la salud física y emocional de los perros en los meses de más calor.

Una de estas instalaciones es la Residencia Canina EcoCan, ubicada en Picassent. Su responsable, Adrián Salvador, confirma que durante los meses de verano las visitas aumentan notablemente: «Acuden perros de todo tipo, muchos vienen a darse un chapuzón y a pasarlo bien». Salvador también destaca el creciente interés de las familias por garantizar el bienestar de sus animales: «La piscina es uno de los servicios más demandados en verano, tanto por razones terapéuticas como recreativas».

En Castellón de la Plana, el resort canino Gos Aventura ofrece una experiencia similar. Según Laura Expósito, coordinadora del centro, el objetivo es que las mascotas puedan disfrutar de sus vacaciones como es debido. «La joya de las actividades que ofrecemos es la piscina, los animales la disfrutan mucho», afirma.

Para muchas personas que recurren al resort, sus perros son un miembro más de la familia y buscan lo mejor para ellos. Estas instalaciones no solo permiten un alivio frente al calor, sino que han sido diseñadas como espacios de bienestar integral. Muchas cuentan con zonas de sombra, juegos interactivos, ejercicios acuáticos, servicios de adiestramiento y actividades adaptadas a las necesidades de cada animal.

Todo ello configura una experiencia completa que cuida tanto el cuerpo como el estado anímico de los perros. «Cuando los perros entran en Gos Aventura, no miran atrás, se ponen muy contentos», relata Laura con entusiasmo. En cuanto al coste, el precio por sesión en estas piscinas suele oscilar entre los 15 y 20 euros, dependiendo del tamaño del perro.

Sin embargo, no todos los centros permiten la entrada de los dueños. En el caso de Gos Aventura, por ejemplo, decidieron cerrar el acceso al público en 2024 debido a conflictos que se generaban entre los acompañantes. «Antes consentíamos la entrada a los acompañantes, pero había mucho conflicto, así que hace un tiempo decidimos cerrar las piscinas al público», comenta Laura. Lo que inicialmente podía parecer una moda de verano se ha consolidado como una tendencia en alza, reflejo de una nueva manera de entender la relación entre humanos y animales.

La preocupación por el bienestar animal ya no es algo marginal, sino parte del día a día de muchas familias. Como apunta Adrián, «en muchas ocasiones acuden simplemente para resguardarse del calor», lo que indica un mayor nivel de conciencia respecto a las necesidades de los perros. En un contexto de temperaturas extremas, estas piscinas se han convertido en espacios esenciales para garantizar la salud y calidad de vida de las mascotas. Representan una apuesta por una convivencia más empática y respetuosa, donde los perros ya no son solo «mascotas», sino verdaderos compañeros de vida.

Pero, más allá de ser una mera alternativa para el calor, las piscinas caninas evidencian como se han ido incorporando nuevas formas de ocio en el que los animales también tienen su espacio. A medida que esta sensibilidad colectiva evoluciona, no cabe duda de que iniciativas como EcoCan y Gos Aventura seguirán marcando el camino hacia un futuro más inclusivo y adaptado a todas las especies que comparten nuestro entorno. Al fin y al cabo, para muchos, los seres peludos son su vida, por ese motivo, siempre habrá que cuidarlos y darles el trato que merecen.

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