Un libro para cada valenciano

«Siento absoluta admiración a los médicos. 'Ebrio de enfermedad', de Anatole Broyard, ofrece la visión del enfermo que se rebela ante la necesidad de los médicos de convertir su enfermedad en rutina, en parte de una estadística cuando para él es un hecho extraordinario. El autor reivindica la autoría de su cáncer de próstata frente a los que quieren quitarle el mérito y explicarla con razones científicas. Es un libro inteligente, divertido y humaniza al enfermo».

«A una persona que se dedica a los libros, le recomendaría 'Warburg & Beach' (Salamandra Graphic), con guión de Jorge Carrión e ilustraciones de Javier Olivares. La historia paralela de la librera Sylvia Beach, fundadora de la célebre Shakespeare & Company, y de Aby Warburg, creador de la biblioteca que lleva su nombre, construida a partir de las afinidades entre los libros. Una inspiración y un maravilloso homenaje a librerías y bibliotecas».

«El 'Romancero Gitano', de Lorca, ilustrado por Ricardo Cavolo. Los vínculos personales de Cavolo con el pueblo gitano se hacen evidentes en la sensibilidad y delicadeza que pone en cada doble página. Los poemas de Lorca se unen a verdaderos poemas visuales. Precioso y necesario aunque duro, es un libro para conectar con emociones muy humanas».

«El interés por la memoria reciente no es exclusivo de España. Todos los países que han tenido un pasado traumático necesitan hacer un ejercicio de reflexión y reconciliación. La novela gráfica 'Justin' (Astiberri), de Julien Fey y Nadar, trata sobre esos franceses que, durante la ocupación nazi, fueron 'obligados' a trabajar en las fábricas alemanas. A su vuelta sufrieron el desprecio de sus compatriotas. Un cómic, necesario y emotivo».

«Les recomendaría a los informáticos un título que les alejara de su oficio, que les desconectara de su realidad y les conectara con otra. Leer ha de ser un viaje. Y se viaja sólo si se aleja uno de sí mismo para entrar en otra dimensión. Por eso les recomendaría 'Trafalgar', de Benito Pérez Galdós, una de las mejores novelas de aventuras que se han escrito».

«Recomendaría el libro del filósofo francés Michel Onfray 'Teoría del cuerpo enamorado' (Pre-Textos). Como afirmó Spinoza, 'nadie sabe lo que puede un cuerpo' y lo que propone Onfray es la apertura al goce, por encima de restricciones moralistas, una erótica solar que contempla también 'la feliz voluptuosidad de las libidos gozosas'. Una vitalista lección de libertad y apertura, imprescindible en estos tiempos».

«'El olor del bosque', de Hélène Gestern. Es un libro delicioso, muy bien escrito y muy bien traducido del francés por Laura Sales Rodríguez. Cuando lo leí lo disfruté y me emocioné en muchas ocasiones. La protagonista es una archivera que trabaja en París para una fundación dedicada a la recuperación de los archivos postales».

«'El Señor de las Moscas', de William Golding. Todo empieza cuando un avión que transporta a un grupo de estudiantes se estrella en una isla desierta. Sólo sobreviven al accidente niños. Su supervivencia depende de la cooperación entre ellos. La novela es una alegoría de la naturaleza humana. De su lectura extraemos valiosas lecciones sobre liderazgo, la relación entre subordinados, las tensiones del trabajo en equipo o la asunción de responsabilidades individuales».

«'Contra Amazon', de Jorge Carrión, un libro que mezcla crónica, entrevista, historia y ensayo, una obra que invita al viaje y a la lectura y que reivindica el papel de las librerías como lugares de aprendizaje sentimental, poniendo en valor el papel del pequeño comercio frente a las mastodónticas plataformas del comercio online como Amazon».

«Los cómics educativos pueden ser un mero manual ilustrado, poco atractivo para el lector, o divertir mucho e informar poco. Jordi Bayarri logra el equilibrio perfecto en la 'Colección de científicos', que viene desarrollando con gran éxito desde hace años. En ella explica la historia detrás de esas grandes figuras cuyas ideas han dado forma a nuestra civilización, como Marie Curie, Galileo o Hipatia. Lo hace de forma amena».

«Puesto que considero que un militar es una persona y, así, una sensibilidad antes que cualquier otra cosa, le recomendaría el 'Cántico espiritual' de Juan de Yepes. Y añadiría: no importa que no lo entiendas, tampoco entiendes cómo vuela el pájaro y te llenas los ojos con su vuelo. Despliega las alas y déjate llevar, porque no es a Juan al que leerás, sino al mismo amor cantando la belleza eterna».

«Cualquiera que se dedique a la pintura conocerá a Artemisia Gentileschi, pero recomiendo 'Artemisia' (Periférica), de Anna Banti. La novela recupera la figura de la mujer, su vida. Narrada a dos voces, como a dos tiempos, Banti cuenta todo lo que peleó Artemisia para hacerse un hueco en el arte. La escritora reescribe la historia de la artista y, a su vez, su novela, durante la Guerra Mundial en un incendio se quemó el manuscrito de la novela».

«'Hoops', de Genie Espinosa (Sapristi), es un relato con una estética digna de grandes videoclips, donde la música está presente a través de distintas canciones, que nos acompañan en el viaje de las tres protagonistas en una distopía, donde confluyen, estética urbana, perreo, influencias pop, amistad y desde luego te dejan con ganas de más. Un canto a lo Rosalia con lenguaje propio, una maravillosa narrativa con explosión de color»

«'Los niños perdidos (un ensayo en 40 preguntas)', de Valeria Luiselli, es un libro que me encantaría comentar con una abogada o abogado. Luiselli comparte su experiencia como traductora para la defensa de los niños indocumentados que llegan a EEUU tras ser traficados por frontera mexicana. A las cuestiones que la Corte Federal de Inmigración aplica a los niños, se suman las de su hija, las suyas propias, frente al sistema migratorio despiadado de EEUU».

«De una bibliotecaria de museo viene esta recomendación lectora para los escritores y escritoras: 'Les estructures elementals de la narrativa». El reciente ensayo de Albert Sánchez Piñol explota su vertiente más antropológica para analizar los mecanismos de las grandes historias narrativas y así ayudar a escribir relatos y a los lectores a analizarlos».

«Me gustan las preguntas. Pueden ser ingenuas, resolutivas o capciosas, pero siempre generan un diálogo. En mi oficio como dramaturgo he comenzado las historias a partir de preguntas. '¿Y si…..?'. '¿De verdad está diciendo que hay ciertas situaciones en las que el presidente puede decidir si en interés de la nación puede hacer algo ilegal?', se lee en 'Nixon-Frost', un monumento al oficio de la pregunta, al periodismo.

«Se me ocurre recomendar 'El libro de los símbolos', que trata, a modo de guía, sobre los conceptos principales en diferentes épocas y culturas. Aquí se pueden encontrar todo tipo de símbolos que pueden ser reinterpretados para crear evocaciones gráficas que nos transporten a un gran abanico de posibilidades conceptuales»