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Entrevista a Nacho López, director specialities zona Levante


-¿Cómo definiría Aon y cuál es su papel dentro del mundo empresarial?
–Aon es una firma global de servicios profesionales especializada en la gestión de riesgos y personas. Nuestro propósito es ayudar a las empresas a tomar decisiones mejor informadas en un entorno cada vez más incierto. En la práctica, acompañamos a nuestros clientes en la identificación de los riesgos que pueden afectar a su negocio y en el diseño de estrategias que les permitan proteger su patrimonio y mantener su capacidad operativa.
-Diriges las especialidades de Crédito, Ciber y Caución en la zona de Levante. ¿Qué retos principales están afrontando las empresas en estos ámbitos?
-Diría que los desafíos son distintos, pero comparten una misma raíz: la incertidumbre. En Crédito, la preocupación es la morosidad y el impacto directo que tiene sobre la tesorería. En Caución, la dificultad de acceder a garantías sin consumir recursos bancarios. Y en Ciber, el riesgo creciente de ataques que pueden comprometer información sensible o paralizar la producción. Las empresas se enfrentan a riesgos más complejos que nunca, y nuestra labor consiste en ofrecerles estabilidad en medio de esa volatilidad.
-Empecemos por Crédito. ¿Se percibe un repunte de la morosidad en la Comunidad Valenciana?
-Sí, especialmente en sectores industriales, de alimentación y distribución. Estamos viendo un alargamiento de los plazos de pago y una mayor exposición al impago, algo que puede tensionar la liquidez incluso de compañías sólidas. El crédito comercial es uno de los activos más importantes de cualquier empresa, pero también uno de los más vulnerables. Anticiparse y proteger esa cartera es una cuestión de supervivencia financiera.
-En cuanto a Caución, ¿qué tipo de necesidades detectáis con más frecuencia?
-Muchas empresas se ven limitadas por la necesidad de presentar avales bancarios que consumen sus líneas de crédito. Esto reduce su margen de maniobra para invertir o crecer. A través de soluciones de caución, pueden disponer de las garantías necesarias sin comprometer su financiación. En definitiva, se trata de liberar capacidad financiera y mejorar la posición competitiva de la empresa.
-El riesgo cibernético es, sin duda, uno de los grandes temas del momento. ¿Qué está ocurriendo realmente en las empresas?
-Vivimos un incremento exponencial del cibercrimen corporativo. En España, los delitos informáticos han aumentado más de un 70% en los últimos años, y las pymes son las más vulnerables. Los ataques no se limitan a robo de datos; hoy hablamos de secuestro de sistemas, suplantación de identidades o fraudes financieros que pueden comprometer gravemente la operativa de una empresa. Un simple correo electrónico manipulado puede derivar en pérdidas de cientos de miles de euros.
-¿Qué tipo de ataques están afectando más al tejido empresarial de la región?
-El ransomware continúa siendo la amenaza principal: bloquea los sistemas hasta que la empresa paga un rescate. Pero también están creciendo los casos de fraude al CEO, suplantación de proveedores, robo de credenciales y ataques a la cadena de suministro. Estos incidentes no sólo generan pérdidas económicas, sino también reputacionales y legales. Lo preocupante es que muchas empresas no disponen de protocolos de respuesta ni planes de continuidad.
-¿Cómo pueden prepararse las empresas ante un escenario tan cambiante?
-El primer paso es asumir que la ciberseguridad no es un asunto técnico, sino estratégico. Hace falta una visión global del riesgo: formación interna, prevención tecnológica, simulacros de respuesta y un marco de gobernanza claro. Desde Aon ayudamos a las empresas a evaluar su nivel de exposición, diseñar planes de contingencia y establecer mecanismos de protección adecuados. No se trata de eliminar el riesgo, sino de gestionarlo con inteligencia.
-¿Qué mensaje trasladaría a los empresarios de la Comunidad Valenciana en este contexto?
-Que gestionen el riesgo con la misma profesionalidad con la que gestionan sus ventas o sus finanzas. El entorno actual exige anticipación. Los riesgos financieros, contractuales y tecnológicos pueden aparecer de forma repentina, pero una empresa preparada puede convertir esa vulnerabilidad en ventaja competitiva. Nuestro papel en Aon es precisamente ese: ayudarles a tomar decisiones con confianza y proteger lo que más valor tiene, su capacidad de seguir operando. La Encuesta Global de Riesgos 2025 de AON pueden ayudar a descubrir los riesgos más críticos a los que se enfrentan las organizaciones hoy en día, con resultados específicos para España.