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Entrevista a Luis Capilla, responsable de la oficina de Valencia de Mirabaud WM


-Luis, cuéntenos cómo ha sido la evolución de Mirabaud en España y, concretamente, en Valencia.
–Mirabaud llegó a España, incluida Valencia, en 2012. Sin embargo, su historia se remonta a 1819, en Ginebra, donde nació como un banco familiar. Hoy en día, sigue en manos de la séptima generación de la familia fundadora. Hemos ido creciendo de manera progresiva, con oficinas en Madrid, Barcelona y Valencia. En Mirabaud decimos que somos “una start-up de 200 años”: una casa con dos siglos de historia que no ha dejado nunca de innovar y adaptarse al ritmo de sus clientes. Nuestra forma de entender la banca privada se apoya en cuatro valores que son mucho más que palabras: Independencia, Convicción, Responsabilidad y Pasión. Esta filosofía nos acompaña en todo lo que hacemos.
-¿Qué peso tiene la oficina de Valencia dentro de la estructura nacional de Mirabaud?
-Contamos con un equipo de 4 profesionales, 2 de ellos banqueros especializados en la gestión de grandes patrimonios, y representamos algo más del 30% de la estructura nacional de gestión patrimonial del banco. Nuestra fortaleza reside en combinar un profundo conocimiento del mercado local con el respaldo y las sinergias que nos ofrece el grupo internacional. En Valencia trabajamos con una filosofía muy clara: ofrecer un servicio personalizado y cercano, con una visión de largo plazo. Acompañamos a nuestros clientes, familias, grupos empresariales y family offices en cada decisión, ya sea de inversión, planificación sucesoria o estructuración patrimonial. De hecho, por nuestro enfoque y manera de trabajar, podríamos decir que funcionamos casi como un multifamily office. Mantenemos una total alineación con las oficinas de Madrid y Barcelona, con las que trabajamos de forma coordinada y complementaria. Quienes formamos parte del Grupo Mirabaud remamos en la misma dirección, con una visión común que nos permite ofrecer el mismo nivel de excelencia y servicio en toda España.
-Mirabaud apuesta por atraer y retener talento. ¿Cómo se refleja esto en la oficina de Valencia?
-El talento es el motor que impulsa nuestro trabajo en Valencia. En mayo de 2024 se incorporó Sergio Bernal, un profesional joven y muy prometedor, que ya ha sido nominado como finalista al premio al mejor banquero promesa de Citywire España 2025. Estamos encantados con su llegada y con la frescura que ha aportado al equipo. Estamos en proceso de incorporación de nuevos profesionales que encajen con la filosofía de Mirabaud y con nuestros valores. Buscamos que encuentren en la entidad un espacio que les permita desarrollar su espíritu emprendedor. Para nosotros, no se trata solo de crecer en número; buscamos personas que sean multidisciplinares y se comprometan de verdad con la excelencia en el servicio a nuestros clientes. Cada nueva incorporación nos impulsa a seguir creciendo, afrontar nuevos retos como equipo y mantener la ilusión en todo lo que hacemos.
-Mirabaud combina tradición e innovación. ¿Cómo se refleja esto en la oficina de Valencia y qué la distingue del resto de plazas españolas?
-En Valencia intentamos sacar lo mejor de ambos mundos. Por un lado, contamos con todas las herramientas y la tecnología que nos ofrece el grupo, que nos permiten estar a la vanguardia y ofrecer soluciones sofisticadas. Por otro, nunca perdemos el trato cercano y personalizado que nos gusta ofrecer a quienes confían en nosotros. Nuestra experiencia local nos permite entender a fondo el mercado y el tejido empresarial de la región, y sentirnos parte activa de su crecimiento y desarrollo. La combinación de nuestra trayectoria local con la solvencia global del grupo ha posicionado a la oficina de Valencia por encima de los estándares internacionales de asesoramiento. Pero seguimos buscando superarnos cada día. En un entorno como el nuestro, donde existen otras oficinas y entidades de primer nivel, entendemos la competencia como un impulso que nos anima a perfeccionar nuestro trabajo y a no acomodarnos.
-¿Cuáles son los planes de futuro para la oficina de Valencia?
-De cara al futuro, en Valencia nuestro principal objetivo es llegar a más clientes y seguir cuidando a quienes ya confían en nosotros. Queremos continuar creciendo con un equipo sólido e incorporar profesionales que aporten ideas nuevas. Por otro lado, la sostenibilidad y los criterios ESG seguirán siendo pilares de nuestra manera de trabajar. Miramos al futuro con la idea de que cada decisión que tomemos genere un impacto positivo, no solo para nuestros clientes, sino también para la comunidad. Además, trabajamos para potenciar las sinergias con las oficinas de Madrid y Barcelona y así ofrecer soluciones más completas. También nos gusta explorar alianzas con otras firmas que aporten valor. En abril anunciamos junto a AltamarCAM una estrategia evergreen semilíquida enfocada en la inversión en capital privado en todo el mundo. Este tipo de colaboraciones nos permite ofrecer soluciones exclusivas y adaptadas a nuestros clientes en Mirabaud. Asimismo, Mirabaud ofrece alternativas de inversión muy actuales, como los hedge funds. Con nuestro fondo Haussmann, que tiene el honor de ser el primer fondo de fondos de hedge funds del mundo desde 1974, contamos con una posición privilegiada que pueden aprovechar tanto nuestros clientes actuales como los potenciales. Con todo esto, miramos al futuro con confianza. Sabemos que factores como la inestabilidad geopolítica, los tipos de interés o la inflación pueden influir en los mercados, pero nuestra hoja de ruta nos permite seguir ofreciendo un servicio de calidad, como siempre lo ha hecho Mirabaud.
-Ahora hablemos de usted. ¿Cómo empezó su andadura en el mundo financiero?
-Mi vínculo con el mundo financiero viene de familia. Desde pequeño conviví con el ambiente bancario y con la contabilidad gracias a mi padre y a mi abuelo, que fueron una gran inspiración. Estudié Empresariales en la Universidad de Valencia y, desde entonces, he desarrollado mi carrera en el sector financiero, siempre muy ligado a la gestión patrimonial y al trato directo con los clientes. Después de más de 30 años, sigo disfrutando de este trabajo como el primer día, especialmente por la relación de confianza que se construye con cada familia.
-Para cerrar, Luis, ¿qué consejo daría a quienes quieren empezar a trabajar en el mundo de la banca privada?
-Esta profesión exige pasión, curiosidad y constancia. Hay que entender a las personas, escuchar sus necesidades y acompañarlas en decisiones importantes de su vida y de su patrimonio. Quien se adentra en este mundo debe estar dispuesto a aprender constantemente, a adaptarse y, sobre todo, a trabajar con responsabilidad y discreción. Y, por supuesto, disfrutar del camino, porque cada cliente es distinto y siempre aporta algo nuevo.