Artículo de opinión de Ignacio Gil Pechuán, director del Área de Cátedras de Empresa y Empleo de la UPV

Las Cátedras de Empresa constituyen un pilar esencial en la interacción entre la Universitat Politècnica de València (UPV) y el tejido socioeconómico, integrándose de manera plena en el plan estratégico UPV-SIRVE, que orienta a la comunidad universitaria hacia el servicio a la sociedad y la promoción de proyectos con impacto real y positivo. Gracias a este enfoque, el programa mantiene un crecimiento constante y supera ya las 110 cátedras y aulas de empresa activas, situando a la UPV como universidad líder en España en materia de colaboración universidad-empresa.
Uno de los elementos más relevantes del programa es su impacto directo en la formación del estudiantado. Las cátedras proporcionan una formación complementaria, aplicada y de alto nivel, acercando al alumnado a la realidad profesional mediante actividades que fomentan el contacto directo con el entorno empresarial. Esta vinculación mejora su preparación para integrarse en la sociedad como profesionales sólidos, competentes y alineados con las demandas más actuales del mercado laboral.
Asimismo, las Cátedras de Empresa actúan como un motor de transferencia de conocimiento y de generación de proyectos de alto valor añadido. Impulsan iniciativas colaborativas en docencia, investigación y transferencia tecnológica, reforzando la conexión de la UPV con su entorno socioeconómico. Seminarios, jornadas, competiciones y el apoyo a Trabajos Fin de Grado, Máster y tesis doctorales -entre muchas otras actividades- ilustran la amplitud y diversidad de esta relación estratégica.
La confianza que empresas e instituciones depositan en la UPV se refleja tanto en el crecimiento y la continuidad del programa como en sus resultados económicos, que han superado los 6,8 millones de euros en ingresos. Esta cifra demuestra la solidez del modelo y la credibilidad que la UPV inspira, ampliando las oportunidades de formación e investigación de excelencia.
Finalmente, la Excelencia, componente culminante del modelo UPV-SIRVE, se hace visible en la ambición y calidad de las iniciativas desarrolladas. El impulso de nuevas cátedras en 2025 y las previstas para 2026, junto con la puesta en marcha de jornadas, investigaciones y proyectos de relevancia nacional e internacional, confirma que en la UPV la excelencia no es solo un objetivo, sino una actitud permanente: la voluntad de seguir avanzando y de «hacer bien las cosas» de forma continua.