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Una división especializada en optimización operativa, transformación empresarial y mejora del rendimiento económico
Implica Corporate Finance refuerza en 2025 su apuesta por la creación de valor con el lanzamiento de Implica Operating Value, una división especializada en optimización operativa, transformación empresarial y mejora del rendimiento económico.
Su propósito es claro: ayudar a empresas y fondos de inversión a detectar, capturar y consolidar el valor operativo que se pierde en el día a día de la gestión, convirtiendo las ineficiencias en resultados medibles sobre el EBITDA y la generación de caja.
Dirigida por Carla Bassó, socia de Implica Corporate Finance, la división trabaja con fondos mid-market, grupos industriales y empresas familiares que buscan dar un salto en eficiencia, profesionalizar su modelo de gestión y ganar tracción en la creación de valor a medio plazo.
Implica Operating Value nace del triple compromiso de Implica: entender el valor de una compañía, construirlo y defenderlo.
De esa visión surge la necesidad de impulsar una división que trabaje desde dentro de las organizaciones, convirtiendo la gestión en una palanca real de creación de valor a través de la mejora de procesos, la eficiencia operativa y el desarrollo de las personas.
Implica Operating Value no se limita a analizar o recomendar; busca la transformación con impacto real.
Su objetivo es convertir el análisis en un plan de trabajo priorizado, centrado en las palancas que maximizan los resultados y generan efectos tangibles sobre el EBITDA y la caja.
Cada diagnóstico se traduce en acciones ejecutables y medibles, implantadas junto a los equipos del cliente mediante un acompañamiento exigente, intensivo y también formativo, que combina rigor técnico con desarrollo de capacidades internas.
De este modo, la mejora no se queda en el papel: se ejecuta, se consolida y se convierte en valor sostenible.
Su metodología registrada, la OBR (Operational Business Review), permite analizar la empresa de forma transversal y ágil, identificando en pocas semanas las oportunidades de mejora que maximizan el valor de la compañía.
El OBR conecta procesos comerciales, productivos, financieros y organizativos, ofreciendo una lectura integral del modelo operativo y cuantificando el impacto económico de cada decisión.
A partir de ahí, se diseña un plan de trabajo estructurado y priorizado, con responsables, plazos y seguimiento, garantizando que la transformación avance con foco y disciplina.
Los resultados son medibles:
Esa capacidad de conectar puntos —ver cómo decisiones aisladas en compras, operaciones o pricing se combinan para liberar valor— es uno de los rasgos diferenciales del enfoque Implica.
Este modelo se complementa con una herramienta propia: el OBR Performance Index, un sistema de autodiagnóstico que permite evaluar el nivel de gestión y madurez operativa de la compañía.
A través de un cuestionario estructurado y de amplio alcance, analiza las prácticas de gestión por áreas —estrategia, clientes, operaciones, control de costes, organización y personas— y genera un informe con resultados, comparativas y recomendaciones.
El OBR Performance Index ofrece a la dirección una visión objetiva del performance de su empresa frente a las mejores prácticas de gestión, y se convierte en un punto de partida sólido para orientar decisiones de mejora.
Complementado con el diagnóstico OBR, permite obtener una lectura precisa y rápida de las palancas que deben activarse para maximizar el valor, sin necesidad de largos procesos de análisis.
En un plazo aproximado de dos meses, la empresa dispone de una hoja de ruta clara y priorizada que define qué hacer, en qué orden y con qué impacto esperado, permitiendo capturar valor desde los primeros meses de ejecución.
Implica Operating Value aplica su metodología OBR en entornos diversos —crecimiento, eficiencia, integración o procesos de inversión—, calibrando el alcance y las palancas según la madurez de la organización, para asegurar resultados tangibles en rentabilidad y generación de caja a medio/largo plazo.
Además, la división ha desarrollado servicios específicos para situaciones clave en la vida de la compañía o en procesos de inversión, en los que la visión operativa resulta determinante para generar valor.
Uno de ellos es el PEPOC (Preparación de la Empresa para una Potencial Operación Corporativa), un programa diseñado para compañías que contemplan una futura operación de M&A sin necesidad de tener una fecha definida.
A lo largo de un año, la empresa recorre un proceso que combina formación y preparación práctica sobre el proceso de compraventa con una revisión operativa en profundidad bajo metodología OBR.
Este acompañamiento permite al empresario entender cómo se valora una empresa, cómo se construye ese valor y cómo se defiende, fortaleciendo su estructura y, sobre todo, mejorando su valor.
Durante el proceso, la aplicación del OBR permite identificar y activar palancas de eficiencia que incrementan el EBITDA y la generación de caja.
La realidad es que entre un 50 % y un 70 % de las operaciones corporativas no llegan a buen término, normalmente por desajustes internos que emergen durante el proceso. El PEPOC permite anticipar y resolver esos puntos críticos, combinando la mejora operativa con la preparación estructurada para la operación, y garantizando que la compañía llegue más sólida, más rentable y mejor posicionada para defender su valor.
Por su parte, la Operational Due Diligence (ODD) está orientada a fondos de inversión y grupos corporativos que necesitan evaluar el rendimiento operativo real de una compañía antes de invertir o adquirir.
Mientras que las due diligence tradicionales se centran en los ámbitos de mercado, financiero, fiscal o legal, la due diligence operativa analiza la eficiencia de los procesos (comerciales, productivos, de aprovisionamiento, logísticos), el modelo organizativo, la estructura de costes, la capacidad de generación de caja y el potencial de mejora post-adquisición (upside operativo).
Implica Operating Value es capaz de detectar y cuantificar ese upside operativo, ofreciendo un análisis detallado y cuantificado que sirve como base sólida para el plan de negocio del inversor.
En compañías de tamaño medio —con facturaciones entre 25 y 60 millones de euros— se identifican upside operativos de entre 400.000 y 1 millón de euros, dependiendo del punto de partida y de la capacidad de ejecución.
Este enfoque permite ofrecer una visión más completa, rigurosa y realista de la empresa objetivo, anticipando oportunidades de mejora y facilitando la planificación de las palancas de integración y creación de sinergias desde el inicio.
En todos los casos, el compromiso de Implica Operating Value es el mismo: crear valor y asegurarse de que ese valor se capture.
Nos diferenciamos por la forma en la que perseguimos el resultado: analizamos con rigor, priorizamos con criterio y acompañamos con intensidad hasta que los cambios se traducen en resultados reales.
Una parte significativa de la retribución de Implica Operating Value está vinculada directamente al impacto obtenido, alineando sus incentivos con los de la propiedad o el inversor.
Su combinación de rigurosidad analítica, conocimiento operativo y acompañamiento real en la ejecución convierte a Implica Operating Value en un socio estratégico para transformar la gestión, optimizar resultados y construir valor sostenible a largo plazo.