Elena de la Poza., vicerrectora de Empleo, Formación Permanente y Lenguas de la UPV

Elena de la Poza es vicerrectora de Empleo, Formación Permanente y Lenguas de la Universitat Politècnica de València (UPV), cargo desde el que, entre otras muchas funciones, coordina la relación entre las empresas y la universidad.
-Las cátedras de empresa son el máximo exponente de la relación entre universidad y empresa. ¿Cómo se define esa relación en estos momentos?
-En estos momentos, la relación entre la universidad y la empresa atraviesa uno de sus mejores periodos, como demuestra el elevado número de cátedras actualmente activas: un total de 110. Hemos crecido de forma sostenida y exponencial, y nuestra intención es continuar haciéndolo. Esta colaboración constituye un elemento clave para el progreso de las sociedades innovadoras.
-¿En qué pueden beneficiarse mutuamente los dos ámbitos?
-Para las empresas, participar en la creación y funcionamiento de Cátedras y Aulas de Empresa, además de ser una expresión de responsabilidad social corporativa con impacto positivo en la sociedad, supone una oportunidad para mantener un contacto estrecho con la vanguardia de la investigación, el conocimiento y el talento generado en la universidad. Les permite, además, asociar su nombre a la historia, el prestigio y la marca de la Universitat Politècnica de València, contribuyendo de manera directa a la formación de profesionales y al desarrollo económico y social, respetuoso con el medio ambiente. Para la comunidad universitaria -estudiantado, profesorado y personal investigador-, las Cátedras y Aulas de Empresa facilitan la relación con empresas comprometidas con el conocimiento y la innovación, y propician espacios de diálogo a través de actividades de formación, divulgación, transferencia de conocimiento e investigación. En un contexto global caracterizado por la innovación constante y la competitividad, esta colaboración no solo beneficia a los actores implicados, sino que también impulsa el desarrollo económico, social y tecnológico.
-¿Qué contribución realizan las cátedras al proyecto de la Universitat Politècnica de València?
-Las Cátedras y Aulas de Empresa contribuyen de manera directa a reforzar el proyecto universitario de la UPV, ampliando y diversificando la oferta de actividades académicas, formativas y de transferencia dirigidas al estudiantado y al profesorado. Gracias a ellas, los centros y unidades de la UPV pueden desarrollar iniciativas que enriquecen la docencia, impulsan la investigación aplicada y fomentan la conexión con los retos reales del entorno productivo. Cada cátedra se articula mediante un convenio que establece un modelo de colaboración estable y estructurado entre la universidad y la empresa, alineado tanto con el ámbito de actuación de la entidad colaboradora como con el área de conocimiento del centro universitario. Este marco permite generar sinergias duraderas que fortalecen la excelencia académica, la innovación y la proyección social de la UPV.
-¿Hacia dónde le gustaría que avanzasen las cátedras de empresa en los próximos años?
-La colaboración universidad-empresa a través de las cátedras es, en esencia, una forma de mecenazgo empresarial que se consolida día a día como una herramienta estratégica para fortalecer la educación superior, la innovación y la transferencia de conocimiento. Mi objetivo es seguir consolidando el programa Cátedras UPV e, idealmente, internacionalizarlo para atraer empresas al territorio valenciano, interesadas por el talento UPV, su oferta formativa y su liderazgo en tecnología e I+D+i. Se trata de un sistema sin límites: cuanto mayor sea el mecenazgo de las empresas hacia la universidad, mayor será nuestra capacidad para fomentar programas innovadores, fidelizar talento en el tejido empresarial regional, impulsar el emprendimiento y reforzar la internacionalización y el posicionamiento de la Comunitat Valenciana y de España. Además, para empresas y particulares, el mecenazgo universitario a través de las cátedras representa una oportunidad de contribuir al progreso social, lo que las convierte en un motor del desarrollo socio-económico de su entorno.
-En la UPV ya se cuentan un centenar de cátedras de empresa. ¿Hay margen de crecimiento?
-Efectivamente, actualmente superamos la centena: contamos con 110 cátedras de empresa y encabezamos el ranking nacional, no solo por número, sino también por volumen de actividad económica, próximo a los siete millones de euros. Sí existe margen de crecimiento, y ¡seguimos avanzando! No podemos ni debemos poner límites a este modelo de mecenazgo, tan ventajoso para las empresas, para la comunidad universitaria y para la sociedad valenciana. El principal beneficiado es, sin duda, el estudiantado: realizar el Trabajo Final de Grado o Máster sobre casos reales que aportan soluciones a la empresa, prácticas en empresa, competiciones, premios y equipamiento se ponen a su disposición para mejorar y ampliar su experiencia académica y aprendizaje en la UPV. Todo ello es posible gracias a la implicación del profesorado, de los directores de cátedra y a la generosidad de las empresas; una colaboración que queda reflejada en este modelo.
--¿Qué actividades se realizan desde el vicerrectorado de la UPV que encabeza?
-Este es un gran vicerrectorado, y no lo digo solo por tener el privilegio de liderarlo, sino porque así lo demuestran los datos. Está compuesto por el Servicio Integrado de Empleo (SIE), el Centro de Formación Permanente (CFP) y el Centro de Lenguas (CDL). El SIE, además de gestionar el programa Cátedras UPV, coordina aproximadamente 10.000 prácticas de empresa al año. También presta servicios de intermediación laboral para estudiantes y alumni UPV, gestiona programas de captación de talento, como Quédate, Skills UP o Emplea, y desarrolla actividades de orientación y formación para mejorar la empleabilidad. Asimismo, cuenta con el Observatorio de Empleo UPV, desde el que se analizan los principales indicadores de empleabilidad y se estudian las necesidades del mercado para anticipar las competencias que demandarán las empresas. Por su parte, el Centro de Formación Permanente forma cada año a más de 50.000 estudiantes de todo el mundo, ofreciendo títulos propios de máster, diplomas de experto universitario y formación específica como las microcredenciales. Finalmente, el Centro de Lenguas fomenta el plurilingüismo de la comunidad universitaria a través de cursos y pruebas de certificación, y promueve el aprendizaje de lenguas y culturas mediante metodologías docentes innovadoras. Como señalaba al inicio, se trata de un gran Vicerrectorado, con cerca de cien personas trabajando al servicio de una formación universitaria superior de calidad.