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La UV ha tejido un modelo de colaboración entre el conocimiento académico y las necesidades reales de la sociedad a través de sus cátedras institucionales y de empresa
Desde hace más de tres décadas, la Universitat de València ha tejido un modelo de colaboración entre el conocimiento académico y las necesidades reales de la sociedad a través de sus cátedras institucionales y de empresa. Estas estructuras, que combinan investigación, formación y transferencia, se han convertido en una herramienta esencial para conectar la universidad con su entorno, generando soluciones que mejoran la vida de las personas y fortalecen el tejido social, económico y medioambiental de la Comunitat Valenciana. Son espacios de encuentro entre la universidad y la ciudadanía, entre la ciencia y la acción, entre la reflexión y el compromiso.
El compromiso de la Universitat de València se ha hecho especialmente visible en momentos de crisis. La DANA que el año pasado afectó gravemente a la provincia de València puso de relieve la importancia de contar con estructuras sólidas de investigación y transferencia. Como siempre ha hecho, la UV orientó su trabajo para dar respuesta a las nuevas necesidades, reforzando y creando cátedras que miran hacia la recuperación, la prevención y la transformación. El conocimiento, cuando se pone al servicio del bien común, se convierte en una herramienta poderosa para reconstruir, proteger y avanzar.
La Cátedra de Cambio Climático, Territorio y Riesgos Ambientales en el Mediterráneo, la más reciente de las cátedras que financia la propia UV, ha desplegado una intensa actividad con seminarios internacionales sobre gestión de catástrofes y planificación en tiempos de riesgo, y con la creación de un Observatorio Mediterráneo de Cambio Climático y Riesgos Ambientales. Sus estudios y cartografía ya sirven de guía a administraciones y agentes sociales en la definición de estrategias de adaptación.
En paralelo, la Cátedra MESVAL ha puesto en marcha un ambicioso programa para la formación ciudadana en emergencias en colaboración con el Ayuntamiento de València, desarrollando talleres prácticos, actividades de divulgación y simulacros que refuerzan la cultura de prevención y resiliencia en la ciudad.
La Universitat también ha querido dar voz a las nuevas generaciones a través de la Cátedra Joventut, en colaboración con el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ), que viene realizando un estudio social de gran alcance sobre la situación de la juventud valenciana. Sus actuaciones ayudan a ofrecer una radiografía precisa de los retos y oportunidades que afrontan los jóvenes, aportando datos esenciales para diseñar políticas públicas más inclusivas y eficaces. Al mismo tiempo, impulsa actividades de debate y participación juvenil que refuerzan el papel de la universidad como agente activo en la construcción del futuro.
La innovación y la sostenibilidad se hacen presentes en la Cátedra AIMPLAS, fruto de la colaboración con el Instituto Tecnológico del Plástico, que centra su labor en la investigación y el desarrollo de conocimientos en el sector del plástico. Sus proyectos abordan la economía circular y el diseño de nuevos materiales más respetuosos con el medio ambiente, situando a la Universitat de València como referente en la transición hacia un modelo productivo más verde y competitivo.
En el ámbito de la salud, la Cátedra de Implantología Dental-BOPT- Leader Medical, financiada por esta compañía, impulsa la investigación y la transferencia de conocimiento en odontología avanzada, integrando la cirugía guiada digital con la filosofía restauradora BOPT para lograr una integración más estética, saludable y duradera. Con formación, investigación clínica e in vitro y actividades de difusión científica, consolida a la UV como referente internacional en innovación odontológica.
El compromiso con la sociedad se extiende también al deporte y la educación en valores. La Cátedra Alqueria del Basket dedica su actividad a estas dos vertientes, fomentando la práctica del baloncesto como herramienta de inclusión y desarrollo personal. Su colaboración con la Fundación Alqueria del Basket acerca la universidad al tejido deportivo y comunitario, reforzando la importancia del deporte como motor de cohesión social.
La transformación energética y tecnológica se sigue impulsando con fuerza a través del programa de cátedras. La Cátedra Power Electronics, creada para fomentar la investigación y la formación en el campo de las baterías y la gestión y almacenamiento de la energía y la Cátedra PowerCo, que colabora en la preparación del primer máster interuniversitario de España sobre fabricación de celdas de baterías que empezará a andar el próximo curso, son dos iniciativas que permitirán situar a la Universitat y a la Comunitat Valenciana como un hub de conocimiento en esta importante materia.
A ellas se suma la Cátedra UV-VaSiC, que trabaja en el desarrollo de materiales avanzados para la industria de microchips y semiconductores, con una financiación de más de cinco millones de euros procedente del PERTE Chip.
La Universitat de València ha asumido el reto de liderar la respuesta académica y científica ante los efectos del cambio climático, la vulnerabilidad territorial y la necesidad de resiliencia. No como un gesto puntual, sino como una estrategia sostenida, como una forma de estar en el mundo. En este camino se inscribe la Cátedra de Pensament Territorial Joan Noguera, un espacio de análisis y reflexión sobre las comarcas de la Safor y las comarcas centrales, que supone además un paso adelante en el desarrollo del Campus de Gandia. También la Cátedra de Territoris Intel·ligents i Sostenibles, en colaboración con la Diputació de València, que aborda los retos del territorio con un enfoque tecnológico, participativo y sostenible.
Cada cátedra es una historia de colaboración, un cruce de saberes entre departamentos universitarios, administraciones públicas, empresas, asociaciones y ciudadanía. Son redes que transforman, que generan sinergias, que muestran los mejores aspectos de nuestra Universitat: su capacidad de adaptarse, de innovar, de transformar. La Universitat de València no ha esperado a que otros actúen. Ha tomado la iniciativa, ha liderado procesos, ha propuesto caminos. Y lo ha hecho desde una mirada integral, que no separa lo técnico de lo humano, lo científico de lo ético, lo local de lo global. Porque los problemas que enfrentamos son complejos, interconectados, y requieren respuestas igualmente complejas y conectadas.
