Entrevista a María Dolores Salvador Moya, vicerrectora de Empleo y Formación Permanente de la UPV.
El Vicerrectorado de Empleo y Formación Permanente de la Universitat Politènica de València (UPV) es el responsable de las iniciativas y actividades de la UPV en materia de empleo dirigidas a la inserción laboral de los estudiantes y egresados, de la promoción y gestión del programa cátedras de empresa y de coordinar la oferta de formación permanente. Además de dirigir el Observatorio de Empleo y la Formación Permanente, también se hace cargo de coordinar el Programa de Cátedras de Empresas. Al frente se encuentra su vicerrectora, María Dolores Salvador Moya.
–¿Cómo es actualmente la relación entre empresa y universidad?
–La podemos valorar como excelente. Actualmente seguimos creciendo y fortaleciendo sinergias con nuestro entorno socio-económico. En este año 2023 llevamos firmados 17 nuevos convenios de colaboración con empresas e instituciones públicas. Además los ámbitos de actuación son muy amplios. Por destacar alguno de ellos hemos potenciado una estrecha relación en el ámbito de: la Ciberseguridad con Inciba, la actividad portuaria y el transporte marítimo a través de Valenciaport, con Ford España y con empresas destinadas a la restauración del patrimonio, entre otras.
–¿En qué pueden beneficiarse mutuamente?
–Este instrumento de Cátedras y Aulas de Empresa en las universidades lo podemos resumir como una colaboración que debe beneficiar a ambas partes. A la UPV como primera universidad tecnológica española reconocida, nos interesa seguir siendo punteros, para fortalecer y mejorar el talento UPV, y por ello, apostamos por el trabajo al lado de las empresas muy reconocidas, muy cercanas y comprometidas con la mejora en la formación de nuestros egresados. Por parte de las empresas, entendemos que vinculan su actividad, especialmente en temas de I+D+i, a la UPV, en donde encuentran talento joven para incorporar en sus organizaciones y se apoyan en el potencial humano y científico de nuestra comunidad para avanzar en sus áreas de interés con el músculo que aporta la UPV en innovación y transferencia, a la vez que en la actualización digital, por ejemplo, de sus plantillas.
–¿Cuáles son las principales actividades que se ofrecen desde su vicerrectorado?
–Hay una serie de actividades ampliamente extendidas en todas las Cátedras y Aulas que quedan reflejadas en los convenios y que denominamos de interés general. En general están dirigidas a toda la comunidad universitaria, dan una fuerte visibilidad a la empresa y un conocimiento de la misma y de sus áreas de actuación entre el estudiantado. Hablamos de jornadas, charlas, seminarios, visitas a empresas, etcétera. Otra actividad de gran interés es potenciar la realización de prácticas formativas que complementan notablemente el aprendizaje del estudiante, junto con su implicación en la propia formación colaborando en algunos grados, especialmente en los másteres de su área. Un ejemplo claro lo tenemos en su implicación en el actual Máster Dual de la Escuela de Telecomunicaciones que se inicia este curso y será un referente para actuaciones futuras. También debo resaltar la continuidad en la formación de algunos cursos muy específicos, como el de liderazgo empresarial que se imparte ya durante 15 ediciones, y son los propios patronos de la Cátedra de Cultura Directiva y Empresarial, vinculados al Consejo Social, el profesorado del mismo y que actúan como referentes para los estudiantes, trasmitiendo su saber, su historia y abriendo las puertas de sus empresas. Se debe destacar también la intensa labor de mecenazgo mediante ayudas económicas para la realización de Trabajos Final de Grado o de Máster, apoyo a los grupos de Generación Espontanea, premios, concursos, resolución de retos y que se extienden hasta su implicación en doctorados industriales. Por último, quiero destacar su implicación en los programas específicos vinculados al empleo y a la inserción laboral que realizamos desde el vicerrectorado como son los programas de captación de talento como ‘Quédate’, ‘Emplea’ o ‘Skill up’, entre otros, junto a su presencia en el Foro de Empleo que organizamos todos los años en los campus de la UPV.
–¿Se están cumpliendo los objetivos fijados en cada una de ellas?
–Desde el vicerrectorado apoyamos la actividad que se realiza en la cátedra. Desde la presidencia de la Comisión de seguimiento se vela porque se lleven a cabo las acciones previstas en el convenio. Se realizan dos comisiones de seguimiento al año, y se solicita una memoria anual de la actividad realizada en cada una de ellas que se recoge en una memoria conjunta de todas ellas y que se difunde a toda la comunidad universitaria. En los equipos directivos de todas las escuelas de la UPV tenemos un subdirector de Cátedras que coordina y apoya las actuaciones de las empresas vinculadas y adscritas a ella, y que consiguen que la visibilidad y mecenazgo de sus acciones lleguen con más facilidad a profesores y estudiantes más interesados en sus temáticas. Constituyen un apoyo y una red que hace un efecto multiplicador muy valioso.
–¿Cómo ha variado en los últimos tiempos la relación entre el mundo universitario y empresarial en general?
–Realmente esta relación ha cambiado mucho, pues recordemos que son herramientas que se llevan desarrollando más de 20 años. Si valoramos la relación del mundo universitario con el empresarial durante este tiempo, ésta ha sido muy estrecha. Pensemos en la factoría Ford, por ejemplo, desde su implantación en la Comunitat Valenciana la trayectoria de la UPV ha estado ligada a ella, en formación específica, en inserción laboral de egresados, proyectos, etcétera. De igual modo sucede con la vinculación con Centros Tecnológicos en los que la UPV forma parte de su Consejo Rector. En la actualidad y tras la fuerte necesidad de transformación digital en las empresas, renovación de plantillas por cambio generacional, compromisos de sostenibilidad, ‘big data’, inteligencia artificial, etcétera, ha provocado un fuerte incremento de colaboraciones que se ha traducido en una potenciación de esta herramienta con todas las universidades. Nunca se ha estado más cerca de las empresas como ahora, pero además se han incorporado las instituciones públicas, motivadas igualmente, y con compromisos de fortalecer ámbitos necesarios para la transformación actual que estamos viviendo, sirviendo además de apoyo y motor de un elevado número de actuaciones.

–¿Y en el caso de la UPV?
–En la UPV, como en el resto de las universidades, este acercamiento ha quedado plasmado en el fuerte incremento en número y en financiación. Actualmente tenemos más de un centenar de convenios vivos, una altísima fidelización por parte de las empresas que superan los cuatro millones de euros de ingresos, junto con una intensa actividad con entidades públicas locales y autonómicas.
–Existe alrededor de un centenar de cátedras de empresa, ¿hay margen de crecimiento? ¿Es ése un objetivo?
–El lema de nuestro equipo de gobierno en la UPV es ‘Sin Límites’, por lo que no nos ponemos límites a la hora de fortalecer y avanzar en acciones con las que estamos altamente comprometidos. La UPV es una universidad tremendamente dinámica, ágil, con una alta vocación de servicio de la sociedad y a nuestro entorno, desde siempre. Esto ha hecho que seamos referente en investigación y transferencia, lo que se traduce en una oferta académica novedosa, actual, en línea con la evolución de la sociedad y de las necesidades de las empresas. Iremos creciendo a medida que el entorno nos lo solicite. Somos una universidad de puertas abiertas, ofrecemos nuestro conocimiento, nuestro talento, la innovación que generamos en investigación, su transferencia al entorno socioeconómico. Nuestro Plan Estratégico para 2023-2027 apuesta por cinco metas estratégicas: Sostenible, Internacional, Relevante, Vital, Excelente, y nuestro lema de trabajo se resume en el acrónimo ‘SIRVE’.
–¿Se ha avanzado en los cambios de reglamento de estas cátedras? ¿En qué sentido se ha modificado o se quiere modificar?
–Este año hemos modificado el Reglamento que teníamos vigente para facilitar y agilizar el funcionamiento y la actividad de las Cátedras. En primer lugar, hemos diferenciado la tipología de las mismas, aunque todas persiguen los mismos objetivos, la financiación recibida de entidades públicas, su duración anual y justificación económica ajustada a plazos concretos de la administración, ha necesitado definirlas adecuadamente. En las cátedras con las empresas habitualmente se firman convenios entre dos y cuatro años, con renovaciones anuales, sin fechas prefijadas de justificación de actividades. También hemos definido el papel relevante de los directores de las Cátedras y Aulas como la cara visible de la institución con la empresa y el facilitador de las actividades y actuaciones definidas en la Comisión de Seguimiento. Hemos posibilitado y ampliado la vinculación de las Cátedras, no solo a Escuelas, sino a entidades como los institutos de investigación para optimizar esa transferencia del conocimiento generado en la UPV. En general, la idea ha sido eliminar algunas trabas internas, que nosotros mismos nos imponíamos, para potenciar esta eficaz herramienta.
–¿Hacia dónde le gustaría que avanzasen las cátedras de empresa en los próximos años?
–Me gustaría en primer lugar fidelizar todas las cátedras existentes. La UPV está en la vanguardia tecnológica, reconocida en los rankings internacionales y esto debería ser un imán de atracción y de colaboración con nuestro entorno. Por otro lado, me gustaría que potenciáramos sinergias de acciones conjuntas en ámbitos similares, para clarificar, por ejemplo, ofertas actuales de premios o de retos para ser más eficaces, buscando la optimización de recursos que impulsarían con seguridad proyectos más ambiciosos, como tenemos comprobado en ámbitos como el energético. No quisiera olvidarme, que pese a ser una universidad tecnológica, hay sectores que precisan de nuestro apoyo y conocimiento, aquellos que implican una mayor conciencia social y que en los estudios reglados de nuestros títulos tecnológicos no aparecen, y que debemos ir abordando tales como responsabilidad social, despoblación, brecha digital, infancia, voluntariado y un largo etcétera que algunas Cátedras UPV ya empiezan a abordar.