«Ves la humedad en las paredes y entra miedo de pensar si sufrirá la estructura»
José, vecino de Benetússer, muestra su preocupación tras el derrumbe de una escalera en el municipio y ver los efectos del lodo en su vivienda al acometer la reforma
El suceso ocurrido el pasado sábado en Benetússer, cuando la escalera de un garaje se derrumbó y quitó la vida de un trabajador de limpieza, ha sembrado cierto miedo a algunos vecinos de la localidad. La humedad acumulada fue uno de los factores que propiciaron el derrumbe de la estructura, y los vecinos ven como han pasado dos meses y medio y muchos de los hogares continúan hoy con síntomas de que el agua continúa flitrada entre los muros de los inmuebles. José y su mujer Rosario, confían en que su hogar no es antiguo, pero temen que el agua haya podido afectar a los suelos y paredes.
Arquitectos consultados por LAS PROVINCIAS -como Alejandro Barranco Arquitectura- aseguran que la acumulación de humedad puede provocar daños en elementos estructurales, por lo que en edificios antiguos o deteriorados se debería realizar una revisión exhaustiva para garantizar la seguridad: «Esto podría incluir ensayos técnicos y monitorización del estado de los materiales afectados».
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A este respecto, José lleva varias semanas acometiendo la rehabilitación de su casa, tras haber entrado «más de metro y medio de agua el día de la riada». En este sentido, el vecino avisa: «Yo no sé si la gente es consciente de como el agua se filtra por las paredes y el suelo. Parecen materiales impermeables, pero muchos litros acaban en el interior de las paredes y el suelo». El vecino cuenta con una casa cuya estructura ofrece una cámara interior entre la doble pared que sustenta el inmueble. Lo mismo para el suelo. «Mi hijo, que es bombero y sabe de estas cosas, me dijo que hiciera un agujero en las paredes y el suelo para vaciar el agua. Le hice caso, y la cantidad de litros que salió de la estructura no sabría ni describirla», afirma el vecino.
En este sentido, el vecino confiesa sentir cierto temor ante lo que vio: «Ves la humedad en las paredes y entra miedo de pensar si sufrirá la estructura. Como mi casa es nueva de verdad confío en que va a aguantar, pero no me quiero imaginar cómo debe estar la gente que vive en edificaciones más antiguas». Además, José asegura que el nerviosismo ha crecido después de lo sucedido el pasado sábado en la avenida Orba: «Cuando ocurre un accidente así, después de lo que hemos pasado, es normal que la gente dude de si de verdad estamos seguros. Yo quiero creer que sí».
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