A las 10.30 horas de este martes las excavadoras llegaron al sector cinco de Cañada Real con el fin de ejecutar una orden de demolición del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid. En el último minuto, un fax del juzgado de Madrid paralizaba el derribo ante el alivio de los vecinos. Ahora tendrán un nuevo juicio en un batalla legal que, por primera vez, afecta a unos vecinos españoles. Desde bien temprano, las palas esperaban en su puerta pero, por esta vez, se han tenido que marchar.