El Valencia no se fía de sí mismo
El equipo empieza bien pero termina agobiado por las acometidas del rival| Corberán aún sigue sin encontrar la tecla adecuada y el punto se da por bueno tras una segunda mitad muy mediocre
Empezó como nunca, acabó como casi siempre. No perdió, eso es verdad, pero llegar al minuto noventa con esa sensación de angustia en el cuerpo ... mantiene muy viva la sombra de duda sobre el colectivo y, en especial, también sobre su entrenador. Este Valencia no se fía ni de sí mismo y la manera de sobrevivir en Vitoria ante un rival con más ímpetu que calidad e ideas es una evidente muestra de ello. Parece que Carlos Corberán ha regresado a la casilla de salida, que sigue rebuscando en el manual hasta encontrar la tecla adecuada. O una tecla, da igual la que sea. Nueve partidos de Liga y dos últimas semanas de severo trabajo para no saber realmente ni cuál es el punto fuerte del equipo ni cuál es la filosofía de juego. ¿A qué juega realmente el Valencia? Es un verdadero desafío contestar a este planteamiento y resulta sorprendente porque se supone que si alguien debe tener las ideas claras desde hace muchos meses, ese es el entrenador. El Valencia sufre por todo: por un lateral derecho que parece en ocasiones casi de regional; por unos centrales a los que les tiemblan las piernas y contagian al resto; por un Gayà que no está nada fino y le pesa en ocasiones hasta el brazalete; por un centro del campo que pierde gas conforme avanzan los minutos; por un Danjuma que cada vez es menos Danjuma, y por un ataque totalmente insípido hasta el punto de que no se obtuvo ni un solo saque de esquina a favor en todo el partido. Si no cayó este lunes el Valencia ante el Alavés fue sencillamente porque esta vez, con eso de las acciones a balón parado, salió cara. Lo normal, teniendo en cuenta los precedentes, es que Toni Martínez –se sobrepuso con demasiada facilidad a Copete– hubiera cabeceado a la red una falta lateral y que el lanzamiento más tarde de Denis Suárez, en lugar de tocar el poste y salir, hubiera ido para adentro. Son esas las cosas que les pasa habitualmente a esos equipos que no levantan cabeza por su propia desdicha. El Valencia llevaba esa dinámica con las dos últimas derrotas. Por eso, hasta se podría dar por bueno el punto si no se tuviera en cuenta contra quién juegas y lo que te viene encima en las próximas jornadas. El Valencia se ha zambullido en tal mediocridad que hasta el empatito en Mendizorroza provoca una esa sonrisa nerviosilla de alguien que sabe que está jugando con fuego.
Qué lástima que el inicio que protagonizó no tuviera la continuidad necesaria. El porqué no se sabe, porque realmente el arranque de juego ayudó a pensar que esta vez, por fin, las cosas se iban a enderezar con una firmeza absoluta. Cuando en el primer minuto de juego, Javi Guerra corta en dos al rival y se mete en línea recta hacia el área con esa zancada brutal que le caracteriza, lo lógico era pensar que la cosa debía terminar con premio. Quizás el de Gilet se equivocó con su último toque de control, porque de haberla enviado a Danjuma el gol se daba por hecho. Cuando le llegó el balón al extremo ya su remate estaba tan forzado que no llevaba ni trayectoria de gol. Luego llegó una falta lanzada por Rioja, después un centro de Gayà que se acercó demasiado al guardameta y casi al instante una diagonal de Danjuma que terminó con un chut que puso en apuros a Sivera.
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Hay que matar, porque si no pasa lo que pasa. Que el Alavés se va creciendo, va echando granos en la balanza y al final acaba sometiendo al rival. Parte de culpa la tuvo Lucas Boyé, que trajo a toda la defensa valencianista de cabeza. El equipo se fue echando cada ves más para atrás, cada vez con tonos más grises y hasta dando la sensación de que el golpe definitivo iba a llegar de un momento a otro. La película de siempre vamos. El Valencia, desgraciadamente, se está acostumbrando a sufrir pero ya bajo mínimos. Los cambios –el primero en marcharse fue Danjuma– solo ayudaron a mantenerse a flote. No parece que haya para aspirar a algo más que para empatarle al Alavés... una lástima.
FICHA TÉCNICA
Alavés: Sivera; Otto, Tenaglia, Pacheco, Yusi; Blanco, Ibáñez (Denis Suárez, 60'); Calebe (Aleñá, 60'), Rebbach (Carlos Vicente, 60'), Toni Martínez (Guridi, 70'); y Lucas Boyé.
Valencia: Agirrezabala; Thierry Rendall, Copete (Comert, 79'), Tárrega, Gayà; Luis Rioja, Javi Guerra (Santamaría, 79'), Pepelu, Diego López; Danjuma (Raba, 70') y Hugo Duro (Lucas Beltrán, 79').
Árbitro: Galech Apezteguía (Comité navarro). Amonestó a Youssef, Diego López y Santamaría.
Incidencias: 15.564 espectadores presenciaron el partido en el Estadio de Mendizorroza de Vitoria. El Valencia jugó con su segunda equipación, la del rojo 'Torino'.
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