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C. V.
Martes, 12 de junio 2018, 00:42
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valencia. Los pases suben de manera suave pero también el Valencia ofrece más justo en el año del Centenario con un Mestalla en el que será prohibido fumar. El club puso en marcha a primera hora de ayer su nueva campaña de abonos, algo que todos los años provoca cierta inquietud en el seno del club, que se expone en este tipo de actuaciones al juicio popular. Escarmentado como está ya el Valencia de los errores del pasado más reciente, en esta ocasión ha optado por plantear a su aficionado una estrategia innovadora con ese abono total que algunos clubes ya lo estrenaron con cierto éxito.
El Valencia borra de esta manera esos packs de Champions que sacaba a la venta, con el consiguiente malestar, y elimina de un plumazo situaciones como la que se produjo la temporada pasada cuando a los socios les hizo pasar por taquilla en un día tan importante deportivamente hablando como una semifinal de Copa del Rey contra el Barcelona. Se dispararon los precios y llovieron las críticas. Aunque el pellizco que ingresan los clubes por venta de abonos no hay que despreciarlo, la tarta presupuestaria se la lleva en más de un 50% lo que entra por televisión. De ahí que el club haya apostado esta vez por incentivar la fidelidad de su gente, más aún teniendo en cuenta la perfecta simbiosis que se ha experimentado este año recién acabado entre la grada y el equipo de Marcelino.
Por supuesto, nada más conocerse los precios, hubo opiniones para todos los gustos. Los hay que creían que lo mejor era rebajar las tarifas globales -a pesar de permitir la entrada a todos los encuentros de todas las competiciones- y también los había que admitían que los precios eran asequibles. Si se tiene en cuenta el pack de Champions de la 2005-16, la comparativa no ofrece ninguna duda: el incremento de ahora es mucho menor que lo que costó en su momento esos tres encuentros de la fase de grupos: entonces valían de 40 a 160 euros y ahora la subida con respecto a los del año pasado oscila entre los 29 y los 125 euros.
Hay una variación. Se anula el 5% de descuento que había por domiciliación bancaria y se potencia en cambio la rebaja para los más fieles. Del 10% al 15% de descuento en función del número de encuentros a los que ha asistido.
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