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El fútbol según Rodrigo Moreno

El internacional doma un partido desatado en el que Roger ilusiona al Levante y Gameiro sentencia para el Valencia

pedro m. campos dubón

Sábado, 7 de diciembre 2019, 17:29

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Paco López y Albert Celades pertenecen a generaciones diferentes y han dibujado trayectorias deportivas muy distintas. Pero su gusto por el fútbol atrevido y abierto les conecta. Ambos entrenadores medirán su valentía esta tarde en Orriols, donde se disputará un derbi que gana en expectación año tras año. El Levante y el Valencia llegan a la cita con sólo tres puntos de diferencia y mermados por las numerosas bajas, aunque hay otros factores que pueden resultar determinantes. El conjunto granota afronta el encuentro con la necesidad de redimirse tras el batacazo sufrido en Getafe, mientras que los blanquinegros tendrán un ojo puesto en el crucial partido de Champions del martes. El Ciutat, que estará hasta la bandera, se prepara para un espectáculo de vértigo.

El Levante y el Valencia se alzan como los dos equipos que más remates reciben de Primera División. Un ranking encabezado por los azulgrana, que suman 259. El cuadro blanquinegro le sigue con 236. Además, ambos acumulan la misma cantidad de goles encajados: 21. El pasado domingo, en Getafe, los de Paco López evidenciaron sus problemas para defender los balones colgados al área y, precisamente, las dificultades crecen debido a la plaga de lesiones. Y es que encaran el duelo sin centrales, ya que los cinco de la plantilla están en la enfermería. Eso sí, recuperan a su cerebro, Campaña, después de cumplir un partido de sanción.

Esta semana han caído Duarte y Vezo, quienes se unen a las bajas de Cabaco, Postigo, Róber, Melero e Iván. Ante esta situación, Paco López se ha visto obligado a echar mano del filial citando a los centrales Eliseo Falcón y Gonzalo Pereira, así como al centrocampista Pablo Martínez. El Levante, con sólo tres puntos menos que el Valencia, tratará de mantener su fortaleza como local y romper con la caótica imagen ofrecida en el segundo acto en el Coliseum.

Albert Celades, por su parte, también tendrá que introducir cambios en el once. Todo apunta a que Jaume se colocará bajo palos a causa de las molestias que arrastra Cillessen en la espalda. Eso sí, el técnico del Valencia recupera a los centrales Garay y Diakhaby, mientras que pierde a Mangala. El defensa francés se suma a Piccini, Guedes, Cheryshev, Kang In Lee, Sobrino y Kondogbia en la lista de bajas. Para completar la convocatoria de 18 futbolistas, el técnico catalán ha recurrido el canterano Vicente Esquerdo, quien ya gozó de los minutos finales ante el Villarreal.

Los blanquinegros, con buenas sensaciones tras imponerse al conjunto amarillo, tienen el reto de ganar en un campo donde no lo hacen desde el 5 de noviembre de 2011. Aspiran a conquistar los puestos europeos y mantener la concentración pese al trascendental partido frente al Ajax. El martes se jugarán el pase a los octavos de la Champions.

El ruido lo generaron Roger y Gameiro con sus goles pero el fútbol tuvo un elegido en Orriols: Rodrigo Moreno Machado. El internacional del Valencia se transformó en un prestidigitador para crear las tres ocasiones que remataron el partido. Adolece de instinto asesino. Sí. Pero su dulce bota izquierda maravilla. Por supuesto. Y domina este deporte con una cabeza privilegiada. También. Ya lo decía Marcelino. Sin el internacional habría que replantearse el objetivo del equipo. Así era. Menos mal que se frustró su fichaje por el Atlético. Es tan fundamental para el Valencia como para hacer más bonito el fútbol. Aprovechó que el Levante dejaba espacios en la segunda mitad para hacerse con una posición clave en el centro del campo y de ahí surtió de regalos tanto a Gameiro, en dos ocasiones, como a Ferran. El pobre Eliseo, el canterano levantinista, acabó mareado. El valencianista no tuvo piedad del chaval, pero aquí no hay amigos ni sentimientos. Se aprovechó de su candidez. Aquí se juega para ganar.

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Fue un encuentro tan majareta como divertido. El levantinista dirá que sonrió más bien poco, pero se vieron seis goles y pudo llegar alguno más. Fue un partido con varios partidos. Un inicio arrollador del Levante, un cambio de sistema de Celades en el minuto 27 que fue una aspirina para el Valencia, un comienzo de segunda mitad con tres ocasiones claras de los azulgrana y una media hora final con aplastamiento valencianista. De locos. Al final, el mayor golpeo blanquinegro se impuso pero el Levante demostró que tiene talento y que las desgracias cuando llegan parece que no tienen fin. Paco López se presentaba sin centrales y los dos que ocuparon ese puesto acabaron en el vestuario: Eliseo con una tarjeta roja y Coke conmocionado.

La tarde noche fue de nombres propios. El primero de ellos fue Roger Martí. Durante la semana reclamó ser titular. Lo justificaba en que siempre que sale marca y que sus goles dan puntos al equipo. Paco López no es rencoroso y le dio el puesto arriba. Acertó. A la primera que tuvo, en el minuto 10, chutó con picardía al palo donde estaba situado Cillessen, pero el guardameta holandés estaba tan lesionado como despistado. Se tiró tarde y el balón entró. Locura granota. Sólo ocho minutos después el talentoso Rochina encaraba la portería y Parejo lo derribaba por detrás. El golpeo se produce fuera del área pero la acción se arrastra hacia la línea, por eso Medié Jiménez decretó la pena máxima. Y Roger volvió a dar en la diana. Disparo raso en el mismo palo del primer tanto. Cillessen acertó el sitio pero volvió a llegar con retraso. Y de ahí se fue al vestuario con un problema en el soleo, que se une al latigazo en la espalda que le hizo ser duda en este choque y todavía más ahora para el de Ámsterdam.

El Levante elaboraba mucho más las jugadas. Campaña y Rochina podían con Parejo. Duelo de talentosos pero eran dos contra uno. Y si anulas al capitán valencianista las facilidades para batirle se multiplican por mil. Celades sorprendió de nuevo. Se le minusvaloró en sus inicios, pero sabe leer los partidos. Inició el choque con el esquema que realmente le gusta, con tres centrocampistas -Carlos Soler incrustado junto a Parejo y Coquelin-, con Ferran en la izquierda y Rodrigo en la derecha. Arriba correteaba Gameiro. Cuando los azotes ya dolían, el técnico andorrano regresó al dibujo que mejor le va al equipo. En eso es generoso. Prescinde de su idea favorita. Parejo volvió a tener el dominio del juego y apareció el mago Rodrigo. El capitán dio un primer balón a Gameiro que casi marca. Luego tuvo un lanzamiento de falta en los que casi siempre acierta, pero ayer se le fue alto. En el minuto 35 el árbitro anuló un gol a Rodrigo por fuera de juego tras un chut inicial de Gameiro. El Levante parecía noqueado cuando, precisamente, dominaba en el marcador. Y si te tirás para atrás las facilidades para el rival son máximas. La tuvo Rodrigo en una acción tan clara como las que disfrutó ante el Chelsea. Lo del internacional ante el gol tiene que ser cosa de meigas, que haberlas haylas. El que no sufre de este mal es Roger, pero no siempre a su favor. Cuando ya moría la primera mitad, en un saque de esquina botado por Parejo, rozó el balón Coquelin y el artillero de Torrent golpeó el balón con tan mala fortuna que se coló en su portería.

El golpetazo moral para el Levante fue morrocotudo. Pero Paco López les arengó en el vestuario. No era momento de desanimarse. Seguían por delante en el marcador. Y así partieron de inicio en la segunda mitad. Rochina tuvo dos acciones para ampliar la distancia, primero con un disparo que se marchó desviado y luego en una jugada con Morales. El capitán fue luego el que la tuvo, en una gran jugada en la que se fue de Paulista pero Jaume atajó con maestría.

Y, de repente, emergió Rodrigo. Decidió que no era el día de marcar pero sí de ofrecerlos. Estaba en el sitio adecuado en el momento preciso. Miramón le mandó un melón a Eliseo, que al girarse ya tenía detrás a Rodrigo con sangre en los ojos. Se marchó por velocidad y lanzó una pequeña vaselina para que Gameiro marcara de cabeza. Empate en el minuto 57. Sólo dos después Rodrigo volvió a tomar el balón y la jugada acababa con el francés chutando cruzado a gol. El Levante se resbalaba y caía por completo con la expulsión de Eliseo. En el 77 pudo marcar Rodrigo pero no era el día para eso. Lo era para enviar obsequios. Lo volvió a hacer a dos minutos para el final de forma magistral. Le dejó un balón maravilloso a Ferran Torres para que el joven siga marcando goles. Fue un derbi de locura. El Levante lo sufrió. El Valencia lo gozó. Rodrigo Moreno se lució.

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