La psicosis del balón parado en el Valencia
Un paradón de Julen y un palo evitan goles de falta del Alavés a un conjunto blanquinegro muy blandito
Carlos Corberán decía en la previa que los cuatro goles encajados a balón parado no debía generar una psicosis en el Valencia. Pues su petición ... tuvo una doble respuesta, una opuesta de la otra: por un lado el equipo se marchó de Mendizorroza con su tercer partido sin encajar goles, por tanto no le anotaron con faltas o saques de esquina, pero, por otro lado, cada vez que llegaba una pelota aérea al área el cosquilleo en los futbolistas valencianistas les atenazaba.
A este equipo le falta callo en estas acciones. Se muestra siempre blandito en las marcas. Copete sufrió de lo lindo con Toni Martínez. Además de que se le marchó la mayoría de las ocasiones, hubo una falta lanzada por Antonio Blanco que acabó con un cabezazo espectacular del delantero formado en la cantera blanquinegra en un salto por encima del ex del Mallorca. Y casi al final del partido, en otra falta lateral el balón pasó sin que ningún valencianista se atreviera a despejar el balón, que finalmente golpeó en el palo izquierdo de Agirrezabala. Las piernas de los jugadores de Corberán tintinean cuando reciben un balón desde el cielo.
Y eso que durante la semana esta situación se ha trabajado en la Ciudad Deportiva de Paterna. El entrenador de Cheste ha insistido estos días en la concentración tanto de la defensa como del centro del campo, así como las ayudas de los delanteros. La atención debía ser total para repeler las acciones a balón parado. Además, al equipo le faltaba uno de los futbolistas con mayor altura junto con Tárrega. Diakhaby estará de baja hasta septiembre. Habrá que ver si Copete tiene algo más grave de lo que parecía. Las molestias del excentral del Mallorca hizo que debutara Comert nueve jornadas después.
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