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MOISÉS RODRÍGUEZ
Jueves, 1 de agosto 2019
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El episodio que definirá si el Valencia cierra una nueva etapa en su historia se disputa desde hoy en Singapur. Durante la última jornada, Anil Murthy y Mateo Alemany han viajado hacia el este. Vía Zúrich y con destino a Singapur, donde les esperaba Peter Lim. Allí se ha programado el careo en el que uno y otro definirán definitivamente sus roles en el club de Mestalla. Si uno de los dos no queda satisfecho, el ejecutivo balear formará parte del pasado de la entidad. Pero además de ese cónclave, hay otro hecho que marcará el futuro: el cierre del mercado de la Premier.
El campeonato británico empieza dentro de una semana. En él compiten los clubes más poderosos, económicamente hablando, del mundo y, por tanto, de los que pueden obtenerse traspasos más suculentos. El negocio de Jorge Mendes, el amigo y consejero de Peter Lim en materia futbolística. El hombre que ha perdido cuota de poder en el Valencia durante los dos últimos años y que ahora vuelve a la carga con la intención de sacar beneficios.
Este verano ha ido a Peter Lim con una oferta bajo el brazo de 40 millones por Diakhaby. Se lo quería llevar al Wolves de Nuno, uno de los entrenadores a los que representa. A cambio, ofrecía la repatriación de Otamendi, que no quiere seguir en el Manchester City. Dos operaciones notables que a Gestifute, su empresa, le iba a reportar notables dividendos, pero que chocó con las preferencias de Marcelino, respaldado al 100% por Alemany.
Ahí y en la negativa de Peter Lim de fichar a Rafinha terminó de desatarse la batalla que ha llevado en las últimas horas al director general y al presidente a Singapur. Por ello, independientemente de lo que ocurra en las próximas horas en el país asiático, el día 1 del Valencia de la temporada 19/20 no empezará a escribirse hasta el 8 de agosto a las 18.30 horas. A partir de ese instante, los clubes británicos ya no podrán fichar y habrán sido el termómetro de la crisis blanquinegra.
En ese momento también se sabrá, salvo sorpresa, si el Real Madrid se hace con Pogba, uno de los anhelos de Zidane. En caso de no incorporar al centrocampista, es más que previsible que el club blanco se lance a por una alternativa. No habría que descartar ahí un culebrón con Coquelin o Kondogbia, y más si ha acabado saliendo Alemany.
El círculo, en todo caso, se abre y se cierra en la Premier. También hay que tener en cuenta en la próxima semana a Rodrigo, que no quiso ir al Nápoles. Marcelino y Alemany confiaban hace escasos días en contar con un futbolista que parecía abocado a hacer las maletas tras la final de Copa. Ahora, si hay cisma, puede retomarse el culebrón.
A estas alturas de la partida, ya no hay duda de que la reunión de hoy es un pulso entre dos modelos. El de Alemany y Marcelino, que han confeccionado la actual plantilla, y el de Mendes, que hasta hace un año había movido más de 300 millones a través del Valencia. El club de Mestalla había ingresado cerca de 130 por traspasos.
Mucho dinero para un propietario que tiene grabado a fuego que hay que vender. Ese es el mensaje que se transmite desde el entorno de Peter Lim. Murthy viajó sentado ayer junto a Alemany. En muchas horas de vuelo tuvieron tiempo de comentar el comunicado que colgó el presidente el miércoles. Los dardos que envió al director general y a Marcelino, que no llevaban a estas alturas idea de que hubiera alguna salida notable este verano.
Murthy, en ese sentido, habló de crecimiento del club, pero de manera «sostenible». No hay que olvidar que el Valencia debe en torno a 500 millones. Peter Lim piensa en la deuda y en el negocio de la venta de futbolistas, idea que su amigo Mendes está interesado más que nadie en mantener viva. El agente le recomendó hacerse con los derechos de Rodrigo. El delantero hispano brasileño está en su mejor momento, quizás el instante -a falta de ver cómo llega a la Eurocopa- para que un club grande haya una fuerte inversión para ficharlo.
Además de algunos fiascos -este verano el Valencia ha sufrido las últimas pérdidas del ruinoso fichaje de Abdennour-, Mendes ha reportado traspasos beneficiosos como el de Cancelo y el de André Gomes. Pero ahora lleva ya cerca de dos años sin cerrar operaciones con el club de su amigo. Desde que cocinan las plantillas Alemany y Marcelino, con su agente, Eugenio Botas, como consejero.
El director general quiere mantener su cuota de poder en el club. Alemany ha defendido la supervivencia de un proyecto «bueno». Lo avala el final de la pasada temporada. Pero Peter Lim exige tener voz y voto en la planificación deportiva de su empresa. Eso también lo recordó Murthy en su escrito. Lo difícil no es que haya fumata blanca en Singapur, sino que no vuelvan a desatarse las hostilidades. El 8 de agosto se conocerá el grado de tensión o quién se ha impuesto en la batalla de poder.
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