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El paso al frente de los capitanes

El paso al frente de los capitanes

Marcelino por fin respira y recibe el apoyo del grupo a través de Parejo y Rodrigo | La imagen de unidad que se quiere transmitir deja paso ahora al reto del entrenador de acertar en la gestión por la acumulación de partidos

JUAN CARLOS VALLDECABRES

Lunes, 21 de enero 2019, 00:02

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valencia. Que los dos capitanes escenifiquen un abrazo a su entrenador después de marcar sendos goles en dos jornadas consecutivas es bastante significativo. Justo cuando la debilidad de Marcelino era más patente, primero Parejo el día del Valladolid y después Rodrigo este sábado en Balaídos, mandaron un evidente mensaje, con toda probabilidad al palco. Si la fotografía -y su contenido- ha llegado o no a Peter Lim es algo que hoy por hoy sólo lo puede despejar un Anil Murthy que por ahora prefiere comunicarse a través de las redes sociales; pero en el Valencia se quiere creer que este 1-2 al Celta servirá para cambiar de manera definitiva la dinámica y despejar las dudas que empezaban a tomar cuerpo sobre el futuro del técnico asturiano. Dudas que el esfuerzo de Mateo Alemany en su comparecencia de prensa no llegó a mitigar del todo.

La imagen de unidad y respaldo al entrenador que se ha querido esta vez transmitir choca descaradamente con una confesión que en el descanso del Valencia-Valladolid hacía en el mismo Mestalla y a este periódico un valencianista con ciertas vinculaciones al vestuario y a la entidad: «Hay gente del club bastante cansada de Marcelino y lo más importante, hay futbolistas que ya no están con él». Minutos después de ese comentario, Parejo buscaba en la banda a Marcelino y con ese abrazo anulaba en apariencia ese oscuro plan de buscar desde las propias entrañas un relevo en el banquillo.

CIFRAS

  • partidos de Liga consecutivos lleva el Valencia sin poder dejar su portería a cero La última vez fue el 3-0 al Rayo (24 de noviembre).

  • 0-1 fue el resultado del partido de Liga que jugó el Valencia en Getafe.

Desde ese momento, parece que se ha contagiado el resto. Así, los mensajes han ido poco a poco apareciendo, y más después de esa fotografía del festejo del gol de Rodrigo, en la que participaron hasta los fisios y utilleros. Carlos Soler, por ejemplo, lo hacía de una manera escueta y acompañando a la imagen de la improvisada piña decía: «Queda claro ¿no?».

Con piña o sin ella y tras protagonizar el equipo la segunda remontada en Liga desde que Marcelino está en el banquillo, está claro que el Valencia tiene que alcanzar sus mínimos objetivos al menos para mitigar el colapso financiero que habrá el verano que viene. El problema es que todavía hay demasiados equipos metidos en la misma zona de la clasificación y, por ejemplo, mientras que la plaza que da derecho a jugar la Europa League está a cinco puntos de distancia. Este año, por cierto, Marcelino sólo ha podido saborear como mucho la octava plaza. Con esa celebración grupal que se vio tras el tanto definitivo de Rodrigo al Celta, se refuerza la teoría de la unidad como premisa básica.

Es indudable que corresponde ahora al técnico acertar en la gestión de sus recursos en este periodo de temporada tan comprometido para los equipos que, como los valencianistas, siguen vivos en la Copa y también en Europa. A muchos aficionados blanquinegros les gustaría escuchar de Marcelino -salvando las distancias por la composición de las plantilla- lo que dijo Solari, técnico del Madrid, este sábado tras ganar al Sevilla: «Vamos a luchar por las tres competiciones».

El Getafe, un rival con trampa

El Valencia se ha plantado en los cuartos de la Copa del Rey poco menos que sin saber hasta dónde debe arriesgar y se las verá contra un rival al que ya le ganó en su campo en Liga (0-1, gol de Parejo de penalti), no sin la necesidad de un esfuerzo importante. De momento, Marcelino sigue manteniendo un discurso más moderado que, por ejemplo, el de colega en el Real Madrid.

Todavía sin venir ningún futbolista que refuerce el raquítico ataque valencianista (tiene toda la pinta que se va a tener que apurar al mercado), el segundo reto para el entrenador asturiano es dar continuidad a esta dinámica positiva en la que aparentemente se ha entrado.

El equipo suma dos triunfos consecutivos y sólo una vez esta temporada ha podido ganar tres partidos seguidos (al Young Boys 3-1, al Getafe 0-1 y al Rayo 3-0). Este martes tendrá la oportunidad encima de la mesa de igualar ese pobre registro, de nuevo con el Getafe metido en la pelea. La imagen que la eliminatoria contra los madrileños es fácil puede conducir a error: están cinco puntos por delante.

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