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Parejo, el hombre de hierro

El capitán del equipo lleva desde el 20 de marzo de 2016 sin perderse un partido en el Valencia por lesión | Kondogbia tiene bastante complicado jugar el sábado en Málaga, lo mismo que Rodrigo y Murillo, mientras que Marcelino protege la rodilla de Gabriel Paulista

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Jueves, 15 de febrero 2018

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Si hay un futbolista del Valencia del que se puede asegurar rotundamente que ha amortizado con creces lo que costó (8,2 millones de euros) ése es Dani Parejo. A sus 28 años y con un valor de mercado que triplica de largo la inversión que en 2011 realizó el club de Mestalla, del capitán se podrá discutir o no esas gotas de polémica que le han salpicado en alguna ocasión, pero nadie puede poner en duda su fiabilidad, incluso más allá de lo estrictamente futbolístico. El ahora tercer recuperador de balones de la Liga -faceta totalmente desconocida para él- y que le tiene por detrás en este ránking de Illarramendi (Real Sociedad) y Rodri (Villarreal), posee una virtud que en ocasiones suele pasar un tanto desapercibida: su físico.

Desde la grada del Sánchez Pizjuán, en un partido de la campaña pasada contra el Sevilla, desde la grada y con ese carácter guasón propio de los andaluces, un periodista local reflexionaba en voz alta: «Parejo no regala nunca una carrera», en referencia a ese trantrán que le caracteriza al madrileño, que mide al milímetro el desgaste físico que puede hacer en cada situación de partido. Si sabe que no llega o no tiene mucha recompensa la presión, no corre. Pero Parejo es algo más que un centrocampista fiable en la conducción. Realmente, es un 'hombre de hierro' y en plantillas como la que ahora maneja Marcelino, el madrileño destaca más si cabe todavía.

El Valencia está azotado por las lesiones y por el cansancio. Sólo hay que ver el parte de guerra que tras cada partido exhibe el club. El de esta semana tiene a Kondogbia con molestias en la planta del pie y sin entrenarse todavía; a Rodrigo que ayer volvía a tocar el balón pero de manera individual; a Murillo apurando su largo proceso de recuperación, y a Paulista prácticamente entre algodones para proteger su rodilla. Garay y Pereira todavía tardarán en asomarse por el campo de entrenamiento. Para Málaga, para el partido de este sábado, el técnico sólo cuenta con Gabriel Paulista. Con el resto prefieren por ahora aguardar a tenerlos la semana que viene listos.

Kondogbia, con molestias en la planta del pie, no está descartado aunque se prefiere no forzarle

Por eso, es de imaginar que el centro del campo lo formarán Coquelin y Parejo. El capitán no se ha lesionado ni una sola vez este año. Parejo conoce la enfermería de la Ciudad Deportiva por fotos, porque al doctor sólo lo debe conocer por cruzárselo en los viajes. La temporada pasada, por ejemplo, no se perdió ni un solo encuentro por lesión. Sólo estuvo fuera de 'combate' una jornada y el motivo fue aquel famoso vídeo que circuló por las redes sociales que no le dejaba en muy buen lugar.

Hay que remontarse más atrás para encontrar la baja del madrileño por un motivo físico. Y el dato se encuentra un 20 de marzo de 2016, cuando Parejo no pudo jugar un Valencia-Celta (jornada 31) por unas molestias en la parte posterior del muslo derecho. Fue el único partido que estuvo de baja médica.

¿Y mirando el resto de temporadas? Es curioso pero Parejo, como centrocampista que es, corre una media de más de 10 kilómetros en cada encuentro. Ni aún así le acaba pasando factura. En la temporada 2014-15 sí sufrió una rotura muscular (de grado dos en los isquios de su pierna izquierda). Fue en noviembre y se perdió tan sólo dos encuentros.

Pero en la 2013-14, por ejemplo, ni una sola vez que no jugó -al menos oficialmente- fue por una cuestión médica. La vez que más partidos ha estado de baja fue en enero de 2013, cuando en un Real Madrid-Valencia sufrió un aplastamiento de la falange proximal del pulgar derecho. Tuvo que ser operado el 12 de enero y eso le motivó estar cuatro encuentros de baja.

Y ahí acaba su expediente en lo que a lesiones se refiere. Otra cosa es el vídeo apuntado anteriormente, o aquel intento de traspaso al Sevilla que forzó y que le hizo vivir un duro enfrentamiento con el club. Eso sí, en 2012, no jugó un Valencia-Villarreal después de protagonizar la mayor de las polémicas disciplinarias, cuando fue pillado tras dar positivo en un control de alcoholemia. Fue por lo que pidió comparecer en rueda de prensa para dar a cara: «Tengo problemas personales muy jodidos», dijo para intentar de alguna manera justificar su nociva actitud.

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