No hay opción para el empate

Pues bien, este fin de semana que hay parón debe servir para reflexionar un poco sobre lo que ahora está por venir. Y ciertamente el calendario, exigente según la baremación del propio Murthy, se vuelve más benévolo. Un respiro teóricamente para Marcelino y su gente, y más aún teniendo en cuenta que a la Liga se le tienen que añadir en el próximo mes y medio tres citas de Champions donde no habrá margen de error. En realidad, tampoco habrá margen en la competición liguera.

Sólo hay que echar un vistazo a las cinco jornadas que vienen por delante para darse cuenta que al Valencia se le ha agotado el cupo de los empates. Se terminó sumar de uno en uno, ahora ya toca de tres en tres, sobre todo porque lo que vendrá después -en diciembre- decidirá seguramente dónde estará el año que viene el Valencia.

En diciembre, en las jornadas 14 y 15, los valencianistas se medirán consecutivamente a Real Madrid en el Bernabéu y al Sevilla en Mestalla. De ahí que para llegar con oxígeno suficiente y con posibilidades de jugar de tú a tú a estos rivales en el aspecto de la clasificación, hay que recargar las baterías de puntos que ahora mismo están casi bajo mínimos.

El Valencia no puede permitirse ya ningún lujo y por eso el calendario que está a la vuelta de la esquina ofrece un panorama de cierto optimismo. Teóricamente claro. Resulta que los cinco equipos a los que va a tener que enfrentarse en las próximas fechas están todos por debajo en la clasificación, lo que alivia de alguna manera de presión a una plantilla obligada también a hacer rotaciones por los tres partidos de Champions que se tendrán que jugar entre medias: dos contra el Young Boys y la vuelta en Italia frente a la Juventus.

Al Valencia-Leganés de la semana que viene le seguirá el Athletic-Valencia (seguramente el compromiso más complicado sobre el papel); el Valencia-Girona; el Getafe-Valencia y se cerrará este particular ciclo con el Valencia-Rayo ya a finales de noviembre.

Contra estos mismos adversarios, la temporada pasada, hubo prácticamente de todos los resultados posibles. Se ganaron dos, se empató uno y se perdió otro. El Rayo estaba en Segunda y es imposible la referencia. El Valencia ganó al Leganés (3-0) y al Girona (2-1). Empató en San Mamés (1-1) pero perdió en Getafe (1-0), en ese estadio al que le ha cogido especial cariño no se sabe muy bien por qué Peter Lim, presente en un par de ocasiones ya.