Mestalla hace un último esfuerzo por Rodrigo

«No lanzo mensajes. Opino y actúo en consecuencia. En la rueda de prensa recordé la importancia que tiene para nuestro equipo, simplemente me amparo en los datos», señaló el técnico en referencia a sus palabras del viernes en la previa, cuando habló de reformular los objetivos (clasificarse para la Champions) si el delantero acaba traspasado al Atlético este verano.

Sí que pormenorizó Marcelino sobre los motivos para alinear al futbolista. «Jugó porque quiso. Por la tarde hablamos y decidimos que lo hiciese porque consideramos que era lo mejor para él y para el equipo», indicó. Ante la pregunta de qué piensa que pasará por la mente de Rodrigo, respondió: «No tengo la capacidad de estar en su cabeza».

Lo que está claro es que el futbolista debe estar sintiendo en estos días un crisol de emociones. Para ponerle más pimienta al asunto, el futbolista tuvo en sus botas la puntilla, antes del penalti errado por Gameiro, pero se topó con el palo. No pudo celebrar con gol una efeméride: los cinco años exactos desde que marcase su primer tanto con la camiseta valencianista.

Ese balón al palo bien pudo ser el último. Y un servicio postrero al equipo, amarrando un triunfo que se acabó escapando. Todo eso, al menos así se podía adivinar en su rostro, se le pasó por la cabeza a Rodrigo. Hizo esfuerzos por contener las emociones, cabizbajo cuando Mestalla coreaba su nombre al ser sustituido por Cheryshev.

El mercado seguirá abierto el 1 de septiembre, cuando el Valencia reciba al Mallorca. ¿Se habrá resuelto entonces el futuro de Rodrigo. Depende de si Correa acaba en el Milan esta semana, pues el mercado italiano cierra el domingo 25.

Simeone no dio pistas al respecto: «Me gustaría que se queden todos los buenos futbolistas y que vengan todos los buenos jugadores y formar siempre el mejor equipo para que siga compitiendo como siempre». Menos explícito se mostró sobre Rodrigo: «Eso hay que preguntarle a Berta, Miguel Ángel, Enrique... Yo me centro en el Getafe». El culebrón sigue sin un desenlace.