Indigestión con Rafa Mir

Empacho de goles y severa indigestión de futuro para la empresa. El Valencia tiene una gran solución de presente pero a la vez un serio problema con Rafa Mir (Murcia, 18-6-1997). Que el delantero parece estar plenamente centrado queda fuera de dudas por sus registros goleadores pero que tiene un pie fuera de la entidad es algo que no sorprende a nadie desde que este verano se decidiera cortar por lo sano y mandarlo al filial después de que la negociación por su renovación saltara por los aires. Ni renovó contrato, ni se vendió al Real Madrid -era el delantero que habían elegido para su filial-, ni la situación estaba como para dejarlo a las órdenes de Marcelino, como hubiera sido en un principio lo lógico.

En un Mestalla que a diferencia del primer equipo hace claramente aguas en defensa (Efe recordaba ayer que en los últimos cinco partidos ha recibido once tantos), Mir se ha convertido en el mejor alivio que puede tener Lubo Penev. El atacante murciano, con sus 9 goles (hizo dos el domingo contra el Alcoyano) sostiene claramente el balance anotador del equipo (17 goles a favor). Eso, en otro momento y en otras circunstancias, sería motivo de admiración y de optimismo pero en este caso concreto, el Valencia se va a dar de bruces con una realidad que a la larga suele pasar factura.

Mir acaba contrato como blanquinegro dentro de 8 meses y nadie garantiza que incluso en el mercado de enero pueda acabar saliendo. Lo que podía haber sido la temporada de confirmación de Rafa Mir con el primer equipo a las órdenes de Marcelino (en el primer partido de verano contra el Laussane suizo marcó por la escuadra) se ha convertido poco menos que en un callejón sin salida para todas las partes implicadas.

Ahora que el Valencia está centrado en la irrupción del joven de Foios Ferran Torres, pierde en Mir, en cambio, un valor de futuro al que Nuno precipitó hace justo dos años (24-11-2015) a la élite haciéndole un flaco favor, en aquel debut de Champions contra el Zenit. En su tercera temporada en el Mestalla, Rafa Mir -con una cláusula de 8 millones de euros- se ha convertido no sólo en el máximo exponente del filial valencianista, sino también en el máximo artillero del grupo y también de la categoría.