Gattuso no descarta ahora pedir fichajes

A Gattuso le ha dado últimamente por retorcer con el paso del tiempo sus propias versiones por diferentes motivos. Si hace unos días echaba la culpa a la prensa al referirse a la polémica creada por los cometidos que le había encargado Lim a principio de temporada (con lo de revalorizar jugadores jóvenes para venderlos después), ahora se vuelve a dar una situación cuanto menos significativa pero sin culpables esta vez de por medio. Gattuso decía el 1 de octubre pasado tras su regreso de Singapur donde parecía que todo había transcurrido de maravilla (el equipo era noveno): «Hemos hablado de que cuando se abra el mercado de invierno vamos a cambiar poco o nada, seguramente nada». Ayer, 38 días después y pese a que se le insistió repetidas veces sobre esta cuestión de cara a la inminente cita con el máximo accionista (viajan a Singapur este viernes), el italiano ni se mostró tan rotundo ni quiso afirmar si realmente creía que hacían falta o no refuerzos: «No quiero hablar de esto. Pienso que tiene que hablar Corona. Tengo que hablar con todos los componentes del club. Yo voy a escuchar. Voy a escuchar al propietario. Después cuando vuelva hablamos de esto. Yo hablo ahora de quien entreno. Después cuando termine el partido se habla con el club, con Corona, si tenemos posibilidad, si se puede... Yo hablo y escuchan, luego me hablan y yo escucho. ». En su primera y última comparecencia, Miguel Ángel Corona deslizó que en principio no tenían previsto hacer ningún movimiento de cara a este mercado de enero.

Pero la verdadera impresión es que el escenario deportivamente hablando está cambiando. Al menos para Gattuso. El italiano ofreció ayer una de las ruedas de prensa más ásperas desde que está aquí: muy serio y con pocas ganas de explayarse en sus explicaciones, actitud que coincide no sólo con la mala racha de resultados sino con el inminente encuentro con Lim. Allí, dicho sea de paso, se corre el riesgo de que con el técnico se repitan situaciones que ya vivieron en primera persona los anteriores entrenadores valencianistas, con la diferencia que ellos se quedaron sin los refuerzos pretendidos sin tener la opción de estar cara a cara con el máximo accionista.

Con todos estos condicionantes, la importancia de los puntos en juego esta noche todavía adquieren un mayor valor. No sólo para el equipo de cara al parón mundialista sino para el propio Gattuso, que veía peligrar en esta jornada incluso la undécima posición.

Con cinco partidos sin conocer la victoria y ante un rival en el que militan hasta seis exvalencianistas contando a Borja Iglesias y que, pese a las numerosas bajas que arrastra, pretende entrar en la pelea por la zona Champions, a los valencianistas se les ha endurecido el reto en lo personal por esas bajadas de tensión que suelen sufrir a lo largo de los partidos. Gattuso advertía ayer de la experiencia que acumula el Betis, citando incluso su media de edad (28,4) y confesando que había visto el vídeo de la final de Copa («en la segunda parte el Valencia fue muy valiente»).

Más allá del rival y tras haberse cubierto el primer tercio de Liga, el italiano dio su versión sobre la nota que podría poner al trabajo realizado: «Sabía que tenía un trabajo muy difícil, que tenía que cambiar un estilo de juego. Pienso que el equipo está jugando bien. La valoración del equipo era tener 20-21 puntos».

Con Uruguay pendiente, Cavani se perderá también el partido de hoy, el último antes de la celebración del Mundial. Lo que parecía un golpe sin importancia en el tobillo derecho –contra el Barça– se ha ido complicando y Gattuso no quiso mojarse sobre si el delantero estará o no listo para el Mundial, aunque destacó no sólo el esfuerzo del jugador sino también que la dolencia la llevaba arrastrando tiempo. «La última resonancia se la hizo hace una semana y el tobillo está mejor que cuando vino aquí. Cuando va a golpear le hace un movimiento extraño y le molesta. Pero está mejor que cuando lo fichamos».

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