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Martes, 20 de agosto 2019
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El fútbol de hoy en día es tan peculiar que en ocasiones, todo el esfuerzo que hacen los clubes para impedir que los medios de comunicación hablen, fotografíen o se acerquen a los futbolistas queda luego en un plano un tanto infantil cuando son los propios jugadores los que utilizan las redes sociales para exponer todo tipo de sentimientos, fotografías de lo más variopintas o incluso, a veces, para dar noticias que el club mantenía poco menos que en secreto. A cuatro días de que el Valencia CF juegue su segundo partido de Liga, buena parte de la atención para la cita de Balaídos se la sigue llevando lógicamente Rodrigo, pero conforme se acerca la fecha y la hora del encuentro cobra protagonismo Maxi Gómez.
Ayer, el delantero uruguayo subía a las redes sociales una foto suya en el entrenamiento que hizo el equipo valencianista. Se le veía feliz y con el gesto del pulgar de su mano derecha hacia arriba reforzaba su buen estado de ánimo. Maxi volverá a Balaídos este fin de semana y es allí donde tiene más opciones de estrenarse con el Valencia que el sábado pasado en Mestalla. Ya lo dijo Marcelino en la previa del partido contra el Betis: «No es fácil adaptarse al ritmo y al juego del Valencia, hay futbolistas que llevan dos años. Con Maxi tenemos que ser pacientes». En el arranque liguero su papel se limitó a calentar en la banda. Si el marcador, en lugar de ponerse 1-0 se hubiera mantenido con el empate inicial, Marcelino es posible que hubiera recurrido al ex del Celta.
De cualquier manera, el partido que se marcó Rodrigo y la motivación que puede sentir de cara a jugar precisamente contra su exequipo sitúan al uruguayo en el punto de mira. Hay que tener en cuenta que de un momento a otro lo de Rodrigo puede cambiar y por otra parte está también muy presente sobre todo su estado de ánimo. Que Rodrigo es hoy por hoy titular indiscutible para Marcelino es algo que queda fuera de toda duda pero la grada de Mestalla, como cualquier afición, tiene ganas de ver sobre el césped a los nuevos. Y Maxi, hay que recordar, ha supuesto la mayor inversión este verano, con cifras que se han atenuado al incluir en la operación a Santi Mina y a Jorge Sáenz.
Santi Mina arrastra un esguince en el tobillo, ayer no se ejercitó con la plantilla gallega y se da por seguro que tampoco podrá jugar este segundo partido de Liga (el primero lo vio desde la grada), mientras que el Valencia no incluyó ninguna cláusula del miedo en la marcha de Sáenz y el central sí podría participar. Contra el Madrid estuvo en el banquillo.
Sería curioso que en el desarrollo del encuentro se diera la situación de que Sáenz juega y le toca vigilar a Maxi Gómez. Marcelino, por cierto, contempla que el uruguayo pueda compartir minutos en el terreno de juego con Kevin Gameiro. Pero, como dijo al principio, «hay que ser pacientes». La duda es si se alargará la paciencia hasta la tercera jornada.
Fran Escribá, técnico valenciano que dirige al Celta, ha tenido el primer roce público respecto a la política de fichajes que ha realizado el director deportivo. Se quejaba el técnico cuando perdió contra el Real Madrid sobre la incorporación de jóvenes de la cantera al primer equipo. «El Madrid ha sacado a tres internacionales, y yo he tenido que sacar a un chico de la casa -Losada». Eso molestó a la cúpula de la entidad y Miñambres fue quien le respondió, también públicamente. «Hablándolo con él, creo que no fue la mejor rueda de prensa de su historia, que no la va a recordar como la mejor rueda de prensa. Dijo una cosa pero después, cuando hablo con él, me transmite otra».
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