Un par de semanas para la reflexión, mucha reflexión. Análisis, exposiciones, reuniones, y sinceridad, mucha sinceridad. El equipo no está bien, y cuando esto sucede ... afloran, desgraciadamente, salen a luz, 'otras cosas'. Verdad o no verdad, pero inconvenientes en esta situación. Y muchas de ellas inconsistentes e incomprensiblemente, para la mayoría, razones suficientes para justificar determinados comportamientos. Y a mí esto, me duele. Cuando las cosas no van bien, siempre lo dije, todos tienen o tenemos nuestra cuota de responsabilidad, y así debemos, primero reconocerla y después asumirla, y corregir la tendencia.
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Y ya empezamos por no reconocer nuestra culpa, mal asunto. Siempre es de otros, nunca mía o nuestra. Y lo más importante, necesario aclarar declaraciones, opiniones e interpretaciones, por supuesto, la relación entre futbolistas, y entre estos y los técnicos, principalmente el entrenador, debe ser la mejor posible, pero lo que más, seguir centrándonos en qué le pasa al equipo, qué hace bien y qué debe cambiar. Esas cuestiones son las verdaderamente relevantes. Con mejores resultados, empezaremos a tener mejores sensaciones, mejor escenario, mejores expectativas y, lógicamente, mejor relación entre los protagonistas.
Y ahí voy yo. Espero que las ideas del técnico sean las adecuadas. Si lo son y no se ejecutan bien, la cuota cambia, al igual que si no son las que se necesitan para sacar las cosas adelante. Creemos que todos los entrenadores tienen las mismas ideas para resolver temas de salida de balón desde atrás, de progresión en el juego y de posesión en campo contrario (oportunidades y goles), de cómo presionar, cómo y cuándo replegar, y como defender el área propia, así como el balón parado. Pero no, hay fórmulas diferentes, por eso, y aunque no lo podamos saber, en función de esa subjetividad a la hora de valorar si es lo correcto o no, o se mejora a corto y medio plazo, o lo tendremos y lo tendrán muy difícil.
La visita a Vitoria no era nada sencilla, pero el Valencia debía puntuar. Una nueva derrota no aliviaría un ápice la tensión, así que, incluso con bajas importantes en defensa, Mouctar Diakhaby y Dimitri Foulquier, y ante un rival, rocoso, vertical e intenso, que se ha hecho fuerte en su estadio, no perder resultaba obligado.Y no se perdió pero tampoco se vio a un Valencia con opciones de ganar. Eso ante el Alavés. La semana próxima llega un Villarreal cargado de figuras, luego el Real Madrid y más tarde el Betis, equipos con mayor potencial. ¿Qué hará el Valencia?
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