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Ún equipo de valencianos. Alineación del Valencia ante el Athletic (1963-64). De pie, Martínez, Piquer, Mestre, Verdú, Roberto y Arnal. Agachados, Cabello, Sánchez Lage, Waldo, Ribelles y Suco. archivo pepe vaello
El equipo que nunca empataba

El equipo que nunca empataba

El Valencia acabó la temporada 1963-64, en la que disputó la final de la Copa de Ferias, con dieciséis victorias y catorce derrotas en la competición doméstica

PACO LLORET

Sábado, 19 de enero 2019, 00:29

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Ni un solo empate en toda la Liga. Ese fue el registro establecido por el Valencia en la temporada 63-64 a lo largo de las treinta jornadas del campeonato. Ningún otro equipo lo ha repetido. Los únicos precedentes se remontan a las temporadas anteriores a la Guerra Civil. Desde la campaña 39-40 solo existe este singular caso protagonizado por un Valencia que arrancó el ejercicio bajo la batuta de Pasieguito y lo concluyó con otro ilustre vasco en el banquillo: Mundo. A diferencia de la presente temporada en la que se encadenan las igualadas, en aquella, el Valencia solo ganaba o perdía sus compromisos ligueros.

Con un balance de dieciséis triunfos y catorce derrotas, el conjunto de Mestalla terminó en la sexta posición, por delante del Atlético de Madrid y del Athletic de Bilbao, y por detrás de un meritorio Elche. Aquella campaña vio por última vez a los valencianistas en una final de la Copa de Ferias, la tercera consecutiva, y la única jugada a un partido en terreno neutral. Aquella fue también la única que se perdió después de haber conquistado las dos anteriores. En esa campaña se vivió por vez primera el derbi de la ciudad. Los locales impusieron su ley en cada campo. En Mestalla el Valencia venció por 5-3 y en Vallejo el triunfo correspondió al Levante por 1-0.

También fue la última temporada del defensa Juan Carlos Quincoces en la plantilla. Después de once años en la plantilla abandonaba la disciplina valencianista y fichaba por el Real Murcia. A diferencia de lo sucedido en la Liga, el Valencia empató varios encuentros en los otros torneos disputados. La primera igualada constituyó toda una sorpresa. El Shamrock Rovers irlandés logró las tablas con un 2-2 en el encuentro de vuelta de la primera eliminatoria de la Copa de Ferias, después de la victoria del Valencia por 0-1 en el de ida. La cita de Mestalla estuvo a punto de acabar con un disgusto mayúsculo porque los visitantes vencían por 0-2 a falta de media hora. Los goles providenciales de Guillot y Arnal evitaron la sorprendente eliminación del campeón. Se trata del primer encuentro de competiciones europeas jugado en casa que no termina con triunfo local.

El Valencia se caracterizó por ser un equipo de toma y daca, capaz de ganar y de perder por goleada, sin término medio. La temporada arrancó con un severo correctivo sufrido en el Sánchez Pizjuán donde el Sevilla se impuso por 3-0. Después de ganar a los granotas, vino un espectacular triunfo en Oviedo por 1-4. Aquel resultado fue el mejor en desplazamiento. Hubo sendas victorias más como visitantes: una en Pasarón ante el Pontevedra con gol de Waldo al filo del descanso y otra, también por 0-1, en el Metropolitano ante el Atlético gracias al solitario tanto de Roberto Gil. Como local, el Valencia logró un 6-0 a favor ante el Valladolid, con goles a pares de Héctor Núñez y Guillot, además de los logrados por Waldo y Paquito. Ese fue el mejor resultado en Mestalla. Otras victorias destacadas en casa por su contundencia tuvieron al Zaragoza y al Betis como víctimas. En ambos casos, el resultado fue el mismo: 4-0. Con los béticos se alineaba un jovencísimo Luis Aragonés. Los zaragocistas terminaron siendo el rival en la final europea celebrada en el Camp Nou con su famosa delantera de los cinco magníficos.

El peor marcador en Mestalla se registró en el partido contra el Real Madrid que se impuso por 1-4. A mitad de la temporada se produjo un relevo en el banquillo. Después de ser goleados en La Romareda por 5-1 y en el Camp Nou por 4-0, la directiva presidida por Julio de Miguel decidió prescindir de los servicios de Pasieguito. Una vez más se cumplió la tradición y Mundo, el sustituto, debutó en el banquillo con victoria: goleada al Sevilla por 4-1 y un triplete de Waldo. El rendimiento del equipo mejoró y brilló también en la Copa, torneo en el que se alcanzaron las semifinales ante el Atlético de Madrid, rival al que había derrotado en los dos encuentros ligueros pero al que no pudo doblegar en ninguno de la eliminatoria. En la ida, en Mestalla, hubo empate a uno, y en el de vuelta, los colchoneros se impusieron por 3-1. Esa eliminatoria cerró un ciclo de tres campañas consecutivas con eliminaciones en la ronda previa a la final del torneo.

Aquella temporada sin el signo X en los partidos del Valencia incluidos en los boletos de la quiniela, se inició de forma accidentada puesto que una tormenta descomunal obligó a la suspensión del primer partido, ante el Barça en Mestalla. El partido se disputó entre semana dos meses después, en noviembre, y las gradas quedaron desbordadas por la incontrolada afluencia de aficionados que accedían con retales de entradas del encuentro suspendido, a las que se dio validez. Aquella noche pudo haberse vivido una situación dramática por exceso de espectadores que, afortunadamente, no se produjo.

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