El Valencia mantiene sus genes

Once del entrenador del Galatasaray, Fatih Terim: Ismail, Linnes, Donk, Maicon, Carole, Selcuk, Fernando, Belhanda, Feghouli, Rodrigues y Gomis.

El Valencia se instaló ayer en el hotel Royal de Crans-Montana, un complejo de cinco estrellas en un lugar paradisíaco de los Alpes suizos. Es el centro de operaciones para los de Marcelino hasta el viernes 27 de julio. El equipo llegó a Suiza con Rodrigo al frente y a la espera de la incorporación de Kondogbia, que se une hoy a la expedición. Marcelino convocó a 25 futbolistas, entre ellos los canteranos Cristian Rivero, Centelles, Álex Blanco y Jordi Escobar. El técnico dejó trabajando en Paterna a Sito y Javi Jiménez.

Esta tarde afronta el Valencia el primer amistoso de la pretemporada. Será ante el Galatasaray, campeón de la SuperLiga turca y conjunto del exvalencianista Feghouli. El partido sirve para seguir engrasando la maquinaria y ver la respuesta de los fichajes, Racic y Diakhaby. Habrá que ver si Marcelino ofrece minutos a los futbolistas con los que no cuenta: Nacho Gil, Medrán y Simone Zaza, que se quedó sin compañero en el reparto de habitaciones.

El Valencia tiene un modelo de juego. Un sistema por encima de todo, incluso de la victoria. Ayer, en un estadio plagado de ruidosos aficionados del Galatasaray, el equipo de Marcelino se mostró indestructible. Y esa es la clave del éxito de este equipo. Siempre hay una solución al problema, los movimientos son mecánicos, contundentes y eficientes. El trabajo diario obtiene resultados y el equipo, algo importante, mantiene la columna vertebral del equipo de la pasada temporada. Ayer fue el primer partido del curso, es tiempo para quitarse el óxido de las vacaciones, pero a primera vista se percibe la esencia de ese sistema, de ese juego de Marcelino que la grada del Valencia comparte.

El 4-4-2 es inamovible al 99 por cien. No hay motivos para cambiar lo que funciona y el tiempo le ha dado la razón al entrenador. Ayer se vieron muchos rotos en el campo todavía por zurcir. Una labor que deben realizar Pablo Longoria, presente en el estadio junto a Anil Murthy, y Mateo Alemany, que puede aparecer por Crans-Montana y que no sería descabellado que lo hiciera con una nueva incorporación en la persona de Kevin Gameiro. Al francés se le espera.

El once que compareció de inicio en el Stade St. Leónard de Fribourg estuvo caracterizado por la provisionalidad en algunas de las zonas. Especialmente en las bandas, ocupadas por Medrán y Nacho Gil, dos de los que salvo sorpresa no estarán en la primera jornada de Liga vistiendo la camiseta del Centenario. El valenciano, pese a que sabe que sus oportunidades son mínimas, puso un balón excelente a Vezo para que adelantara al Valencia. El luso siempre cumple en el lateral derecho pero se ve a la legua que no es su posición. Sufre cuando el extremo de turno pone una marcha más. En la segunda parte jugó Montoya. Marcelino sigue a la espera de un lateral que llegará cuando el mercado otorgue la oportunidad.

Hasta el gol de Vezo, las oportunidades más claras fueron para el Galatasaray. Ambas de Gomis, un atacante francés que alarga su carrera en tierras turcas, donde para los futbolistas con estrella la liga es una especie de balneario. La primera de las oportunidades del francés tuvo una respuesta sobresaliente de Jaume. La segunda, se fue fuera. A pesar de los movimientos de ataque del Galatasaray la realidad era que el Valencia siempre estuvo mejor plantado en el campo. Dio imagen de equipo más consistente y trabajado. Esta primera semana de entrenamientos en Paterna ha sido provechosa para Marcelino.

Una de las novedades fue la presencia de Soler en el dupla de mediocentros junto a Racic, que fue el futbolista que más minutos participó y ofreció una excelente imagen. Soler estrenó el '8', el número de un ídolo como Baraja -técnico que moldeó al canterano-, clave para llevar al Valencia a una de sus épocas doradas con Albelda como pareja en la contención. El '8' en la espalda de Soler es un guiño a uno de los mejores Valencia y un detalle que alimenta los sueños de éxito. El canterano se ajusta a la dirección de juego del Valencia como un guante. Sus movimientos nunca son improvisados y siempre tienen un porqué. Cada balón que sale de sus botas lo hace cargado de razones. Marcelino, que ha exprimido a Carlos Soler por la derecha y ha obtenido el mejor jugo, sabe que puede contar con él para llevar la batuta de ese 4-4-2 tan reconocible y sólido en el equipo blanquinegro.

La cruz fue para Zaza, que no tuvo ninguna oportunidad para reivindicarse cuando sabe que su posición en el equipo es delicada. Antes del descanso, el Galatasaray pudo empatar el partido pero Selçuk, que acababa de entrar en el campo, tiró el balón fuera. La ventaja al descanso fue merecida por la solidez mostrada por uno y otro equipo. El campeón de la liga turca, con el eterno Fatih Terim en el banquillo, fue más voluntarioso que ordenado.

Marcelino cambió el once en la segunda parte y sólo mantuvo a Racic respecto al once titular -el serbio dejó su puesto a Parejo avanzado el partido-. La esencia fue la misma. El 4-4-2 se mantuvo con Daniel Wass en sus primeros minutos como valencianista en el eje del centro del campo. Si en la primera parte tuvieron minutos canteranos como Jordi Escobar (con sólo 16 años) y Centelles, en la segunda mitad fue el tiempo de Álex Blanco, otra de las perlas de Paterna.

Lato, que ocupó el extremo izquierdo, marcó con una jugada muy similar a la de Vezo en la primera mitad y puso una ventaja solvente para el Valencia en el marcador gracias a una perfecta definición. El partido entró en un correcalles favorecido por el carrusel de cambios del Galatasaray, que recortó distancias por medio de Oyenkuru. Empujaron los turcos pero el Valencia resolvió con solvencia para llevarse la primera victoria del verano.