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Valencia-Alavés. AFP

El Valencia sonríe a la Champions

Partidazo y tres puntos de oro para los de Marcelino ante un Alavés que no tuvo grandes ocasiones para remontar

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Domingo, 12 de mayo 2019

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El Valencia CF recibe al Deportivo Alavés en el partido correspondiente a la jornada 37 de LaLiga, a las 18:30 horas en Mestalla.

Último encuentro de la temporada en el templo de la avenida de Suecia. En juego la cuarta plaza y, por tanto, la Champions.

Once de Marcelino García Toral: Jaume Doménech, Piccini, Garay, Gabriel Paulista, Gayà, Carlos Soler, Wass, Parejo, Gonçalo Guedes, Rodrigo y Santi Mina.

Once del técnico del Alavés, Abelardo Fernández: Pacheco, Vigaray, Laguardia, Navarro, Duarte, Martín, Pina, Darko, Jony, Rolán y Calleri.

Sigue minuto a minuto el partido de LaLiga en lasprovincias.es.

LA PREVIA de J.C. Valldecabres

A punto de ser extraordinaria según Marcelino; algo más que buena como llegó a defender Mateo Alemany todavía en caliente tras la eliminación con el Arsenal o escasa si al final el Valencia se queda en la orilla de los dos frentes que tiene abiertos. Como es imposible saber -porque no habla nunca- lo que de verdad piensa Peter Lim, el hombre que le exigió al entrenador meterse en Champions, el veredicto final corresponderá como siempre al público de Mestalla. Esta tarde será la última vez que esta temporada los aficionados puedan ver a sus jugadores en casa. Luego llegará Valladolid, después Villamarín y por delante tres meses para volver a ilusionarse, pero no serán los dos anteriores escenarios el lugar idóneo para dictaminar sentencias populares. El problema para Marcelino es que por mucho que se esfuerce en defender el abnegado trabajo que ha hecho, el Valencia no depende hoy de sí mismo. En realidad no ha podido disfrutar de esa condición desde que el balón se pusiera en movimiento el 20 de agosto, cuando el Atlético rascó un punto de Mestalla. Nueve meses después, los valencianistas no se atreven a decir con rotundidad si este proyecto les plena de satisfacción o si hay que apretarle las clavijas al entrenador por planificar una plantilla tan corta y que se pasó la primera vuelta de campeonato dándose cabezazos contra la pared.

De la misma forma que a los valencianistas sólo les vale ganar al Alavés esta tarde para seguir manteniendo viva la esperanza, donde también se cuece el asunto es en el Camp Nou. Allí tiene Valverde que decidir si quiere seguir arriesgando después de lo que hizo en Balaídos o si apuesta por la seriedad tal y como están las cosas después de lo de Liverpool. «Los jugadores están con ganas de demostrar», decía ayer el técnico del Barça en un intento por confirmar la predisposición de cara a vérselas con el Getafe. La lectura de que el varapalo europeo beneficia al Valencia es el argumento al que se acoge hoy todo aficionado blanquinegro. El Valencia necesita que el Barça gane sí o sí al Getafe.

Será pues una tarde de las que antiguamente se decía de radios, hoy con el teléfono como principal aliciente. Posiblemente se celebre con la misma fuerza cada gol de los jugadores de Marcelino como los que consigan los barcelonistas. Será inevitable evitar la influencia de lo que allí ocurra.

La otra cuestión es si el Valencia está anímica y físicamente en condiciones de soportar tantas exigencias. Es uno de los quebraderos de cabeza que tenía este sábado Marcelino que, además, debe ingeniárselas para buscarle un ayudante a Parejo por la sanción de Coquelin. El técnico llegó a verbalizar que incluso baraja la posibilidad de meter a Diakhaby en el centro del campo, no con el sistema de Londres sino con el habitual 4-4-2. Lo lógico sería darle la opción a Carlos Soler, menos castigado el jueves, y beneficiar a Ferran con la titularidad en la banda derecha. Todo estará muy condicionado al grado de bienestar físico que confiesen los propios futbolistas durante las horas previas.

El Alavés fue hasta hace bien poco uno de los implicados en la pelea por entrar en la Liga de Campeones. El calendario le ha ido pasando factura y ahora sólo aspiran a la séptima plaza, aunque solo les vale la victoria y que Athletic, Real Sociedad y Espanyol no ganen.

En serio era preciso esperar a la última hora y media de una temporada de 38 partidos, para saber si se juega o no la Champions? Pues sí. El Valencia, por lo que se ve, quiere llenar de pacientes la consulta de los cardiólogos.

Y lo mejor de todo es que, encima, el sábado se las verá con un rival que se va a pasar toda la semana de fiesta. El Valladolid ya está salvado y aunque en ocasiones eso puede ofrecer una doble lectura, se hace difícil imaginar un derrumbamiento general del Valencia en Pucela. Ayer mismo estuvo a punto de suceder en Mestalla cuando nada más comenzar la función Ximo Navarro dejó a todos boquiabiertos con el gol visitante. No fue la 'torrija' del Barcelona en el córner de Liverpool pero algo de eso sí que tuvo.

Si ya sorprendente fue la presencia de Jaume en el once, el aliciente definitivo fue verse casi de salida con un 0-1 y con un adversario que parecía dar las primeras muestras de encontrarse a gusto sobre el terreno de juego.

Quizás se podría aplicar lo que le pasa al internacional a lo que empezó a padecer el equipo. En esa zona de incertidumbre estaba el partido cuando un envío facilón de Paulista hacia Soler terminó con un garrafal fallo de Duarte. El valenciano no perdonó y fue la resolución definitiva al conflicto propio. Marcelino estalló de júbilo y se metió en el campo sin pudor. Empezó el asturiano a participar a su manera de este partido tan peculiar.

Con esos síntomas tan particulares discurrió prácticamente todo el partido, bastante escaso de calidad futbolística aunque a estas alturas y con lo que hay en juego, sea ésta una cuestión que pasa a un segundo nivel. En ese tipo de rangos es cuando destacan, por ejemplo, jugadores como Santi Mina, siempre más pundonor que calidad pero con un punto de extraordinario olfato cuando peor están las cosas. Esta vez Parejo sí puso algo más que horchata en el córner y Mina cabeceó de una manera tan eficaz como espectacular.

Por eso llegó la tercera celebración y eso que nadie había marcado. Bueno sí, pero no aquí sino en Barcelona. «¿Gol? ¿Del Barça?» Marcelino preguntaba a los espectadores de detrás del banquillo y agitaba los brazos. Todo estaba empezando a salir bien. El Alavés fue desapareciendo del campo y con los cambios asentaron la supremacía local. Gameiro hizo el tercero y el Barça el definitivo. Mejor imposible. Sólo queda ahora hacerlo bien en Valladolid.

Valencia CF

Jaume Doménech, Piccini, Garay, Gabriel Paulista, Gayà, Carlos Soler, Wass (Diakhaby, m.81), Parejo, Guedes, Santi Mina (Ferran Torres, m.83) y Rodrigo (Gameiro, m.65)

3

-

1

Deportivo Alavés

Pacheco, Vigaray, Laguardia, Ximo Navarro, Duarte, Martín (Borja, m.64), Pina (Manu, m.75), Darko, Jony, Rolán (Twumasi, m.75) y Calleri

  • GOLES: 0-1, m.12: Ximo Navarro. 1-1, m.29: Carlos Soler. 2-1, m.34: Santi Mina. 3-1, m.67: Gameiro

  • ÁRBITRO: Cuadra Fernández (comité balear). Amonestó por el Valencia a Garay y Paulista y por el Alavés a Darko, Pina, Borja y Laguardia

  • INCIDENCIAS: partido disputado en Mestalla ante 37.744 espectadores

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