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Real Betis-Valencia CF. Agencias

Copa del Rey: Gameiro avista la gran final

El francés transforma una eliminatoria que estaba casi perdida para el Valencia CF

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Jueves, 7 de febrero 2019

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El Real Betis recibe al Valencia CF con motivo del partido de ida de semifinales de Copa del Rey, a las 21 horas en el Benito Villamarín.

Con mucho esfuerzo y más ganas han llegado hasta aquí los de Marcelino García Toral. Por la afición y por los once años que los separan de llevarse la Copa, esta noche se presentan con todo ante un fuerte Betis.

Once del Valencia: Jaume Doménech, Piccini, Garay, Gabriel Paulista, Gayà, Carlos Soler, Coquelin, Parejo, Cheryshev, Rodrigo y Santi Mina.

Once del técnico local, Quique Setién: Joel Robles, Mandi, Bartra, Sidnei, Junior, William, Guardado, Canales, Lo Celso, Joaquín y Loren.

Sigue minuto a mintuto el partido de semifinales de Copa del Rey en lasprovincias.es.

LA PREVIA de Toni Calero

El 16 de abril de 2008 se plantó un Valencia en ruinas en el Vicente Calderón y, pese a las órdenes que llegaban desde el banquillo, fue capaz de superar de principio a fin al novato Getafe para adjudicarse su séptima Copa del Rey. Desde entonces ha vivido el club de Mestalla años buenos -pocos- otros indecentes y varios mediocres hasta llegar al que nos ocupa, el del centenario, en el que tiene la gran oportunidad de conquistar un título once largos años después. El sorteo alejó a Barça y Real Madrid y trajo al Betis, otro equipo que también cotiza al alza y también tiene sobradas razones para pelear la Copa hasta el último suspiro porque la final se juega en su casa, en el Benito Villamarín.

La fulgurante remontada contra el Getafe devolvió al Valencia a unas semifinales un año después de haberlas chafado, sin demasiada convicción, ante un Barcelona intratable en su torneo favorito. El Betis representa un obstáculo menor, pero otro obstáculo al fin y al cabo. Los de Quique Setién, como el Valencia, son un grupo que cotiza al alza, capaz, por ejemplo, de derrotar al Atlético de Madrid en la última jornada. La eliminatoria se prevé de tú a tú entre dos aspirantes que quieren quebrar la hegemonía del Barça en una hipotética final o bien dejar al Real Madrid sin una Copa que se le resiste desde 2014.

«Espero un partido complicado. El Betis es un buen equipo, que juega muy bien al fútbol y domina bien la posesión. No sé si saldrá muy atrevido o no, lo veremos durante el partido, pero estoy convencido que saldrá a ganar, igual que nosotros», explicó Marcelino sobre un Betis que, más allá del sistema (emplea tres centrales y dos carrileros de largo recorrido) se encuentra en las antípodas de la propuesta del técnico valencianista. «Somos dos equipos muy igualados en capacidad. Estamos en la Liga y jugamos la Europa League. Esperamos traer para la vuelta un buen resultado, mejor que el 1-0 de Getafe», dijo Marcelino.

El valencianismo va a estar con el equipo en el Villamarín porque las 700 entradas disponibles en la zona visitante se agotaron. Las ganas de la afición de llegar a una final son similares a las de Marcelino. «No sé si me merezco una final, pero ganas tengo bastantes. Es otra oportunidad que se presenta y sería un bonito sueño. Trabajaremos fuerte para conseguirlo», prometió el asturiano. Recuerda el técnico que en las eliminatorias ante el Sporting y Getafe el Valencia jugó «dos segundos tiempos mejorables» en la ida y por ello espera que su equipo salga hoy concentrado al máximo desde el primer minuto.

El Valencia viaja hoy mismo hacia Sevilla y lo hará sin Guedes, a quien Marcelino aguarda ya para la visita del domingo de la Real Sociedad. Sí está Kondogbia, aunque en principio partirá en el banquillo con Coquelin compartiendo centro del campo junto a Parejo. Del capitán, que atraviesa un extraordinario momento de forma, habló Marcelino. «Él se defiende con su rendimiento y con su juego, así que es un motivo de satisfacción que haya renovado. Es extraordinario como jugador y como persona», sentenció el entrenador valencianista, quien concentrado para la semifinal aseguró no conocer nada acerca de los fichajes -todos apalabrados- de Jason, Jorge Sáenz y Manu Vallejo: «No me consta ninguno. Nadie del club me ha comunicado nada al respecto y no tengo opinión».

En el Betis juegan varios exvalencianistas y uno de ellos, Sergio Canales, se ha convertido en una de las claves del conjunto de Setién. «Está haciendo una magnífica temporada. Pasó momentos muy difíciles y me alegro por él», admitió Marcelino, que hoy estará muy pendiente del cántabro, Lo Celso o Loren Morón, tres de las principales armas de ataque de los verdiblancos.

Hora y media y a la final. El Valencia tiene abierta una puerta para ver de cerca el trofeo de Copa del Rey. El centenario parece que va a resultar espectacular. Sólo falta ponerle la guinda dentro de tres jueves en Mestalla, puesto que lo más difícil parece que ya se ha hecho. No sólo se resistió en la caldera del Villamarín sino que se marchó del estadio con los aires de grandeza de un equipo que superó la propia adversidad de verse con un 2-0 en contra en el marcador.

Cheryshev y un genial Gameiro pusieron patas arriba una eliminatoria de esas que sabes cómo empiezan pero no tienes ni idea de cómo van a acabar. El Valencia tendrá que aplicarse con igual de criterio e inspiración para la vuelta, pero lo más difícil ya está hecho. Un simple 0-0 o un caprichoso empate a uno habrá puesto al equipo de Marcelino de nuevo en el Villamarín, pero esta vez en mayo y por una final que el asturiano nunca ha podido saborear y eso que éste es su quinto intento.

Pensar que está resuelta y que sólo será un mero trámite es caer en un error que nadie con un mínimo sentido común puede creer. Mestalla volverá a tener su parte de protagonismo para empujar, como hizo ayer la grada verdiblanca anoche, a su equipo. El himno, cantado por los eufóricos aficionados, se escuchó en el recinto andaluz cuando los jugadores de uno y otro equipo meditaban en el vestuario sobre lo ocurrido. En el blanquinegro, fiesta contenida por haber dado una lección de superación ante la adversidad de verse contras las cuerdas y casi eliminados; en el verdiblanco la decepción de no saber por dónde le había metido el cuchillo el rival. Justo cuando parecía que el Valencia se despedía de la eliminatoria, se dio la vuelta a la situación. Fueron veinte minutos de auténtica locura y parece que el Valencia está más que acostumbrado a dejarlo todo para el final. Por eso con 2-0 en el marcador y con la excepcional aportación que supuso Gameiro, un equipo casi entregado a las circunstancias se transformó en un arma casi letal. Entre Gameiro y Rodrigo no sólo evitaron el desmoronamiento del grupo sino que tiraron de él en el momento más decisivo, aplicando criterio, velocidad y sobre todo inspiración para hacer el primero con la colaboración de Parejo en el robo y Cheryshev en el remate, y para construir el segundo con el francés como principal impulsor de la contra decisiva.

Hasta ahí, hasta ese minuto 70 en el que el ruso hizo el 2-1, el partido experimentó un extraño vaivén. Por unos momentos el Valencia pareció encontrarse cómodo protegiéndose en su campo; por otros despertó intentándolo con más intención que acierto; luego vino la fase de crecimiento local (el porcentaje de posesión llegó a situarse en un 70-30%); para acabar golpeando los valencianistas sin dejar tiempo al rival para que volviera a recuperarse.

El 2-2 no admite dudas respecto a lo que pasó sobre el césped. Fue un partido como se esperaba a priori, con dos equipos de autor interpretando de maneras diferentes el mismo guión. Lo verdiblancos, sabiendo su superioridad en el centro del campo, esperaron a que la lógica apareciera. Siempre con Canales como elemento de referencia, el Betis se adaptó a un manejo constante del balón. De aquí para allá, pero sobre todo por la derecha, buscando la posible descoordinación entre Cheryshev y Gayà. Atrás parecía que aguantaban con cierta solvencia Garay y Paulista, mientras que Junior no inquietaba mucho a Piccini. Por eso dio la sensación desde el principio de que el Valencia apostaba descaradamente por la resistencia general buscando una contra para hacer daño. El problema es que no llegaba la ocasión y cuando la tuvieron no supieron. El primero que la tuvo fue Rodrigo tras un servicio de Soler que el meta desvió a córner; acto seguido Santi Mina remataría el saque de esquina; dos minutos después el gallego de atragantaría de balón en una transición rápida que había dejado a Cheryshev en mejor disposición, y después de ese córner que se provocó sería Paulista el que lo intentó de cabeza por muy poco. Cuatro remates y todos fallidos. Ahí se acabó la presencia valencianista en el primer tiempo. Poco se fue readaptando y echando atrás hasta permitir que tras un inocente despeje de Gayà a córner, Loren cabeceara para dentro haciendo la primera muesca de la noche. El Villamarín se vino abajo. Fue justo antes del descanso y quedaba entonces la duda de si el Betis se iba a conformar; si el Valencia iba a sostenerse, o si iba a salir decidido a plantarle cara al rival.

Y lo que pasó fue que de un casi autogol verdiblanco nada más iniciarse el segundo tiempo, los valencianistas se fueron poco a poco apagando. El miedo a dejar espacios o la prudencia, llámese como se quiera, hizo que los béticos fueran sacando provecho de su mayor elasticidad. Lo que nadie esperaba fuera que llegara el segundo, y mucho menos de la forma en que llegó. Joaquín se las puede saber todas porque edad tiene para ello, pero su saque de esquina pasó la línea sin que Jaume pudiera evitarlo y sin que ningún defensa estuviera en ese primer palo como suele ser habitual. El VAR ajustició la osadía del meta de Almenara y el partido entró en una fase dramática para el Valencia. Una cosa es pedir la épica de Mestalla y otra poco menos que un milagro.

Hacerle un 2-0 al Betis es poco menos que imposible, sobre todo porque Setién estira como un chicle a su equipo buscando siempre el corazón del rival. La diferencia esta vez es que se encontró con una pareja que ha pasado de no dar ni una a derechas a ser casi una pesadilla para los defensas. Gameiro y Rodrigo transformaron el miedo en euforia.

Real Betis

Joel Robles, Mandi, Bartra (Javi García, min. 10), Sidnei, Junior Firpo (Francis, min. 80), William Carvalho, Lo Celso, Joaquín, Guardado, Canales y Loren Morón (Jesé, min. 78).

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Valencia CF

Jaume, Piccini, Garay, Gabriel Paulista, Gayà, Coquelin (Kondogbia, min. 58), Parejo, Cheryshev, Carlos Soler (Wass, min. 78), Rodrigo y Santi Mina (Gameiro, min. 58).

  • goles: 1-0: min. 45, Loren Morón. 2-0: min. 54, Joaquín. 2-1: min. 70, Cheryshev. 2-2: min. 92, Gameiro.

  • árbitro: Carlos del Cerro Grande (Comité madrileño). Amonestó a Junior, Rodrigo, Carlos Soler y Parejo.

  • incidencias: Partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el Benito Villamarín, ante 57.123 espectadores.

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