

Secciones
Servicios
Destacamos
HÉCTOR ESTEBAN
VALENCIA.
Miércoles, 27 de septiembre 2017, 00:18
El Valencia vive un momento dulce en lo deportivo. Un sosiego del que no disfrutaba desde hace varias temporadas. El éxito sobre el campo no debe descuidar la parte económica. De aquí al mes de junio hay una serie de hitos económicos y sociales a los que no hay que dar la espalda. De su buen cumplimiento depende el futuro del club. Pagos que rondan los 50 millones de euros.
Tras estar tres años pagando intereses, el Valencia deberá hacer frente al primer plazo por los créditos que mantiene con Bankia. Por el de 155 millones hay que responder con 12,9 millones y hay que sumar 1,5 millones más por el préstamo de 15,5 millones. Llega la hora de la verdad para Peter Lim.
Es complicado que la Unión Europea acepte la cautelar del Valencia. De hecho, en la Generalitat no cuentan con la benevolencia de Bruselas. El Instituto Valenciano de Finanzas defiende que el club debe pagar la multa. Casi 25 millones de euros que deberá costear el propietario. El Valencia no tiene ese dinero.
Otra de las sorpresas que apareció en la documentación de la última junta de accionistas. El Valencia es uno de los clubes multados por Hacienda por las comisiones de los representantes. Un problema heredado que se ha convertido en una nueva contingencia. La entidad de Mestalla no es la única que se encuentra en esta situación. Un problema añadido.
El último incoveniente en aparecer después de que la Generalitat haya elevado la protección del paraje de Porxinos. Una decisión que sepulta la ciudad deportiva del Valencia y el ambicioso plan urbanístico de miles de viviendas. El club, en principio, debería pagar a los bancos propietarios de los terrenos -se los quedaron tras la quiebra de la empresa Nozar- 20,4 millones. El Valencia reclama al Ayuntamiento de Riba-roja casi 25 millones que el Consistorio no piensa abonar y una cantidad igual a la conselleria de Medio Ambiente, que es quien ha tumbado el plan.
La gran patata caliente del Valencia. El Ayuntamiento ya advirtió al club de que el nuevo estadio debería estar terminado en 2021. La entidad trata de ganar tiempo ante una inversión de más de 100 millones de euros, un dinero del que no dispone el Valencia. El alcalde Joan Ribó quiere que el actual Mestalla esté derribado antes de 2023. El nuevo campo tendría que haber estado acabado para el centenario del Valencia, que se celebrará en marzo de 2019. Unos plazos que no se van a cumplir ya que ni siquiera hay boceto del proyecto.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El humilde y olvidado Barrio España: «Somos como un pueblecito dentro de Valladolid»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.