Lim, el socio de Mendes que sueña con tener un equipo de fútbol

El 22 de diciembre de 2013, apenas tres horas antes de jugar ante el Real Madrid, Amadeo Salvo soltaba la bomba. Traía el presidente del Valencia un inversor que construía un equipo campeón, saldaba la deuda de la Fundación y el club y finalizaba el nuevo estadio. Casi nada. Era Peter Lim, un empresario de Singapur enamorado del fútbol y que desde hace años vive empeñado en controlar un equipo de primer nivel europeo. El exconsejero Antonio Sesé y el expresidente del Barça, Joan Laporta, fueron los primeros que acercaron a Lim al conjunto de Mestalla.

Salvo consiguió concretar, el pasado dos de noviembre, ese presunto interés del empresario asiático, que amasa la octava fortuna de Singapur (12.000 millones de euros), según la revista Forbes. El plan del presidente del Valencia era imponer a su candidato y urgía a Bankia a venderle el club antes del 15 de enero de 2014 para que Lim borrara de un plumazo los problemas deportivos y financieros del Valencia. Según Salvo, el empresario quería reforzar al equipo con 50 millones de euros en el mercado invernal (cien más el próximo verano) para llevarlo a la Champions. En ese momento, Bankia entendía el órdago del presidente del Valencia como una medida de presión, pero daban a Lim toda la credibilidad, ya que se habían reunido con él. No sólo eso, el empresario había mantenido conversaciones con las instituciones.

Pero, apenas cinco días después de que Salvo hablara en público de la oferta de Lim, se supo que la oferta aún no había sido presentada a la consultora KPMG. Fue el primer pulso entre Bankia y la alianza establecida entre Salvo y el empresario. El banco avisaba de que cualquier propuesta debía pasar el filtro de KPMG y el club, sin embargo, consideraba que ya se habían dado los pasos necesarios. El 3 de enero, y dada la contrastada viabilidad del singapurense, Bankia reconocía que tendría en cuenta la oferta de Lim pese a no pasar el filtro de la consultora.

La propuesta, «una de las dos o tres mayores transacciones que se han hecho en el mundo del fútbol», en palabras de Salvo, consistía en una cifra cercana a los 220 millones de euros. Una cantidad que iría destinada a cancelar el crédito de la Fundación, y a comprar el del club, éste con una quita del 39%.

El 25 de enero, después de que Bankia tratara la oferta de Lim como una más, Salvo tensó su relación con la entidad bancaria al congregar en Mestalla a 7.000 aficionados para exponer públicamente su enfado. La opción Lim perdía fuelle. Y aunque el presidente del Valencia nunca ha querido entrar en si seguiría en el cargo si el singapurense se hiciera con el Valencia, es obvio que su relación con el magnate sigue vigente, después de que la propuesta pasara el filtro y siga dentro del proceso de compra como una de las ofertas vinculantes.

Lim, socio del agente más prestigioso del mundo, Jorge Mendes, probablemente no aterrizaría solo en Mestalla. A través de su fondo de inversión, compró los derechos federativos de Rodrigo y André Gomes, ambos del Benfica, por 45 millones de euros. Falcao, Cristiano Ronaldo o Di María son algunos de los futbolistas en la cartera de Mendes. Y es por ello que en una cena reciente en Madrid, Lim compartía mesa y mantel con el delantero colombiano, el presidente del Mónaco, Florentino Pérez, Txiki Beguiristain y Jorge Mendes entre otros.