«No existen museos para personas ciegas»

La historia de este proyecto comenzó poco antes de la pandemia, cuando los alumnos del primer curso del bachillerato artístico recibieron una clase de fotogrametría, una técnica mediante la cual se puede escanear cualquier objeto en tres dimensiones. «En este caso, utilizamos piezas que estaban en la clase y conseguimos hacer réplicas muy fidedignas», explicó Millán Belda, quien para continuar con la actividad contactó con el Museo Casa Benlliure. «Era una gran oportunidad ya que en la Prueba de Acceso a la Universidad los alumnos de la disciplina artística han de estudiar la obra de esta familia», agregó.

Con el respaldo del Ayuntamiento de Valencia, los estudiantes del IES Conselleria tuvieron la oportunidad de adentrarse en la casa museo ubicada en el número 23 de la calle Blanquerías, donde fotografiaron las piezas de dominio público escogidas pro el profesorado y la institución. «Cada grupo de estudiantes capturó con sus móviles y trípodes unas 300 imágenes de la escultura que se les había asignado», detalló el profesor.

Posteriormente, mediante un software específico, las imágenes se procesaron y convirtieron en piezas en 3D. «Fue bastante largo, cada figura, dependiendo de la calidad y del número de imágenes, tardó alrededor de seis horas en escanearse», explicó Millán Belda. Sin embargo, esta no fue la fase más duradera, «la impresión de las figuras osciló entre las 12 horas y las 40», en el caso de que no hubiera ningún fallo técnico, que en muchas ocasiones les obligó a «tener que repetir todo el proceso». «Fuimos al museo en noviembre y hasta mayo la impresión no finalizó», destacó.

Tras seis meses de espera, los alumnos del IES Consellería por fin pudieron presentar su trabajo a Isabel, una persona con discapacidad visual que nunca había visitado el Museo Casa Benlliure y que, antes de dar inicio a al actividad, subrayó la necesidad de espacios culturales inclusivos. En grupos, los estudiantes realizaron un análisis técnico de la obra y presentaron a Isabel la guía de exploración de la pieza, en la que se indicaba cómo, qué y en qué orden tenía que tocarla. Además, para que la experiencia fuera lo más fidedigna posible, los estudiantes trajeron muestras del material original de la escultura.

«El ejercicio fue muy satisfactorio», expresó Millán Belda. Los alumnos entraron en contacto con una realidad muy distinta a la suya, una realidad en la que el arte no se puede percibir a través de la vista sino del tacto, una realidad no considerada y, por ende, inadaptada. «Todavía queda mucho camino por delante, afirmó el profesor, «este proyecto nació con el objetivo de dar visibilidad a una situación menosprecidada y de ofrecer alternativas económicas».

Para cumplir este propósito, el centro ha incluido en su página web un enlace que da acceso a todos los modelos escaneados para que, «quien quiera imprimirlos y utilizarlos en cualquier lugar del mundo, pueda». Asimismo, unavez finalizada la actividad, el centro donará las copias impresas en tres dimensions a la Casa Museo Benlliure. «Creo que esto puede ayudar a que se considere generar replicas de una manera más profesional», dijo el profesor técnico de Ciclos Formativos de Informática del IES Conselleria.