Valencia salda la deuda con el pintor Manuel Benedito
El Museo de la Ciudad inaugurará una exposición dedicada al artista el próximo 11 de diciembre I La muestra presentará 70 piezas entre las que estarán el retrato de Concha Piquer, el autorretrato hasta ahora nunca exhibido, 'El infierno de Dante' y 'La vuelta de la montería'
Valencia va a saldar su deuda con el pintor Manuel Benedito. Y lo hace de la mejor manera posible ante un artista de su talla, con una exposición que el próximo 11 de diciembre abrirá sus puertas hasta final de marzo de 2026 en el Museo de la Ciudad. La muestra, organizada por el Consorcio de Museos bajo el título 'El pintor y los modelos', reunirá setenta obras -una nunca exhibida- cuando se conmemora el 150 aniversario del nacimiento del artista que inmortalizó sobre el lienzo a grandes personajes de la historia de España y entre ellos cantantes como su paisana Concha Piquer. También a Pastora Imperio, a la soprano Genoveva Vix o la bailarina de relieve internacional Cléo de Mérode. No escaparon de su caballete el rey Alfonso XIII, Gregorio Marañón, Eduardo Dato o Joaquín Sorolla, entre otros.
La exposición está comisariada por Pascual Masià, vicepresidente de la Fundación Manuel Benedito, y como él mismo ha explicado a LAS PROVINCIAS pondrá ante el espectador un recorrido creativo que permitirá conocer «cómo trabajaba. Por eso hay retratos, grandes composiciones como 'El Infierno de Dante' y 'La vuelta de la montería', así como un conjunto de cuadros pintados en Holanda en 1909 y que son considerados como de lo mejor de su producción».
La última muestra que Valencia le dedicó la acogió en 2005 el Centro del Carmen. Ahora llega una nueva cita a la que está convocado el autorretrato de Benedito, pieza que permaneció oculta durante 120 años. La adquirió el Ministerio de Cultura y pasó al Museo del Prado. Se trata de una excepcional de la que se conoció su existencia cuando sus dueños decidieron subastarla. Salió a subasta por 16.000 euros, cantidad que se duplicó. El Estado pagó 30.000 euros por el lienzo que tiene de fondo otra obra del artista: 'La vuelta de la montería'.
En el deseo de dar a conocer cómo trabajaba Benedito, la exposición contará con las obras ya terminadas, pero también con «los estudios y bocetos que realizaba previamente». Masiá ofrece como ejemplo de esos procesos que se verán, el caso del cuadro de Concha Piquer, propiedad del Banco de Sabadell que se encuentra en depósito en el Museo de Bellas Artes de Valencia. No es el único retrato de la cantante de copla valenciana, «también la Fundación Manuel Benedito posee uno». En Valencia se verán los dos y también «habrá cuatro dibujos de Concha Piquer que realizó en las visitas de la cantante al estudio cuando posaba». El retrato de Cléo de Mérode, «personaje muy conocido internacionalmente en el mundo del baile de la Belle Époque», el de los hermanos Quintero, 'El infierno de Dante' y 'La vuelta de la montería' también se verán en Valencia.
Manuel Benedito destacó como retratista. Pero no sólo. Su obra, lo atestiguan las salas de grandes museos e importantes colecciones, se detuvo más allá de los rostros que ocuparon sus lienzos y fueron el fruto de su madurez pictórica. De hecho, las obras que colgarán de las paredes del Museo de la Ciudad proceden, como ha explicado el comisario, de salas del Prado, del Thyssen y del Bellas Artes de Valencia. También habrá piezas de las colecciones del Banco de Santander, del Banco de Sabadell, de la Fundación Benedito y de particulares.
En su tierra, en la Comunitat Valenciana, su nombre apenas se escucha. ¿Qué ha pasado? ¿Desmemoria, ingratitud? Si la medida de las cosas del arte la da su presencia en las pinacotecas, como mínimo hay que pararse a pensar, pues además de los espacios mencionados, también está presente en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Museo de Bellas Artes de Oviedo, el Banco de España, la Fundación Santander o la Hispanic Society. También obliga la revisión de las crónicas que en su tiempo referían al artista que formado con Joaquín Sorolla emprendió camino con personalidad propia.
En alguna ocasión a esta circunstancia se ha ofrecido como explicación que cuando falleció, en 1963, el arte había emprendido otro camino y el artista quedó encasillado por la crítica como un pintor académico. Esta condición artística no respondía a la corriente imperante en aquellos años sesenta del pasado siglo. Manuel Benedito a su gran aportación artística sumó su condición de miembros de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Academia de Bellas Artes de San Carlos. La exposición que en diciembre abrirá sus puertas en el Museo de la Ciudad romperá el silencio.
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