Giner pacta con Ribó el presupuesto y deja la oposición en manos del PP

Ciudadanos dejó atrás ayer en el Ayuntamiento de Valencia cinco años de dura oposición al gobierno municipal para apoyar con su abstención el presupuesto de 2021 presentado en el pleno por Compromís y el PSPV. Lo hizo, según explicó el portavoz de la formación naranja, Fernando Giner, tras firmar el pacto, por las mejoras conseguidas y la «responsabilidad» a la que obliga la crisis sanitaria y económica. Por el contrario, el grupo popular calificó hasta tres veces de «papelito» lo rubricado en la alcaldía al no incluirse los fondos en las cuentas aprobadas.

La negociación que ha hecho modificar el voto de Ciudadanos del rechazo a la abstención se inició tras su apoyo al pacto de reconstrucción, donde también se alineó el grupo popular. El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, se reunió con la portavoz del PP, María José Catalá, aunque en el primer encuentro quedó claro que no recibiría el aval a las cuentas, que se elevan a 914 millones.

No ocurrió lo mismo con el representante de Ciudadanos. Finalmente y tras negociaciones que se prolongaron hasta este miércoles, el voto favorable se convirtió en una abstención, al no conseguir que Compromís dejara fuera de las subvenciones del Consistorio la posibilidad de entregar fondos a una entidad separatista de España. En los últimos años, las ayudas a dedo por convenio a asociaciones catalanistas han sido constantes.

El presupuesto tenía lógicamente los votos suficientes con el gobierno municipal, aunque el protagonista del pleno fue la abstención de Ciudadanos. Hasta tres veces nombró el pacto Catalá como un «papelito» sin valor. Algunas mejoras pactadas, ciertamente, se conseguirán con los remanentes de este año, como es el caso del aumento de las ayudas directas a pymes y autónomos por un valor de 15 millones de euros, además del refuerzo de las subvenciones a industrias culturales. El pacto se completa con elevar hasta 4,75 millones el presupuesto para el cheque escolar de 0 a 3 años, con el fin de que ninguna familia cumplidora de los requisitos se quede fuera.

El documento habla también de «suspender o modular las tasas como por ejemplo, mesas y alcantarillado, para compensar las restricciones a la actividad asociadas a la pandemia en 2021 y cuya concreción se realizará los primeros meses del año».

Esa falta de concreción fue principalmente el blanco de las críticas de Catalá. El pacto señala bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles y el ICIO, aunque sin detallar más. Los remanentes no llegarán hasta bien iniciado el primer trimestre y habrá que esperar a lo dictaminado por el Gobierno, es decir, si pueden ser gastados en lo que quieran los ayuntamientos.

El único grupo que no se refirió a este pacto en el debate fue VOX, quien directamente habló de «presupuestos de la muerte», al asegurar que perjudican seriamente a empresas y familias. El concejal de esta formación Vicente Montañez se llegó a colocar una máscara con rasgos de calavera para escenificar esto.

Catalá empezó su turno hablando con toda intención de que «la política es algo más que escenificar y este gobierno, que empezó en un teatro, requiere hechos de verdad. Ahora vivimos una situación excepcional, llevo 13 años negociando presupuestos, y nos reparten este papelito, que no se incorpora al presupuesto, que nadie va a votar», en referencia al pacto firmado por Ciudadanos. «Hoy aquí no votaremos eso, sino un presupuesto con subida de impuestos de 30 millones aprobados en 2019».

Del plan de reconstrucción recordó que ya «dijimos que no era un cheque en blanco lo que dábamos, sino que faltaba el compromiso de incorporar todo a las cuentas, lo que no ha pasado. No era tampoco un permiso vacacional. Este papelito, que es una especie de homenaje», insistió para rematar con un aforismo jurídico: «la ley que hay y la ley que habrá», para finalizar diciendo que «no sabremos si estará vigente y se cumplirá finalmente».

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos dijo sobre la firma del pacto que había que «hacer una acción inmediata para salvas el comercio y la hostelería, para que todo pueda repuntar. Hay que priorizar y eso es el fundamento del acuerdo. El 2 de enero ya se pueden hacer modificaciones, cuando estén disponibles hay prioridades que deben salir adelante», consideró, para detallar el contenido del mismo y justificar que no se había podido ir más allá por «los principios de sostenibilidad, equilibrio y regla de gasto, como dice el interventor, por eso no hemos pedido más. Hay que ajustarse a las recomendaciones por responsabilidad».

Ribó dijo en su turno que son presupuestos expansivos porque crecen pese al descenso de ingresos. «Recurrimos a 50 millones de deuda, no contamos los impuestos y aumentamos el gasto en Bienestar Social, Mayores, Viviendas, Comercio y autónomos».

Del pacto firmado entre Compromís, el PSPV y Ciudadanos, dijo que saluda el «este acuerdo, no es sobre el presupuesto inicial, pero siempre difiere. Lamento que el PP no hayan antepuesto los intereses generales a los particulares de su partido».

El concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, siguió en esa línea al acusar a Catalá de demostrar la «incapacidad de buscar acuerdos; es positivo encontrar un presupuesto expansivo para luchar contra la pandemia y lo que ustedes votarán será un 'no' de partido a un presupuesto de ciudad. Este presupuesto cuenta con más apoyos de los que le gustaría».

En su réplica, Catalá reiteró que el «acuerdo no es lo que vamos a votar hoy. Sí que están las ayudas a catalanistas y se reducen los apoyos a Valencia Activa», para pedir a Sanjuán que le llame «cuando quiera, pero para firmar algo que se incorpore al documento final. Soy más seria en los acuerdos. Si quiere una foto, métalo en el presupuesto. Con esto me vende humo en un papel, que llaman acuerdo presupuestario. Si me quiere, tiene que ser más serio».

El portavoz de Ciudadanos argumentó que era «importante llegar a un encuentro, olvidar la política de partido y ayudar a pymes y comerciantes», para añadir que le parece baja la inversión para «jardines, el soterramiento de contenedores o la limpieza, que hace falta mejorar. Nos oponemos a las subvenciones nominativas porque apoyan a entidades separatistas, pero llevo cinco años en política y antes, como empresario, me he entendido con los sindicatos sin tener necesariamente que pensar como ellos».

Aludió a que en esta crisis, la cuestión es si «dentro de diez años nos preguntan por lo que hicimos, podré contestar con todo lo conseguido, ese es el orgullo de nuestro grupo y se lo digo a los 70.000 valencianos que nos votaron, pensamos que el acuerdo era necesario». Catalá dijo por último que la presentación en prensa que hizo Ribó del presupuesto «no pasaría el filtro del Ministerio de la Verdad que quieren crear, tales fueron los trucos empleados.