Ruzafa propone concentrar verbenas y conciertos fuera del barrio en Fallas

Recuperar las verbenas falleras de la Alameda para reducir la presión en Ruzafa. Esa es la propuesta de la plataforma Convivir Russafa, constituida por la asociación de vecinos y comerciantes de Russafa (Russafi), la asociación por una Hostelería Responsable en Russafa (Al Balansí), la Agrupación de Fallas de Russafa y las principales entidades culturales del barrio, que pusieron sobre la mesa en una reunión con el concejal del Área de Protección Ciudadana, Aarón Cano y el comisario jefe de la Policía Local, José Vicente Herrera.

La iniciativa fue adelantada por LAS PROVINCIAS a través de una propuesta para toda la ciudad de la Federación de Ocio (FOTUR), quien planteó lo mismo para proteger la zona monumental del centro histórico, el Ensanche y Ruzafa. El Ayuntamiento probó un año a concentrar verbenas en el bulevar sur, con zonas de hostelería, aunque no prosperó para el siguiente ejercicio.

En la reunión de Ruzafa, los representantes de la plataforma transmitieron al concejal la preocupación de los colectivos sociales y económicos del barrio en relación con los incidentes sufridos en Ruzafa, como consecuencia del estallido de celebración asociado a la recuperación de la normalidad de las fiestas falleras.

Durante la reunión se reclamó el cambio de modelo que permita recuperar propuestas de éxito del pasado, como los conciertos de la Alameda, fruto de la colaboración público-privada. Al respecto, han recordado que esta fórmula permitía concentrar la convocatoria de decenas de miles de jóvenes valencianos y visitantes en un único punto, mejorando la capacidad de control de estos eventos y permitiendo que las verbenas recuperen su dimensión natural dirigidas a la actividad recreativa de los falleros y de los residentes y vecinos de los barrios de las comisiones.

Desde Convivir Russafa, remarcan que se trata de una propuesta compartida por todos los colectivos y que debería abrir un debate sobre la necesidad de incrementar la escasa oferta actual de espectáculos musicales programados en Fallas, que resultan absolutamente necesarios en una ciudad de 800.000 habitantes que duplica su población durante las fiestas falleras. Una propuesta, indican, que habría que acometer de cara a las Fallas de 2023, que coincidirán con el fin de semana con el consecuente incremento de visitantes para la ciudad.

Todos coincidieron en identificar que ha sido la euforia y el «efecto champagne» asociado a la progresiva desescalada el que ha generado un impacto muy notable de la celebración de las Fallas provocando altercados, agresiones, conductas incívicas, vandalismo y el uso irresponsable de los petardos y la pólvora por parte de unos pocos, pero que no «pueden ni deben empañar la imagen del trabajo continuado del colectivo fallero ni el de los hosteleros, vecinos y comerciantes».

Como factores de riesgo se ha identificado la problemática de la venta indiscriminada de alcohol promovida por los lateros, la instalación masiva de barras por parte de todo tipo de establecimientos, el peligro asociado a la venta de alcohol durante las madrugadas desde las tiendas de conveniencia o los puestos de mojitos que este año han proliferado sin control por toda la ciudad. Por otra parte, y asociado al peligro de los consumos abusivos de alcohol, se han detectado guerras de petardos en los cruces y chaflanes y algunas de las calles más emblemáticas y concurridas del barrio o la venta de pirotecnia de categoría F4, que debería estar más perseguida, ya suponen un peligro evidente que reclama la movilización ciudadana y el diseño de los correspondientes dispositivos policiales para evitar que estos hechos se puedan repetir.

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