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Gómez y Ribó, ayer, en la sesión extraordinaria de la primera junta de gobierno municipal. I. Marsilla
Vía muerta entre Ribó y Gómez

Vía muerta entre Ribó y Gómez

El pacto para formar gobierno en el Ayuntamiento encalla sin plazos a la vista para un acuerdo

Paco Moreno

Valencia

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Viernes, 21 de junio 2019

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Compromís y PSPV no acercaron ayer ni un milímetro sus puntos de vista en el pacto para la formación de un gobierno en el Ayuntamiento de Valencia, que sigue en el aire dos semanas después del inicio de las negociaciones. Así quedó constatado tras escuchar al alcalde Joan Ribó y a la concejala socialista Sandra Gómez. Es más, la posibilidad de un gobierno en solitario por parte de los primeros está totalmente vigente, aunque el primero la rechace en público.

La comisión formada por los dos partidos se reunió por la mañana, aunque sin éxito. «No se ha avanzado nada», señaló de manera muy gráfica uno de los negociadores. El escollo principal sigue siendo la reivindicación de una vicealcaldía por parte del PSPV, aunque Gómez dijo tras la primera junta de gobierno del mandato, reducida y sin que se hayan designado las tenencias de alcaldía que «no es sólo eso, sino que se trata de una cuestión de fondo», al aludir a la situación de «subordinación» en la que quedarían los ediles socialistas con los modelos de gestión puestos sobre la mesa.

«No es un modelo bueno y se ve abocado a que las decisiones se tomen en solitario o que haya un gobierno en solitario. Nosotros lo que queremos es que este mandato haya un verdadero gobierno de coalición que recoja el espíritu de cooperación del Pacto del Botànic», aseguró la dirigente socialista.

Esta es la referencia a la que hizo alusión la edil de manera continua. «Ninguna formación progresista puede cuestionar ese modelo porque ha tenido éxito y los mismos que estamos en el Ayuntamiento formamos parte de la Generalitat», dijo tras la primera junta.

«La diferencia va mucho más allá de la vicealcaldía, es una cuestión del programa, de estructura de gobierno. Uno de los escollos del pacto es que no estamos de acuerdo con un modelo gerencial donde los concejales del PSPV deban estar supervisados a personas no electas. El modelo no lo compartimos, parece que tenga que haber un gobierno en la sombra en paralelo a la junta de gobierno», señaló.

Este modelo se deriva de una de las ofertas de Compromís en las negociaciones, un modelo con siete áreas de gobierno donde cuatro serían para esta formación y tres para los socialistas. Todas estarán tuteladas por un coordinador de área, una figura similar a la de director general, aunque dependientes de la alcaldía y con competencias que pueden sobrepasar incluso a las de los ediles electos, según la interpretacción que hacen los socialistas.

«Es una cuestión de fondo, de repetir por su parte constantemente que diez son más que siete», indicó Gómez, quien recordó que no tuvieron «dudas en votar a Ribó y garantizar que la derecha no estuviera en el Ayuntamiento. Por eso no presentamos la candidatura y hoy es alcalde porque el PSPV ha cumplido».

Tras dos semanas de negociación donde sólo se ha avanzado en el programa de gobierno, al que le falta bastante por pulir según la edil socialista, la situación es que «la pelota está en su tejado (de Ribó) y la responsabilidad es de ellos. Diez no son diecisiete, no es la mayoría del Ayuntamiento y entendemos que las fuerzas progresistas conformen un gobierno de buena relación, de igualdad y no de subrogación, de compartir las decisiones».

Citó de nuevo el Botànic al señalar que en el Consell «es lo mismo, el PSPV tiene más votos pero hay un sistema en el que las decisiones se toman de manera conjunta. El escollo es esa relación de subrogación, casi de paternalismo, que se pone encima de la mesa».

Gómez añadió que la opción de un gobierno «conjunto donde las decisiones se tomen en solitario no es algo que quiera el PSPV, ni tampoco que se haya puesto sobre la mesa la posibilidad de un gobierno en solitario». A preguntas de LAS PROVINCIAS, dijo sobre esto último que «es un tema que se ha repetido constantemente y ayer se verbalizó», en alusión a la opción planteada por el alcalde al permitirlo la normativa. «Es una mala opción, pero no está en nuestra mano, no tenemos capacidad de decidirlo, la responsabilidad es del alcalde».

En su opinión, queda mucho para dar por cerrado el programa de gobierno. «Queda mucho por hablar, nos hemos esforzado en buscar puntos en común», dijo para reiterar que la «cuestión de fondo, que reafirma semanas que han pasado, es un problema general aunque hay muchas cosas que nos unen, también es necesario que haya una actitud positiva» en el pacto.

Algo que nadie quiere

Por su parte, el alcalde Ribó dijo sobre un posible gobierno en solitario de Compromís que «es una posibilidad que nadie quiere, ni ellos ni nosotros. Hace tiempo que estoy predicando que los gobierno de coalición son los que queremos. Esto es una piedra que veremos lo que hacemos», subrayó sobre su negativa a que Gómez sea vicealcaldesa

«Las dos posiciones son firmes y no puedo decir más que trabajaremos para buscar una salida. En el Ayuntamiento las cosas han funcionado bien en el anterior mandato; hay un escollo y veremos cómo lo sorteamos».

«No tengo mucha información, parece que no se ha avanzado mucho por lo que me han dicho», respondió a la primera pregunta que le hicieron sobre las negociaciones. Unos minutos antes de la junta de gobierno extraordinaria, algunos de los representantes de Compromís en la mesa conjunta con el PSPV salieron de la alcaldía.

«Seguimos abiertos a un gobierno de coalición en unas coordenadas similares a como hemos estado trabajando estos cuatro años». es decir, de una manera proporcional al número de concejales logrados en las elecciones municipales y sin opción para la vicealcaldía.

«Con coordinadores de área, igual que en el anterior mandato que había cinco, ahora queremos extenderlos a todos para mejorar la coordinación», apuntó sobre el nuevo modelo de gestión. «Hemos ofrecido tres modelos de gestión de trabajar la coordinación de áreas en la parte política, una oferta que mantenemos de una manera clara». Concluyó con que habrá que «esperar para ver que soluciones le buscamos. Las dos posiciones son firmes y no puedo decir más que trabajaremos para buscar una salida».

Los socialistas participan en la junta de gobierno, pero no asumen delegaciones

La primera junta de gobierno de este mandato discurrió ayer con normalidad, con el propósito de desbloquear numerosos asuntos pendientes. Acudieron tres concejales de Compromís, Isabel Lozano, Giuseppe Grezzi y Sergi Campillo, además del alcalde Ribó. Por parte del grupo socialista fueron Sandra Gómez y Ramón Vilar, una partipación que la primera apoyó, lo mismo que la decisión del primer edil de no delegar competencias en ediles de su formación, a la espera de que se dilucide si se aprueba un gobierno de coalición.

De momento, la alcaldía ha delegado competencias en Campillo, que por ejemplo supervisa ya la Mesa de Contratación. El exedil de Cultura Festiva, Pere Fuset, ha sido otro que ya tiene poder de firma para la gestion diaria de esta concejalía con motivo de la Gran Fira de Valencia y el Día del Orgullo, siempre a la espera de que se mantenga en este puesto en el nuevo gobierno municipal. «Me parece bien que haga esas delegaciones», dijo Gómez, y evite las que tengan que ver con el grupo socialista, que el pasado mandato ha tenido competencias en Protección Ciudadana, Desarrollo Urbano, Deportes o Hacienda, entre otras.

En 2015, el pleno de organización del Ayuntamiento se celebró el 8 de julio, una referencia que citó ayer Ribó al responder sobre los plazos que espera en la negociación. Antes de esto, diez días según otras fuentes, deben aprobarse las tenencia de alcaldía y las competencias que tendrá cada edil. Esas son por lo tanto las fechas a las que se enfrenta el gobierno municipal, sea en coalición o en solitario. «Esperemos no estar los cuatro años así», ironizó el primer edil sobre la situación actual. La junta despachó hasta 61 expedientes, muchos de ellos de carácter urgente como la formalización del contrato de socorrismo o la construcción de un centro cultural y social en el barrio de Torrefiel, esta última una de las inversiones más destacadas del Consistorio en la parte norte de Valencia para este año.

Lo mismo ocurrió con la adscripción de secretarios municipales. Ayer se jubiló el secretario general del Consistorio, Pdro García Rabasa, lo que obliga a una remodelación de este servicio. También se despacharon varios asuntos relacionados con el personal y sentencias que afectan al Consistorio.

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