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El alcalde Joan Ribó, ayer en una visita a la Marina. P. Murillo
Ribó admite tras tres años de intentos que es «difícil» cobrar el IBI a la Iglesia

Ribó admite tras tres años de intentos que es «difícil» cobrar el IBI a la Iglesia

Hacienda envió dos recibos «de muestra» este año, aunque no precisa si se han presentado recursos para evitar el pago

PACO MORENO

VALENCIA.

Jueves, 8 de agosto 2019

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El próximo mes de noviembre se cumplirán tres años del primer anuncio del actual gobierno municipal de su intención de cobrar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a entidades vinculadas a la Iglesia sobre locales que tengan un rendimiento económico y no de culto. Ayer, el alcalde Joan Ribó admitió que esta estrategia es «muy difícil» de sacarla adelante, por lo que pidió al Gobierno una modificación de la Ley de Mecenazgo.

El periodo voluntario de cobro del IBI discurre del 1 de marzo al 30 de abril y el Consistorio está ahora en la etapa de la recaudación ejecutiva. El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, señaló ayer que en la matrícula de este año se emitieron dos recibos «de muestra» a la espera de comprobar si se presentaba algún recurso, aunque no precisó si esto último se ha producido. El cobro se basa en sentencias producidas en otras comunidades, en especial una de un comercio en Baleares de un local propiedad de la diócesis.

El pasado febrero se habló de una decena de recibos, para una matrícula total de 678.418 envíos que hizo el Ayuntamiento a otros tantos domicilios, lo que supuso un incremento de 1.188 respecto a 2018.

El primer edil plantea cambios en la Ley de Mecenazgo para sacar adelante la recaudación

En noviembre de 2016, el gobierno municipal planteó el cobro del IBI en la Federación Española de Municipios y Provincias, mientras que en sucesivos ejercicios, el edil de Hacienda planteó la voluntad de iniciar un trabajo con la base de datos del Catastro, en el sentido de enumerar las propiedades que sirven para actividades lucrativas de entidades que se acogen a la Ley de Mecenazgo, que en su mayor parte corresponden a fundaciones y organismos de la Iglesia católica.

Desde el primer momento, la oposición municipal, en este caso el Partido Popular, señaló la imposibilidad de esa estrategia por la Ley de Mecenazgo y el Concordato con la Santa Sede. Esto es lo que reconoció ayer el alcalde Ribó, al precisar que la actual legislación hace «muy difícil», pero «no imposible», poder cobrar este impuesto a la Iglesia, así como valorar la competencia desleal de algunas instituciones vinculadas a la misma, según informó Efe.

El primer edil dijo que hay que «concienciar al Estado de que ha de dar determinados pasos, como modificar la Ley de Mecenazgo», que proviene del Gobierno de José María Aznar, la cual «hace que en este momento sea muy difícil, no imposible, cobrar a la Iglesia». Precisó que el Gobierno ha de «plantearse seriamente un elemento que la Unión Europea tiene muy en cuenta: no se puede hacer competencia desleal», en referencia a lo que pasa con el resto de empresas que se dedican a la misma actividad.

«Quien tiene una universidad privada que no paga impuestos frente a una que paga hace competencia no muy leal. Quien tiene un hospital privado que no paga impuestos frente a otro, lo mismo», detalló. A su juicio, los dos pasos «fundamentales» que debe dar el Gobierno son modificar la Ley de Mecenazgo, porque «no es cuestión de Concordato», y «trabajar seriamente los temas con la UE».

La previsión del gobierno municipal es ingresar dos millones de euros más si consigue cobrar este tipo de recibos, normalmente grandes al tratarse por ejemplo de un hospital completo. Donde sí recauda es en el Impuesto de Construcciones, al menos no consta que se hayan producido recursos en el Jurado Tributario Municipal. Otra cuestión muy diferente es todo lo que ocurre con el IBI, que a corto plazo no tienen una solución satisfactoria para los actuales responsables municipales.

El estado de ejecución del presupuesto municipal a 31 de julio refleja que la previsión de ingresos este año asciende a 220 millones de euros, mientras que la recaudación alcanzaba en la fecha citada a 186,8 millones, después de una devolución que se eleva a 3,9 millones. La morosidad en este impuesto es una de las más bajas de todos los que sirven para la financiación del Consistorio, inferior a otras como el Impuesto de Vehículos, aunque lo cierto es que tres meses después de finalizar el periodo voluntario y sin recargo todavía quedan sin ingresar 30 millones de euros.

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