La huelga de taxistas colapsa los accesos a Valencia y paraliza el centro

Desde primera hora, agentes de la Policía Local, pertenecientes al operativo especial para evitar la paralización total del tráfico en la ciudad, se han situado en puntos sensibles de la movilidad en la capital como el cruce entre Xàtiva y Guillem de Castro con la plaza de San Agustín, la gran vía Ramón y Cajal, Cortes Valencianas, Aragón, la avenida del Cid o Plaza España, este último enclave de especial relevancia al haber confluido allí ambas caravanas de taxistas. Asimismo, la Policía también ha velado porque los manifestantes dejasen libres algunos carriles de circulación en el recorrido de la protesta para permitir que se siguiese transitando con la mayor normalidad posible y minimizar unos atascos que, inevitablemente, se han terminado produciendo.

Ya en la víspera de la protesta, el Consistorio reconoció que iba a afectar «de manera grave» a la circulación y recomendó a la ciudadanía limitar, en la medida de lo posible, el uso del vehículo particular a la hora de efectuar los desplazamientos así como utilizar el transporte público para realizar los accesos, salidas o movimientos por el interior de la ciudad.

Pese a las medidas de la Policía Local, poco antes de las 10:00 horas los accesos a Valencia ya registraban importantes embotellamientos (en la A-3, además se han reportado accidentes) y la convocatoria de los taxis, tras haber confluido en Plaza España, ha paralizado el tráfico en pleno centro de la ciudad. A bocinazo limpio se han venido haciendo notar los taxistas por las principales arterias viarias de la capital hasta hacer una parada a modo de concentración en las inmediaciones del Ayuntamiento. Allí, los manifestantes han detenido su marcha durante más de media hora y algunos representantes sindicales han mantenido una conversación con el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, y con el edil de Compromís Giuseppe Grezzi.

Grezzi ha exigido que los gobiernos de María José Catalá y Mazón «hagan cumplir la ley y controlen el intrusismo y la competencia desleal de todas las plataformas de transporte discrecional VTCs que están operando en la ciudad sin ningún control arruinando el sector del taxi».

A unos metros de distancia, en la estación de Alta Velocidad de Joaquín Sorolla, una treintena de taxis permanecían estacionados en la parada reservada para el servicio, aunque sin subir viajeros a bordo. Allí ha tenido lugar una muestra de la tensión que se vive en la carretera entre taxistas y conductores de VTC cuando al paso de uno de estos vehículos un profesional del taxi le ha espetado un grito de «ilegal, que eres un ilegal».

Cabe recordar que la Asociación Profesional de la Movilidad de la Comunidad Valenciana (Movva) ya anunció que los VTC y taxis miembros de su entidad iban a reforzar su disponibilidad «para garantizar la movilidad de los ciudadanos valencianos» durante la jornada reivindicativa.

El presidente de la Federación Sindical del Taxi, Fernando del Molino, ha cifrado en 2.000 los taxistas que han participado en la protesta que ha recorrido Valencia, a los que cabe sumar los taxis que han secundado el paro en enclaves como el aeropuerto y las estaciones del AVE o de autobuses. «Hoy el seguimiento ha sido total», ha aseverado indicando que también se ha apoyado la huelga en el aeropuerto de Elche y en las ciudades de Alicante y Castellón.

A las puertas de la Ciudad Administrativa 9 d'Octubre, sede de la Conselleria de Infraestructuras, del Molino ha explicado que 7.000 familias viven del taxi en la Comunitat y el conseller Vicente Martínez Mus «es el responsable tiene que acabar con el intrusismo» de los VTC. «O solucionas el problema o te vas», ha comentado.

«La zona urbana es del taxi», ha afirmado sobre el eterno debate con los VTC aferrándose a que así lo estipula el artículo 91 de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres. Por otro lado ha comentado que sus competidores realizan «más de 10 millones» de viajes urbanos y sólo se les han impuesto algo más de medio millar de sanciones: «Es una vergüenza, la lucha continúa».

Los problemas de circulación ha arrancado a primera hora de este martes pues a las 08:00 horas estaban convocados los taxistas en dos puntos diferentes de Valencia. Concretamente, en los cruces de la calle Camp del Turia con Cortes Valencianas y en el de avenida de Cataluña con Tarongers.

A las 08:30 horas, según el horario previsto, ha comenzado el itinerario hasta Plaza España, punto en el que han confluido ambas manifestaciones para dirigirse, de manera conjunta, a la Ciudad Administrativa 9 de Octubre de la Generalitat, donde han permanecido concentrados hasta las 14:00 horas.

El primer itinerario ha partido de los carriles centrales de Camp de Turia con Cortes Valencianas, el túnel de Pío XII, el puente de Ademuz, la gran vía Fernando el Católico, Ramón y Cajal hasta llegar a Plaza España. Por su parte, la segunda ruta se ha iniciado en la avenida Cataluña hacia Aragón, la gran vía Marqués de Turia, Germanías, Ramón y Cajal hasta Plaza España.

Una vez se han juntado ambos recorridos, la caravana ha recorrido San Vicente Mártir, la plaza de San Agustín, Periodista Azzati, Marqués de Sotelo, Xàtiva, Guillem de Castro, el paso inferior de esta vía, Ángel Guimerà, Linares y la avenida del Cid para finalmente llegar a la Ciudad Administrativa 9 d'Octubre.

El sector del taxi valenciano exige con este paro «que se cumpla la ley» para que los VTC dejen de hacer servicios íntegramente urbanos así como para que tanto la Conselleria de infraestructuras como la Policía Local «se dejen de historias y pongan medios para que las VTC dejen de hacer de taxis».

En este sentido, reclaman que la Generalitat incoe expediente sancionadores a las empresas multinacionales «por saltarse las leyes».

Los taxistas arguyen que la convivencia con los VTC es imposible dado que el sector «está hiperregulado para dar garantías a los usuarios, definido como un Servicio Público de interés general». Así lo avalan tanto la directiva europea Bolkestein, la LOTT y las leyes autonómicas junto a sentencias del Tribunal Europeo y el Supremo.

Por contra, exponen que a sus competidores no se les puede regular porque les ampara la libertad de establecimiento, aunque ellos aseguran que sí se puede limitar su actividad mediante la aplicación de las leyes ómnibus, la ley Gum y la directiva Bolkestein además de algunas sentencias del Tribunal Europeo, del Constitucional y del Supremo que les han dado la razón.

Por último, explican que las licencias de taxi las conceden los ayuntamientos con el objetivo de que trabajen «en las zonas urbanas» mientras que las VTC las concede el Gobierno de España «para trabajar en las zonas interurbanas». Bajo esta premisa, argumentan los profesionales del las VTC «no pueden hacer servicios con origen y destino urbano sin autorización municipal o autonómica».

Toda esta explicación la recoge un folleto que han ido repartiendo a lo largo de la marcha en el que aparecían lobos ataviados con pieles de cordero, con carteles de empresas de VTC, devorando al ganado, que estaba representando a los taxis.