La policía insta a modificar la norma de patinetes mientras Grezzi se opone

Nuevo choque frontal, sin heridos, entre Policía Local y Movilidad al respecto de la nueva directriz de la DGT sobre los patinetes eléctricos. Mientras el departamento que dirige Giuseppe Grezzi insiste en que la prohibición de que los vehículos de movilidad personal circulen por zonas peatonales ya se aplica en el texto aprobado el pasado verano, los agentes aseguran que no es así y que la ordenanza ha de ser modificada. Pero no sólo en este punto, sino también en lo referente al régimen sancionador contemplado en la norma.

Tras casi dos semanas de silencio (la directriz de la DGT salió el 4 de diciembre), Grezzi se pronunció ayer. Lo hizo en la comisión de movilidad y a través de una nota de prensa, en la que apuntaba que la ordenanza y la circular del Ministerio del Interior «encajan perfectamente, dado que la prohibición de circular para este tipo de vehículos por aceras y espacios de circulación exclusiva de peatones ya está recogida en la normativa municipal». Sin embargo, lo cierto es que el artículo 45 de la ordenanza permite a los patinetes de tipo A circular por calles peatonales «a una velocidad moderada, similar a la de una persona a pie, nunca superior a 10 km/h».

En este sentido, Grezzi recordó que la ordenanza definió la tipología de vía pública (calle peatonal) por primera vez, indicando que son «zonas de circulación especialmente acondicionadas donde existe una coexistencia en el mismo espacio de peatones y vehículos no motorizados». Esta definición las aleja del concepto de acera y sí las asemeja a lo definido en el Reglamento de Circulación como calles residenciales, zonas 30 o sendas ciclables, donde existe una convivencia entre peatones, ciclistas y vehículos a motor; en las calles para peatones la restricción es, por lo tanto, mayor, y no permite la circulación de vehículos a motor.

Sin embargo, según fuentes del departamento de Protección Ciudadana, la norma de la DGT entra en conflicto directo con la ordenanza. Pero no habría que modificar únicamente ese punto. Los agentes, que han sido muy críticos con el texto casi desde el primer momento (la Policía Local presentó decenas de alegaciones, la mayoría las cuales, según defendió ayer Grezzi, fueron aceptadas por Movilidad), insistieron ayer en que el régimen sancionador «es más complejo». Por ejemplo: si un conductor de patinete se niega a hacer la prueba de alcoholemia la sanción es leve y según la DGT es grave, de 200 euros. Para el Gobierno, circular con auriculares es una falta grave, pero para la ordenanza, simplemente leve. Estos cambios requerirían una modificación de la ordenanza que Movilidad no parece dispuesta a acometer, al menos a tenor de las declaraciones de ayer de Grezzi.