Las plantas de agua de Valencia y l'Horta incluyen viviendas para aislar a técnicos en caso de contagios

Se trata de un recurso al que no se ha recurrido, ni siquiera en lo peor de la primera ola, aunque desde entonces permanecen disponibles. Las casas prefabricadas, construidas a base de módulos, van más allá de meros recintos para dormir. «Son viviendas, capaces de acoger a sus ocupantes más de un mes, el tiempo que haga falta», dijo.

El suministro de agua potable es esencial y por eso se toman tantas precauciones. De momento se trabaja en grupos burbuja con turnos que no se pueden intercambiar. «El protocolo apenas ha variado desde marzo», dijo, para señalar que el recurso de las viviendas se tomaría en caso de que los contagios se extiendan en los turnos y no haya personal disponible para la rotación.

De manera similar se trabaja con el protocolo del Centro Operativo de Saneamiento, las oficinas situadas en el Cabanyal donde se controla la red de alcantarillado de la ciudad. En este caso hay sitio disponible en el edificio para habilitar plazas para dormir, aunque se sigue el criterio de los grupos burbuja por turnos, de tal manera que no se puedan cambiar para reducir el riesgo de la propagación de infecciones.

En cuanto al personal que trabaja en la limpieza y mantenimiento de colectores y sistemas de alcantarillado, en caso de que aumenten los contagios se optará por crear un grupo de reserva, es decir, una parte de la plantilla permanecerá aislada en sus domicilios pero disponible.

Valía adelantó que el personal de oficinas irá al teletrabajo, lo mismo que anunció ayer la Entidad Metropolitana de Residuos. Quedará abierto el registro en ambas entidades, además del servicio informático, dado que se trata de personal con necesidad de hacer turnos presenciales.

El suministro afecta a 1,6 millones de personas de Valencia y el resto de municipios de l'Horta. La otra línea de trabajo, comentó Valía, es la compra de suficiente material para la potabilización, con la previsión así de problemas en la logística si empeoran las cifras de contagios.

«Tenemos reactivos para tres meses», precisó la también concejala del Ciclo Integral del Agua sobre lo que se encuentra en los depósitos de Manises y Picanya. La entidad metropolitana ha realizado fuertes inversiones los últimos años para mejorar la calidad del agua y compensar así la llegada de caudales turbios desde los citados ríos.

«El aislamiento de los grupos de trabajo y la garantía de que tendremos materiales para el funcionamiento de las plantas es fundamental», reiteró la delegada, quien señaló que apenas se han producido contagios en la plantilla y ningún brote de momento. «Aún así, los protocolos en los dos recintos se siguen de manera escrupulosa», dijo.

El gabinete de crisis de abastecimiento de agua ha estudiado los escenarios potenciales, como paralizaciones de obras, la constitución de grupos burbuja de las personas que trabajan en todo el proceso o las dificultades de comunicación que pudiesen afectar al suministro de reactivos necesarios para la potabilización del caudal de Valencia y l'Horta.