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Jueves, 16 de agosto 2018, 12:04
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Los dos carriles centrales de la calle Colón seguirán hoy cerrados al tráfico debido a la reparación de unas averías en la red de baja presión, dedicada al baldeo de calles y riego de jardines y no apta para consumo humano. Los operarios están trabajando a la altura del número 41, donde la fuga es más peligrosa, dado que supuso hasta su detección una pérdida de 30 litros por segundo, según informó la concejalía del Ciclo Integral del Agua.
Esto representa la enorme cantidad de 2.592 metros cúbicos cada 24 horas, el consumo equivalente de 150 familias durante un mes. Fuentes de la concejalía del Ciclo Integral del Agua comentaron que las escuchas nocturnas permitieron detectar la avería.
La otra rotura se encuentra en el cruce con la calle Pizarro, en el centro de la calzada.
Ante el enorme caudal que se perdía, la decisión de los técnicos fue dejar fuera de servicio toda la red arterial de riego de la calle Colón. El agua de baja presión se distribuye desde entonces por otras tuberías. «De ahí la importancia de reparar cuanto antes para no sobrecargar las otras y provocar accidentalmente nuevas roturas», añadieron.
Las reparaciones se harán a través de la empresa Emivasa aprovechando la menor afluencia de tráfico. La red de agua de baja presión es la que se utiliza para riego y baldeo y no es apta para el consumo humano. Una de las fugas se encuentra en el cruce con la calle Pizarro, en el centro de la calzada. Se aprovechará la excavación que se hará durante la reparación para insertar una válvula de compuerta nueva en sustitución de la antigua. Así, se mejorará la red que data de 1904 y se acortará el tramo a cerrar en previsión de futuras averías.
Hasta realizar las excavaciones no se podrán conocer las causas exactas de la salida del agua ni las medidas concretas que se adoptarán, en lo que se refieren a la fuga grande, la que obligó a cortar todo el suministro para el baldeo. La reparación prevista consistirá en cambiar uno de los tubos, que mide aproximadamente cuatro metros, para colocar otro de fundición nuevo.
La red de baja presión es una infraestructura casi única en España. Cuando el Ayuntamiento decidió construir la red actual de agua potable, alguien tuvo la feliz idea de dejar el viejo sistema de distribución para el riego de jardines y limpieza de calles, para lo que se utiliza un caudal no clorado. El equipamiento se completa con decenas de pozos repartidos por toda la ciudad, que se nutren del nivel freático.
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