Borrar
Dispositivo de la Policía Local en la plaza de Honduras. jesús signes
Botellón en Valencia | Las mediciones avalan la ZAS que piden los vecinos de Honduras y Ciudad Jardín

Las mediciones avalan la ZAS que piden los vecinos de Honduras y Ciudad Jardín

La reunión con Grezzi desvela los datos de los sonómetros, aunque el edil no da ninguna solución y los residentes anuncian una protesta

PACO MORENO

Martes, 26 de octubre 2021, 00:19

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La reunión mantenida ayer entre representantes de nueve servicios municipales, hosteleros y vecinos de las asociaciones de Plaza de Honduras y Ciudad Jardín (plaza del Cedro) acabó sin ningún avance para las aspiraciones de los residentes en cuanto a una toma rápida de decisiones que conduzca a la reducción de los ruidos nocturnos causados por la acumulación de bares y la subida del botellón. Sí que desveló un dato relevante y es que las mediciones de los sonómetros instalados en los dos barrios avalan que se supera el nivel de decibelios para la declaración de Zona Acústicamente Saturada.

Así lo señalaron fuentes vecinales al término de un encuentro presidido por el concejal de Contaminación Acústica, Giuseppe Grezzi. «Todos los técnicos nos han leído sus informes, pero sin avanzar en nada. Hemos tenido que pedir que aclaren todo lo relativo al ruido con una pregunta muy sencilla, si las mediciones daban para la declaración de ZAS. Nos han dicho que sí, con eso basta», indicaron fuentes vecinales.

La ordenanza contra el ruido señala que la declaración es posible si se supera en 20 decibelios el máximo permitido en los distintos tramos horarios dos veces a la semana durante tres consecutivas o alternas a lo largo de 35 días. «Es lo único productivo que hemos sacado en la reunión, constatar algo que ya sabíamos y que nos va a servir en nuestra reclamación judicial. Por supuesto hemos pedido las actas y los informes de los sonómetros». señalaron las mismas fuentes.

El único compromiso de Grezzi fue «colocar más sonómetros, además de mencionarnos que habrá un Observatorio del Ocio. Eso no nos soluciona nada, lo mismo que cuando nos reunimos con el concejal de Protección Ciudadana, Aarón Cano, y nos dijo que él sólo podía hablarnos por su delegación. Lo único viable tras esto es lo que nos diga el alcalde Ribó».

Los vecinos de estos barrios han decidido seguir adelante con la exigencia de la ZAS. «Es nuestra hoja de ruta», precisaron, por lo que hoy mismo se celebrará una asamblea extraordinaria en el IES Ramón Llull donde se elegirá a la nueva junta directiva y se aprobará salvo sorpresa emprender la vía judicial.

La declaración ZAS supone un posible adelanto del horario de cierre, al igual que la supresión de terrazas o el veto a nuevas licencias. Cualquier instrumento que sirva para reducir los ruidos nocturnos, al entender la cuestión como un derecho al descanso por razones de salud. El problema para el Ayuntamiento es que como se decida en un juzgado, perderá autonomía a la hora de decidir algunas de las cuestiones citadas.

Otra de las medidas que han tomado los vecinos es hacer patente su enfado contra la falta de actuación municipal. Cada jueves protagonizan una cacerolada desde ventanas y balcones, aunque el 11 de noviembre bajarán a la calle en manifestación.

Corte de Blasco Ibáñez

Las dos asociaciones han decidido convocar una marcha a las siete de la tarde que afectará a la avenida Blasco Ibáñez. Las entidades confían en que se sume algún colectivo más con el fin de dejar constancia del enorme enfado por la situación a la que se ha llegado. Los últimos fines de semana hay más presencia policial, lo que agradecen, aunque también apuntaron tras la reunión de ayer que los datos de la recogida de basura indican que el botellón se prolonga mucho más que el fin de semana.

«Salimos del encuentro con la sensación de que ha servido de poco, por no decir nada», reiteraron tras insistir en que los barrios «llevan muchos años sufriendo los ruidos y el botellón, es hora de que el Ayuntamiento nos dé soluciones reales en lugar de reuniones y observatorios que sólo sirven para prolongar el problema», finalizaron.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios