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Manteros en una de las calles del mercadillo de Castilla, ayer por la mañana. manuel molines
Los manteros imponen su ley en Valencia

Los manteros imponen su ley en Valencia

Los vendedores se quejan del colapso en algunas calles y la impunidad de la venta ilegal en los mercadillos navideños en la ciudad

PACO MORENO

VALENCIA.

Lunes, 31 de diciembre 2018, 00:13

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Dos de la tarde en la calle Músico Ayllón. Mientras en el boletín de la radio cuentan algo de Pedro Sánchez, en esta parte del barrio la Esperanza-Virgen de los Desamparados todos se dedican a apurar la última hora de ventas del mercadillo navideño de este año, donde de nuevo los manteros han hecho imponer su ley.

Los cruces principales han estado dominados por el 'top-manta', pese a la creciente oposición de los vendedores. Cajas de plásticos, barras metálicas e incluso expositores con carteles que decían «estamos enfrente» estaban esparcidos en algunas zonas del popular mercadillo, extraordinario por las fiestas navideñas cuatro domingos de este mes. Pero nada ha impedido la venta ilegal, pese a las demandas de los comerciantes para que la Policía Local realice más decomisos.

A las dos de la tarde y después de recorrer varias calles no fue posible encontrar un solo agente de la Policía Local. El presidente de la asociación de vendedores, José Vicente Domínguez, señala que «han ido a veces con alguna grúa, pero no se han llevado todos los coches», en referencia a los pasados fines de semana. Sobre los manteros, afirma que «poco más se puede decir, salvo que venden productos falsificados, crean problemas de paso a nuestros clientes porque se colocan donde quieren y que actúan con total impunidad, sin miedo al decomiso».

Las calles Músico Ayllón, José Maestro y Llombai contaban ayer con la presencia de manteros. Más de una treintena de puestos con productos de todo tipo se repartían. Zapatillas, perfumes, cedés, camisetas, ropa deportiva y bolsos situados sobre sábanas en el suelo, con clientes que se paraban con frecuencia para regatear.

Domínguez indica sobre esto último que falta «mucha concienciación porque se está promocionando la venta ilegal y las falsificaciones». La futura ordenanza de Mercados, aún en fase de borrador, incluirá una sanción para esta práctica, que el Ayuntamiento se dedica poco a multar desde hace meses.

A la vuelta de vacaciones, comenta Domínguez, los vendedores se quieren reunir para «tomar una decisión», en referencia a posibles protestas. La impunidad se encuentra en que cuando los manteros ven a la Policía Local «recogen y se esperan a que se vayan, para volver a empezar sin ningún problema».

En el mercadillo navideño de Castilla se produjo hace escasas fechas un conato de pelea, con amenazas e insultos cruzados. «Hasta que no pase algo serio, el Ayuntamiento no actuará con este problema», considera, algo que «no desea nadie, tan sólo acabar con la venta ilegal».

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