Los manteros se amotinan en Ciutat Vella tras una presunta agresión policial en el Marítimo

Según pudo saber este diario, se vivieron escenas de tensión en el retén de la plaza Tavernes de la Valldigna cuando varios vendedores ilegales accedieron a la comisaría exigiendo saber qué agente había golpeado al mantero, que según diversas fuentes podría estar herido en un brazo, en una mano o incluso en la cara, con una fractura nasal. Al lugar acudieron acompañados de cámaras de À Punt, lo que soliviantó aún más a los agentes de la Policía Local de Valencia. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, los agentes actuantes fueron de la Quinta Unidad de Distrito, aunque el jefe de guardia pertenecía a la Primera.

Tal como explican los agentes, un grupo de personas accedió al retén y, posteriormente, se quedaron en la calle a la espera de hablar con algún mando policial. Finalmente, se fueron del lugar sin conseguir identificar al agente presuntamente agresor pero apuntando las matrículas de los coches que salían del aparcamiento del retén, lo que enfadó a los policías. Los sindicatos consultados aseguran que la actuación fue «de manual» y que todo está grabado «con la cámara de la pistola eléctrica» de los policías.

Todo ocurrió el martes, cuando agentes de la Quinta Unidad de Distrito acudieron al Martímo a controlar los manteros en las calles más afectadas por este fenómeno. Según explicaron fuentes policiales, uno de los agentes pisó la manta de uno de los vendedores ilegales para que no la recogieran y la persona que intentaba llevársela perdió el equilibrio y se golpeó con otro mantero. También lo confirman así fuentes oficiales del Cuerpo, que aseguran no tener abierta ninguna otra línea de investigación. De ahí la lesión, tal como aseguran, mientras que los manteros arguyen que un agente pegó un puñetazo al joven.

Desde el Csi·f tildaron la situación de «intolerable»: «Es un acoso sin ningún tipo de contraste ni fundamento por el mero hecho de buscar el sensacionalismo y defendemos la actuación policial demandada por los comerciantes y vecinos de la ciudad de Valencia».

La concejala María Dolores Jiménez mostró ayer todo su apoyo a los agentes. «Es incomprensible que un grupo de vendedores ilegales se vayan a la puerta de un retén a increpar a los policías», lamentó. Apuntó además que el «amparo está siendo proporcionado por algún grupo político municipal». «Quiero trasladar mi total apoyo a los funcionarios que componen el cuerpo», dijo.