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Una jura de bandera de récord en Valencia

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Jesús Signes

Una jura de bandera de récord en Valencia

Más de 1.350 personas muestran su compromiso con España en la edición más multitudinaria que se ha celebrado en la capital

Álvaro Mohorte

Valencia

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Domingo, 21 de octubre 2018

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Patriotismo contra los elementos. Ante una inquietante amenaza de lluvia, 1.350 civiles participaron en la jura de bandera multitudinaria que se celebró ayer en el Acuartelamiento San Juan de Ribera del paseo de la Alameda de Valencia. Aunque en años anteriores las juras han rondado las 600 o 700 personas, en esta ocasión se han superado con creces las expectativas generadas. Sólo en invitados la cifra superó el millar, gracias a que muchas familias juraron unidas y había más miembros formados en el patio de armas que en las gradas.

Más de una hora antes de que se previera el inicio del acto, muchos de los participantes ya habían llegado al acuartelamiento y disfrutaban de la compañía de sus familiares en el recinto donde iban a manifestar o confirmar su compromiso con España. Los niños miraban curiosos las piezas de artillería que se exponen en el recinto, mientras que los menos pacientes comenzaban a hacer las primeras fotos de un día tan especial para ellos.

Desde las 9:30 se estaba recibiendo a los jurandos y los militares responsables del acto organizaban el ensayo previo, dando muestras de marcialidad todos los presentes, vistieran o no uniforme. La emoción iba en aumento hasta que a las 10:40 la megafonía anunció el inicio del acto en un año en el que, precisamente, se celebran los 175 años desde que la Reina Isabel II designara la rojigualda como enseña de los tres ejércitos y bandera de España, según se recordó por megafonía.

La banda de música militar entró entre aplausos y el disparo de nuevas fotografías por parte de muchos jurandos, que elevaban sus teléfonos móviles para revivir en el futuro aquel momento. Ya en su posición, se dispuso a recibir a la fuerza, compuesta en esta ocasión por una escuadra de Batidores del RCL-8 y tres secciones de los regimientos que aportaban el resto de banderas y estandartes: una sección del Regimiento de Transmisiones número 21 de Marines, una sección del de Defensa NBQ de Paterna y otra del de Inteligencia número 1 de Valencia.

La envergadura del número de participantes obligó a que, por primera vez en un acto de estas características en Valencia, se haya tenido que disponer de las cuatro banderas y estandartes de las unidades de la plaza, aunque en el centro de la formación se situó el estandarte del Regimiento de Caballería Lusitania 8 (RCL-8), por ser el más antiguo, y sobre éste fue sobre el que se realizó formalmente el juramento.

Daban justamente las 11:00 de la mañana cuando se anunció la entrada del teniente general Francisco José Gan Pampols, jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad para presidir el acto en cuya tribuna de autoridades estaban presentes el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, y la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Pilar de la Oliva, así como diputados y concejales de Valencia y Castellón, cuyas comandancias militares habían organizado el acto.

Con todo ya dispuesto, llegó el momento clave, cuando la megafonía pronunció el compromiso que los asistentes habían ido a asumir:«¡Españoles! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, con lealtad al Rey y, si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?». El grito unánime antecedió a un nuevo estallido de aplausos y al inicio del desfile de los asistentes para besar la bandera.

Los hombres más mayores demostraba a los jóvenes cómo desfilar, reproduciendo la marcialidad en el paso de sus tiempos de la mili. Junto a ellos y rompiendo tópicos, 'millennials' de pelo con rastas o pantalones pitillo secaban las lagrimas de emoción junto a otros chicos de corbata o muchachas con traje de chaqueta. Sin distinción de edad, raza o limitación física, su compromiso de fidelidad a la bandera los cubría a todos.

El teniente general Gan Pampols recordó en su alocución que jurar la bandera significa adquirir un compromiso «transcendental y permanente» con España, de defensa de la Patria y del conjunto de valores que definen los valores del patriotismo constitucional «en el que todos caben y a nada excluye».

Por último, se realizó el Homenaje a los que dieron su vida por España, con la participación de Pilar de la Torre, que a sus 96 años fue la veterana entre los jurandos y Jesús Llorens, el más joven con 18 años recién cumplidos. El himno de España cerró el acto, antes de la despedida de las banderas y estandartes. La lluvia, que había respetado la celebración hasta el último segundo, esperó hasta la salida de la fuerza para hacer acto de presencia ya sin deslucir la cita.

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