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La tarde del 29 de octubre de 2024, esa en la que la dana arrasó buena parte de L'Horta Sud, en la ciudad ... de Valencia no llovió. Tampoco hizo demasiado viento ni unas condiciones meteorológicas demasiado adversas. Pero, en el Jardín Botánico de Valencia sucedió algo que puede ser mera casualidad. O un efecto colateral de esa tormenta en alguna de las condiciones climáticas que se produjeron. Esa tarde, el ejemplar más longevo del Jardín se desplomó.
Se trataba de una Yucca filifera o palma pita, hasta ese día el árbol más antiguo del Botánico. Su tronco permanece varado en el mismo sitio que había ocupado en estos años. En concreto, en los últimos 300, que es edad que la institución atribuye al ejemplar. «En el Jardín Botánico no está documentado, pero lo tenemos como una historia verbal. Siempre lo hemos considerado el ejemplar más antiguo», cuenta su directo, Jaime Guemes. Y es que la Yucca era uno de los ejemplares que ya estaban plantados en el Huerto de Tramoyeres, antes de que laUniversitat de València comprara el huerto para instalar su Botánico. En concreto, el actual Jardín se situó definitivamente en el espacio que ocupa en la actualidad en el año 1802. Lo hizo fuera de los muros de la ciudad, en las inmediaciones del convento de San Sebastián, cerca de las Torres de Quart. «Nosotros le atribuimos unos 300 años. Creemos que pudo ser un ejemplar plantado en el Huerto de Tramoyeres antes de que la Universitat de València adquiriera el huerto para instalar en él su Jardín Botánico, procedente de la Alameda», cuenta el director.
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«En Valencia no hizo mucho viento ni llovió fuera de lo habitual, pero fue suficiente para darle el último empujón. Hacía años que iba a menos, reduciendo el volumen de la copa, perdiendo brazos e incrementando la cavidad dentro del tallo como consecuencia de la pérdida de vigor y la descomposición interna. Finalmente, como se puede ver en el ejemplar caído, solo un hilo de raíces la mantenía en pie», explica Jaime Guemes.
Según las publicaciones y archivos de botánica, podía ser uno de los árboles más antiguos de España y uno de los del catálogo de árboles monumentales de la ciudad. Su muerte ha dejado al Botánico sin un sucesor claro en cuanto a antiguedad. «Ahora no tenemos un árbol más longevo. Más bien consideramos un grupo de árboles y palmeras plantado sobre los años 30 del siglo XIX bajo la dirección de José Pizcueta. Entre ellos están los grandes robles, cipreses, podocarpos, encinas. También algunas palmeras como las palmas canas, palmeras datileras, palmitos o palmeras de California», explica. «Otros de esa época ya los hemos perdido. Hay árboles y palmeras que pueden vivir muchos años, pero también acaban muriendo como las yucca», dice.
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