Los fondos para las obras de Pérez Galdós o las ayudas al transporte, en peligro si no hay Zona de Bajas Emisiones
Ayuntamiento y Ministerio difieren de la cantidad, que podría rondar los 150 millones de euros, que tendría que pagar Valencia si no sale adelante la medida para reducir la contaminación atmosferica
«58 millones ya es un drama». La frase, literal, de alguien con mando en plaza en el Ayuntamiento de Valencia evidencia el problema que ... tiene el Consistorio si no aprueba la Zona de Bajas Emisiones, que la semana pasada fue rechazada con los votos de PSPV, Compromís y Vox, que no cumplió el acuerdo con el PP en el último pleno. Fuentes del equipo de gobierno elevan hasta los 150 millones de euros el dinero que el Ayuntamiento podría perder, pero apuntan que ya 58, que es la cantidad recibida en ayudas, son un roto importante. El Ministerio de Transportes, por su parte, advierte de multas millonarias.
Y es que el Consistorio recibió ayudas por valor de 58 millones de euros para implantar la Zona de Bajas Emisiones en Valencia. Ese dinero habría que devolverlo, pero es que además la ciudad se expone a una sanción que puede ser de hasta tres veces la cantidad otorgada. El Ayuntamiento trabaja con una hipótesis de una multa de la misma cantidad, a lo que habrían que sumar los casi 20 millones de ayudas al transporte. De ahí los 150 millones de euros, más o menos, que calcula el Consistorio. El 'roto' en las cuentas municipales sería de importancia dado que el presupuesto de la corporación es de unos 1.000 millones de euros. Hablamos de un 10% sólo en esta sanción si PP y PSPV no llegan a un acuerdo pronto, habida cuenta de que la relación con Compromís está rota y con Vox no pasa por su mejor momento debido a lo que desde el PP consideran una traición en el pasado pleno (aunque la formación de derecha populista explicó el pasado fin de semana que el equipo de gobierno sabía desde hacía cinco días que iban a votar en contra).
Ahora bien, si hay que pagar ese dinero, ¿el Ayuntamiento lo tiene? Sí y no. Lo tiene porque las cuentas están saneadas, sí, pero lo cierto es que mucho de ese dinero ya se ha gastado. Y es que las ayudas incluían, entre otras cuestiones, obras que ya están en marcha, como los carriles bici del eje sur o la reurbanización de la avenida Pérez Galdós, pero también otras que están terminadas desde hace años, como la supermanzana de la Petxina, esa sobre la que planea una multa después de varios requerimientos del Ministerio de Transportes.
Las ayudas también servían, claro, para comprar las cámaras y sensores de la Zona de Bajas Emisiones, que ya están en las calles porque se contemplaba empezar a informar a los conductores infractores a partir del 1 de diciembre, el eje de carriles bici en la marginal izquierda del Jardín del Turia y la peatonalización de parte de Isabel la Católica, así como trabajos en la avenida de la Malvarrosa o la plaza del Mercado de Ruzafa. Tampoco se podrían comprar 20 autobuses o electrificar la cochera de la EMT.
Otros proyectos anunciados que se podrían quedar sin financiación son la sensorización y monitorización de plazas para personas con movilidad reducida y zonas de carga y descarga o los trabajos en enclaves como la plaza Sainetero Arniches, el entorno de los mercados de Torrefiel y el Grao, la plaza Favara, la plaza Santa Mónica o el entorno escolar de la calle Torrent, entre otras.
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